François Bayrou fue nombrado este viernes por el presidente Emmanuel Macron como el nuevo primer ministro de Francia para intentar con su elección cerrar la crisis política que vive el país.
Bayrou, de 73 años, se convertirá en el cuarto jefe del Ejecutivo en lo que va de año y sustituirá al conservador Michel Barnier.
El centrista Bayrou fue recibido a primera hora de la mañana en el Elíseo, donde mantuvo una reunión de casi dos horas con el presidente, antes de que su nombre fuera comunicado pasado el mediodía.
Breaking news: President Emmanuel Macron has selected one of his earliest allies, the centrist politician François Bayrou, as prime minister as he seeks to stabilise political turmoil in France. https://t.co/21YKWSrnZi pic.twitter.com/2JEfBsWM0r
— Financial Times (@FT) December 13, 2024
Bayrou, apunta un reporte de Efe, es un viejo conocido de la política francesa y tendrá la dura labor de superar las divisiones políticas en la Asamblea Nacional, dividida entre la izquierda, ligeramente mayoritaria, los macronistas y la extrema derecha.
Su primera tarea será nombrar un nuevo Gobierno con el que preparar un presupuesto para 2025, el obstáculo en el que cayó Barnier, cuyo Gobierno fue el más efímero del país desde la Segunda Guerra Mundial.
Al optar por François Bayrou, Macron hace una apuesta por el ala más a la izquierda de su alianza, con la esperanza de poder lograr la indulgencia de los socialistas.
El veterano político centrista también cuenta con cierta benevolencia de la extrema derecha de Marine Le Pen, puesto que comparte con ella la aspiración a un sistema electoral más representativo.
Bayrou ha sido dos veces ministro, y en tres ocasiones ha aspirado a la presidencia (2002, 2007 y 2012), carrera que abandonó en 2017 en favor de Macron, en quien vio su aspiración de romper las divisiones entre la izquierda y la derecha.
Su nombramiento al frente del Gobierno, el sexto de Macron en siete años en la Presidencia, ha sido recibido con frialdad entre los diferentes partidos.
Bayrou es una figura muy conocida en la política francesa durante décadas y ha provocado polémica tanto en la izquierda como en la derecha, donde no le cae bien personalmente el influyente expresidente Nicolas Sarkozy, según Euro News.