La violencia no se aplaca en Haití pese a la presencia de fuerzas internacionales, y varias localidades han sido blanco de ataques de las pandillas que siembran el terror en ese país.
La pandilla 400 Mawozo obligó a 2100 personas abandonar sus hogares, tras descargar toda su furia sobre el municipio de Ganthier, a 12 kilómetros de la capital haitiana, registró un despacho de Prensa Latina (PL).
Unas 985 familias tuvieron que huir a las localidades de Thiote, Fond-Parisien y Foret des Pins para buscar refugio en casa de amigos y familiares, puntualiza la nota.
El diario digital Haití Libre, por su parte, calificó de extremadamente peligrosa la situación de Ganthier, luego que comenzarán los ataques de las bandas armadas el pasado 21 de julio.
Casi en paralelo, la comunidad haitiana de Archaie, a 44,2 kilómetros de Puerto Príncipe, está aún bajo shock, luego de que pandilleros mataron e hirieron a un número todavía no precisado de pobladores.
Los delincuentes irrumpieron en vehículos motorizados en la madrugada de este miércoles y abrieron fuego con sus fusiles automáticos contra las casas. Aterrorizados, los ciudadanos que huyeron fueron abatidos por los disparos.
Los pandilleros también quemaron varias viviendas de los residentes en la barriada de Bercy, precisó el diario digital Le Facteur Haiti.
En marzo, un informe de la oficina de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) expuso que más de 1500 personas, incluidos muchos niños, habían muerto en Haití en el primer trimestre de 2024, en medio de la grave violencia de las pandillas.
La cifra representa casi un tercio de las víctimas mortales registradas en todo 2023. La crisis no parece tener final, pese a las promesas de estabilidad del Consejo de Transición.
Presencia extranjera de seguridad
Los hechos violentos ocurren cuando la Policía Nacional de Haití prometió iniciar operaciones contundentes contra las milicias criminales, apoyada por los efectivos de Kenia.
En junio, un primer grupo de 400 policías kenianos aterrizó en Puerto Príncipe para enfrentarse a las bandas, en un esfuerzo organizado en gran medida por el gobierno estadounidense, reticente a enviar tropas propias.
Luego, en julio, llegaron otros 200 kenianos. Las tropas de esa nación son las primeras en desplegarse en Haití de una fuerza prevista de 2500 miembros de la policía internacional y soldados de ocho países.
Se espera que en las próximas semanas lleguen policías y soldados de Bahamas, Bangladesh, Barbados, Benín, Chad y Jamaica, para completar la cifra anunciada.
Los efectivos serán desplegados en fases, con un costo de alrededor de 600 millones de dólares al año, según el Consejo de Seguridad de la ONU.
Aunque algunos haitianos han recibido con beneplácito la llegada de los kenianos, otros se muestran cautelosos.
“El temor de los haitianos es que esta misión, como ha ocurrido en el pasado… solo logre una reducción temporal de la violencia”, dijo Diego Da Rin, del International Crisis Group, quien estuvo recientemente en Haití.
Durante años, la policía de Kenia ha enfrentado acusaciones de abusos en su país, que incluyen ejecuciones extrajudiciales.
Muchos recuerdan que una intervención anterior, la misión de pacificación de la ONU (2004-2017), fue duramente cuestionada por acusaciones de violencia sexual y la introducción del cólera, que provocó la muerte de casi 10 mil personas.
Dificultades para formar Consejo Electoral
Entretanto, contradicciones surgidas en el seno del sector religioso entorpecen la formación del Consejo Electoral Provisional de Haití (CEP), un órgano clave para la celebración de comicios generales en la nación caribeña.
La Federación Protestante de Haití no tiene intención de dar marcha atrás en la elección del pastor Peterson Pierre Louis para representar al sector de las religiones reformadas en el CEP, según PL.
De acuerdo con el diario Haití Libre, la Conferencia de Pastores Haitianos y el Consejo Espiritual Nacional de las Iglesias Haitianas siguen denunciando dicha elección.
Hasta ahora solo están confirmados seis de los nueve representantes para el CPE. El último anunciado fue el periodista Jacques Desrosiers, designado por las asociaciones de prensa de todo el país, incluida la Asociación de Periodistas Haitianos.
Mientras, un segundo envío de ayuda humanitaria llegará desde la India a Haití la próxima semana.
El primer lote —recibido por el ministro de Salud Pública, Georges Fils— consistió en una carga de nueve toneladas con bolsas de sangre, además de reactivos inmunohematológicos.
También contenía reactivos para el cribado de agentes infecciosos, 20 mil receptores de transfusiones, una lavadora Elisa y otros equipos de recogida, según reportes de prensa.