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Donald Trump lo había anunciado un día antes y lo cumplió este lunes. Firmó dos órdenes ejecutivas para imponer aranceles del 25 % a todas las importaciones de acero y aluminio de Estados Unidos.
“Esto es importante, vamos a hacer Estados Unidos rico de nuevo”, dijo Trump desde el Despacho Oval después de hacer efectiva la orden de aumento arancelario, según reseña EFE.
Los nuevos aranceles serán aplicados a nivel global sin “excepciones ni exenciones”, de acuerdo con las declaraciones del mandatario, citadas por el reporte.
El medio español apunta a Canadá como el principal afectado por la medida, al ser el mayor exportador de acero y aluminio a Estados Unidos. Otros países que sentirán el golpe, por el volumen de sus exportaciones al país norteamericano son México, Corea del Sur, Brasil y Vietnam.
“Esto es importante, vamos a hacer Estados Unidos rico de nuevo”, indicó Trump desde el Despacho Oval, después de hacer efectiva la orden de aumento arancelario, que afectará a México, Canadá y Brasil.https://t.co/Z94xgLUz3i
— EFE Noticias (@EFEnoticias) February 10, 2025
No obstante, la CNN señala que, aunque indirectamente, los aranceles están dirigidos en gran medida a China, país con el que Trump ha recrudecido la guerra comercial.
La televisora explica que si bien Estados Unidos importa muy poco acero directamente de China —que es, con diferencia, el mayor productor de acero del mundo—, “el acero chino llega a Estados Unidos de segunda mano. Parte es comprado por países extranjeros y reenviado a EE.UU. Y parte está mal etiquetado y revendido a través de varios canales”.
Reacciones y negociaciones
Durante su primer mandato, Trump ya impuso aranceles del 25 % a las importaciones de acero y del 10 % a las de aluminio, aunque luego concedió exenciones a países como Australia, Brasil, Canadá y México.
Precisamente el primer ministro australiano, Anthony Albanese, dijo este martes que el presidente de Estados Unidos aceptó “considerar” una exención para su país durante una conversación telefónica sostenida entre ambos.
“Le propuse una excepción para Australia y ambos acordamos decir públicamente que el presidente de Estados Unidos está de acuerdo en que se esta considerando una exención en interés de ambos países”, declaró Albanese, citado por EFE.
En 2024, Australia exportó a Estados Unidos 223 mil toneladas de acero y 83 mil toneladas de aluminio, lo que correspondería al 1 % y 2 %, respectivamente, de las importaciones totales estadounidenses, refiere el medio español a partir de datos oficiales.
Por su parte, el Ministro de Innovación, Ciencia e Industria de Canadá, François-Philippe Champagne, aseguró que los aranceles estadounidenses son “totalmente injustificados”, y advirtió que la respuesta de su país sería “clara y calibrada”, señala CNN.
“El acero y el aluminio canadienses apoyan industrias clave en EE.UU., desde la defensa, la construcción naval, la energía hasta la automotriz”, dijo Champagne, quien añadió que Canadá consultaría con sus socios internacionales y examinaría los detalles de los aranceles.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, había dicho previamente que esperaría a que se oficializase el anuncio de Trump para negociar o tomar alguna medida al respecto con “cabeza fría” y “siempre respetando la soberanía”.
Ya Trump pospuso, al menos hasta inicios de marzo, los aranceles que había anunciado antes a los productos mexicanos y canadienses, y que generaron una respuesta recíproca de esas naciones.
Trump en guerra arancelaria
Como ya hizo en su primera mandato, Trump ha convertido a la aplicación de aranceles en uno de sus estandartes, e incluso ha llegado a decir que para él arancel es “la palabra más hermosa en el diccionario”.
Su insistencia en el tema y las repercusiones positivas que estas medidas tienen para Estados Unidos desde su punto de vista contrastan con las advertencias de expertos sobre las consecuencias de enfrascarse en una guerra arancelaría para la economía de Estados Unidos y, en particular, los consumidores finales.
La semana pasada, el mandatario republicano impuso un arancel del 10 % a todas las importaciones chinas, las que se sumaron a los gravámenes ya existentes para los productos de ese país. En represalia, Pekín también impuso aranceles a productos estadounidenses.
La guerra comercial no parece detenerse y este domingo Trump reveló que en las próximas semanas analizaría la imposición de nuevos aranceles a mercancías como los vehículos, semiconductores y los productos farmacéuticos.
Además, adelantó que “probablemente este martes o miércoles” anunciaría aranceles recíprocos a varios países para equiparar los que estos aplican a las exportaciones estadounidenses.
Aunque el mandatario no especificó qué países se verían afectados por esos aranceles recíprocos, analistas apuntan a aliados como los países europeos.
Trump ha criticado el 10 % que la Unión Europea impone a los automóviles importados, muy por encima del 2,5 % que aplica Estados Unidos.