Aunque el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) fue restablecido alrededor de la medianoche, este jueves será otro día de apagones en la isla según las previsiones oficiales.
Ya el ministro del sector, Vicente de la O Levy, había advertido que una vez que el SEN fuera enlazado contaría “con una condición similar a antes del colapso”. Y así parece ser.
De acuerdo con el parte de la Unión Eléctrica (UNE), a las 7:00 AM había 550 MW afectados por déficit de generación, una cifra que debe ascender hasta los 850 MW al mediodía.
Lo anterior no contempla 8 MW todavía afectados en Artemisa por las averías en las redes causadas por el huracán Rafael, ni tampoco 12 MW fuera en el municipio santiaguero en Contramaestre por una rotura en la subestación local.
Al amanecer, según la UNE, había 11 unidades de termoeléctricas fuera del sistema por distintas causas, de las cuales tres —la 8 del Mariel, la 1 de Santa Cruz y la 3 de Renté— deben incorporarse para el pico nocturno, cuando la máxima afectación pronosticada es de 1475 MW.
De no poder enlazarse al SEN alguna de ellas, esa afectación sería entonces superior.
Como nota positiva, la afectación por falta de combustible en la jornada es menor que en los días previos. Por esta causa no trabajarán 33 centrales de generación distribuida y la patana de Santiago de Cuba, lo que supone unos 197 MW menos para el SEN.
Cuba padece desde hace varios años de un complejo escenario con la generación eléctrica, provocada por la antigüedad de las plantas generadoras y la difícil situación económica, que afecta las inversiones y los mantenimientos necesarios, así como la importación de combustible.
Los frecuentes apagones de hasta 20 horas en algunas zonas dañan la ya deprimida economía de la isla —que en 2023 se contrajo un 1,9 %, según datos oficiales, y este año podría sufrir otra caída— e impulsan el descontento social en una sociedad gravemente afectada por una severa crisis.