El senador demócrata estadounidense Bob Menéndez fue blanco este martes de nuevas denuncias sobre actos de corrupción, esta vez relacionadas con el gobierno del Estado de Catar.
La última versión de la acusación contra el político en la corte federal de Manhattan no identificó al miembro de la familia real catarí involucrado en el caso, pero precisó que el individuo era director de Qatari Investment Co., el Fondo Soberano de Inversión de Catar, especializado en inversión local e internacional.
Sen. Bob Menendez is facing new charges alleging he took payoffs to assist the government of Qatar. pic.twitter.com/EWqJ7Pg8DB
— TODAY (@TODAYshow) January 3, 2024
La Fiscalía federal indicó que Menéndez actuó en beneficio del país del Golfo a cambio de regalos, modificando para peor la imputación contra el senador y su esposa, Nadine Arslanian, acusados con anterioridad de recibir sobornos para “beneficiar”’ a Egipto.
El senador por Nueva Jersey fue acusado el pasado 22 de septiembre junto a su esposa y los empresarios que presuntamente le sobornaron: Wael Hana, José Uribe y Fred Daibes, y posteriormente se le incriminó de actuar como “agente extranjero” para Egipto, reportó un despacho de Efe.
La nueva acta acusatoria explica que la trama de corrupción se extiende desde diciembre de 2020 hasta 2023, más de lo estimado inicialmente.
Igualmente, señala que Daibes, descrito como un promotor inmobiliario, fundador de un banco de New Jersey, y donante de larga data de la carrera política de Menéndez, buscaba “millones de dólares en inversión de un fondo con vínculos con el Gobierno de Catar”’.
Relojes de lujo y mucho más
Las pesquisas del caso señalan que Menéndez asistió con Daibes a un evento en Manhattan organizado por el gobierno catarí y después el empresario le ofreció relojes de lujo de hasta casi 24.000 dólares antes de sugerirle apoyar una resolución en el Senado favorable para Catar, que, a su vez, le reportaría beneficios.
En 2023, la Compañía de Inversión Catarí entró en una joint venture con una empresa controlada por Daibes e invirtió decenas de millones de dólares en el proyecto, y Menéndez “siguió recibiendo cosas de valor” de esa empresa, como varias entradas para el premio de Fórmula Uno en Miami, consigna la investigación federal.
Asimismo, la Fiscalía asegura que el senador aceptó regalos de Daibes sabiendo que este esperaba de él que ‘influyera en el proceso federal pendiente’ contra el empresario, algo que “aceptó” e “intentó”.
El político se ha declarado no culpable de todos los cargos hasta ahora, como los otros acusados, y renunció a la presidencia del Comité de Relaciones Exteriores.
De momento, el senador, quien acaba de cumplir setenta años, mantiene su escaño en la cámara alta del Capitolio, pese a los llamamientos de su partido a que dimita. El juicio ha sido fijado para el 6 de mayo de 2024, reportaba la agencia española.
La pista egipcia
Los fiscales argumentan que Menéndez, quien ha sido miembro de alto rango de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado y su presidente hasta su dimisión el pasado 23 de septiembre, tenía una “importante influencia” sobre las ventas y financiamientos de carácter militar al gobierno de Egipto.
La acusación explica que, en ocasiones, el gobierno federal, antes de realizar una transferencia a un tercer país, espera a que el presidente de la Comisión o el ranking member dé el visto bueno.
De acuerdo con la imputación, entre 2018 y 2022 Menéndez entregó a funcionarios egipcios documentos sensibles del gobierno estadounidense que no eran públicos, incluyendo información personal de los empleados de la Embajada de Estados Unidos en El Cairo.
Fiscales federales acusan al senador Bob Menéndez de ser agente no registrado de los egipcios
Según Damien Williams, fiscal federal del Distrito Sur de Nueva York, los empresarios Hana, Uribe y Daibes “pagaron cientos de miles de dólares en sobornos, incluyendo efectivo, oro, un Mercedes Benz, y otros objetos de valor, a cambio de que el senador Menéndez utilizara su poder y su influencia para protegerlos y beneficiar al gobierno de Egipto”.
Carrera política. Tan precoz como meteórica
Nacido en 1954 en Nueva York e hijo de padres cubanos ( carpintero él, costurera ella), Menéndez se graduó de abogado en la Rutgers School of Law-Newark en Newark, y en 1980 fue admitido en el Colegio de Abogados de Nueva Jersey, ejerciendo como jurisconsulto de forma privada.
Tempranamente, con 19 años, inició su carrera política siendo aún estudiante y llegó al Senado de Nueva Jersey en 1991 y un año después accedió como congresista por el distrito catorce de Nueva Jersey. En 2006 logró un escaño en el Senado.
La justicia le sigue los pasos
Sus problemas con la justicia datan de 2013, cuando fue investigado por corrupción, enfrentando 18 cargos en su contra.
Fuentes periodísticas como la CNN y el portal Cubadebate divulgaron entonces los correos electrónicos, facturas de hoteles, vacaciones gratuitas, pasajes aéreos y tarjetas de crédito como elementos que probarían los sobornos que recibió.
El juicio a Menéndez comenzó en septiembre de 2017 ante el juez William H. Walls del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito de Nueva Jersey.
Un par de meses después, el propio Walls declaró nulo el juicio en su contra.
Cuba en la mira del senador
Desde su ingreso al Congreso como Representante a la Cámara por Nueva Jersey en 1993, Menéndez fue un fogoso partidario de toda la andanada de medidas unilaterales punitivas contra Cuba, incluyendo la Ley Helms-Burton de 1996.
En su libro The Clinton Tapes: Wrestling History with the President, que recoge las conversaciones confidenciales que sostuvo en la Casa Blanca con el expresidente demócrata entre 1993 y 2001, el historiador Taylor Branch da testimonio de las quejas del exmandatario en torno a un impertinente Menéndez, que presionaba constantemente a Clinton para que sancionara la Ley Helms-Burton y para que aplicara a Cuba el máximo rigor.
“Menéndez se las agenció para que el día de la firma de la Ley Helms Burton en la Casa Blanca, apareciese él en primera fila, opacando incluso al senador Jesse Helms y al representante Dan Burton (autores de la Ley) y a la congresista Ileana Ross-Lehtinen, la más veterana de los representantes cubanoamericanos a la Cámara”, recuerda el exdiplomático y analista cubano Carlos Alzugaray.
Opuesto a la política de deshielo hacia Cuba emprendida por el presidente Barak Obama, y abanderado de meter a la isla en el listado de países patrocinadores de terrorismo, Bob Menéndez “tiene mucho que ver” en la socarrona agenda seguida por la administración Biden hacia La Habana, que en lo esencial no ha revertido “las medidas punitivas que Donald Trump adoptó entre el 2017 y el 2021”, estimó Alzugaray en un artículo para el medio digital La Joven Cuba.