De camino por Marianao: de La Ceguera al Hospital Militar
Aun con la arraigada crisis económica, la falta de combustible que castiga al transporte, la migración que no cesa, y los mil y un problemas de cada día en la isla, para muchos habaneros este concurrido tramo citadino es parte indisoluble de su cotidianidad.
¿Cuántas personas transitan cada día entre La Ceguera y el Hospital Militar Central de La Habana? ¿Cuántas hacen ese recorrido, en un sentido o en otro, en carro, guagua o a pie, por la céntrica avenida 31, en el municipio habanero de Marianao?
La cifra exacta es imposible conocerla, pero si pudiera saberse, seguramente no será pequeña.
Aun con la arraigada crisis económica, la falta de combustible que castiga al transporte público y privado, la migración que no cesa y los mil y un problemas de cada día en la isla, para muchos habaneros este concurrido tramo de citadino es parte indisoluble de su cotidianidad.
Unos lo transitan de paso, como parte de sus movimientos habituales desde alguna zona de la capital a otra, más allá del tramo en cuestión. Para otros, en cambio, se trata de un recorrido obligado, incluso rutinario, porque viven justamente por allí o en alguno de los barrios aledaños.
También están, lógicamente, los que van hasta esa zona por motivos específicos: porque trabajan o estudian en alguna de las no pocas instituciones ubicadas allí, o porque, en el caso de los distintos hospitales de ese entorno, van a atenderse una dolencia o acompañar a alguien.
Este tramo es, sin dudas, uno de los ejes urbanos de Mariano; uno de sus mejores rostros, si no el mejor. Una zona en la que no falta el verde de los árboles, el cruce de amplias avenidas —como 100 y 25— y que se mantiene mejor conservada que otras no muy distantes al interior del municipio.
Es la zona de la Ciudad Escolar Libertad —antiguo campamento militar de Columbia—, de la bicentenaria Academia de San Alejandro, del conocido Obelisco de Marianao, de hospitales como los ya referidos y otros como Maternidad Obrera y el Pediátrico Juan Manuel Márquez. A ella le acercamos entonces este domingo, gracias al inquieto lente del fotorreportero Otmaro Rodríguez.