Un año después de recibir su título, el neurocientífico español y premio Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) viajó a Cuba como médico militar. Su breve estancia en la isla -12 meses- marcó el rumbo de una vida plasmada en la exposición “Cuba con Cajal”, inaugurada este miércoles en La Habana.
La muestra, expuesta en el Museo Casa Alejandro de Humboldt, enclavado en La Habana Vieja, celebra los 150 años de la estadía en el país caribeño del considerado padre de la neurociencia. La isla, en ese entonces, libraba su guerra de independencia con respecto a España.
Los preparativos de la exposición tardaron casi un año y fueron producto de la colaboración entre Madrid y La Habana. Tuvo el apoyo de la Oficina del Historiador de la capital isleña, así como del español Instituto Cajal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), según relata a EFE Juanjo Rubio, coordinador de la muestra.
La Casa-Museo Alejandro de Humboldt, acoge una exposición sobre el científico español Santiago Ramón y Cajal. Presentes en el acto personalidades de la cultura y la ciencia cubana, y de la embajada de España en Cuba#CubaYSuHistoria #cubaciencia pic.twitter.com/Fgd89ynlVJ
— Academia de Ciencias de Cuba (@ciencias_cuba) February 6, 2025
En principio, las fotografías y los dibujos permanecerán durante tres meses, aunque sus organizadores esperan que parte de la exposición quede permanente.
“Cuba con Cajal” cuenta con una serie de fotografías y dibujos científicos históricos del investigador de los mecanismos que gobiernan la morfología y los procesos conectivos de las células nerviosas.
Aunque la experiencia de Ramón y Cajal en la isla no fue del todo agradable para el científico español, esas mismas experiencias, según Rubio, forjaron su camino.
“En Cuba sucedieron dos acontecimientos que marcaron claramente su trayectoria: por un lado, la malaria (…) el Cajal fuerte que había hecho mucho culturismo (…) volvió a España casi muerto. Y eso le hizo reconducir su carrera a la investigación. Y, además, por la corrupción que había en el Ejército, no le pagaron sus nóminas durante su estancia (…) finalmente, una parte del dinero se lo pagaron y (…) compró su primer microscopio”, asegura.
El neurocientífico español -quien, según los registros de su estancia, quedó enamorado de la ciudad cubana de Camagüey- fue el ganador del Premio Nobel de Medicina en 1906 tras demostrar que el sistema nervioso está formado por células independientes, las neuronas, que se comunican por impulsos electroquímicos.
En 1908 la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana lo designó Académico de Mérito por unanimidad. En 2011 se inauguró la Cátedra Cajal en la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana.
Natural de Aragón, estudió Medicina en Zaragoza y fue médico militar en la Guerra de Cuba. Luego se dedicó a la investigación.
Adelantado a su tiempo, Ramón y Cajal habló hace más de 100 años de la plasticidad neuronal y la capacidad de regeneración de las células nerviosas, ideas entonces cuestionadas, pero que hoy son la base de numerosas líneas terapéuticas y de investigación.