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La misa de entronización de León XIV, el primer papa estadounidense y peruano de la historia, tendrá lugar el próximo domingo 18 a las 10.00 de la mañana, hora local, en la Plaza de San Pedro, reportó la agencia Prensa Latina.
La ceremonia, que reunirá a líderes religiosos y jefes de Estado de buena parte el mundo, marcará el inicio formal de su pontificado y será el punto culminante de una ola de emoción y orgullo que recorre el Perú desde el anuncio de su elección.
Un rito cargado de simbolismo y seguridad
La misa de entronización será presidida por el cardenal protodiacono Dominique Mamberti, quien impondrá al nuevo pontífice el palio, símbolo universal de su jurisdicción.
Por su parte, el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, le colocará el Anillo del Pescador con la imagen de San Pedro, un gesto que representa la autoridad papal y la continuidad apostólica.
Se espera la presencia de cientos de miles de fieles y delegaciones internacionales, incluidos los presidentes de Argentina, Uruguay, Estados Unidos y numerosos jefes de Estado y gobierno.
El Vaticano ha desplegado un operativo de seguridad sin precedentes: 5 000 efectivos, dispositivos antidrones, tiradores, escuadrones antibombas y 2 500 voluntarios y auxiliares garantizarán la seguridad de la ceremonia, que podría reunir cifras similares a las 250 000 personas que asistieron al último adiós al papa Francisco.
Durante la ceremonia, León XIV pronunciará su primera homilía pública como papa, en la que se anticipa que pondrá énfasis en la paz, la justicia social y la cercanía de la Iglesia con los pueblos de América Latina, especialmente con el Perú, su “patria de adopción”.
Un papa con alma peruana
Robert Francis Prevost, ahora León XIV, nació en Chicago, pero su historia está profundamente entrelazada con el Perú.
Su servicio pastoral en Chiclayo durante casi dos décadas, su nacionalización peruana en 2015 y su cercanía con las comunidades locales han hecho que los peruanos lo consideren uno de los suyos.
El impacto de su elección se sintió de inmediato en todo el país: desde Chiclayo hasta Lima, las campanas de las iglesias repicaron, las calles se llenaron de banderolas y camisetas con su imagen, y las redes sociales se inundaron de memes y mensajes de orgullo nacional.
En el emporio comercial de Gamarra, los comerciantes trabajan a contrarreloj para estampar camisetas y pendones con la efigie del nuevo papa, mientras frases como “el ceviche es peruano y el papa lo sabe” o “la papa y el papa son peruanos” se han vuelto virales.
Invitaciones internacionales y la esperanza de una visita al Perú
La elección de León XIV ha reavivado el deseo de varios países de recibir la visita del nuevo pontífice. El presidente argentino Javier Milei viajará al Vaticano para participar en la misa de entronización y aprovechará la ocasión para cursar una invitación formal a León XIV para que visite Argentina, país que no recibió una visita oficial de su antecesor, Francisco.
Hizo otro tanto el cardenal uruguayo Daniel Sturla, quien transmitió una “primera invitación” para que León XIV visite Uruguay, recordando que el último papa en hacerlo fue Juan Pablo II en 1987.
Desde España, el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, anunció que invitará a León XIV a Cataluña para conmemorar el milenario del Monasterio de Montserrat y avanzar en la causa de beatificación de Antoni Gaudí.
“Ya hablaré con él, le transmitiré vuestros deseos”, aseguró Omella, destacando la relevancia de estos eventos para la Iglesia catalana.
Un pontífice para una Iglesia en tiempos de cambio
La llegada de León XIV al trono de San Pedro ocurre en un momento de grandes desafíos para la Iglesia católica y para América Latina.
En su primera homilía tras la elección, el nuevo papa resaltó el papel de la Iglesia en medio de los conflictos del mundo actual y la necesidad de promover la paz y la justicia social.
Su agenda inmediata incluye reuniones con el Colegio Cardenalicio, el rezo del Regina Caeli desde el balcón central de la Basílica de San Pedro y audiencias con periodistas y el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede.
León XIV, un aficionado y practicante del tenis de campo y fanático de los Medias Blancas de Chicago, el equipo del béisbol de las Grandes Ligas, ha confirmado provisionalmente a los máximos cargos de la curia romana, reservándose un tiempo para la reflexión y el diálogo antes de realizar nombramientos definitivos.
Este gesto ha sido interpretado como señal de prudencia y apertura al cambio, en línea con su trayectoria pastoral en el Perú y su cercanía con los problemas sociales de la región.
Compromiso con la justicia y los pobres
El nuevo papa comparte con su predecesor Francisco una profunda sensibilidad y un firme compromiso hacia la justicia, los pobres y los migrantes. Sus primeros gestos como líder religioso y su trayectoria ofrecen indicios de que continuará el legado de Francisco, especialmente en lo relativo a la justicia social y la reforma de la Iglesia.
Antes de asumir el papado, Robert Francis Prevost fue presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, lo que le permitió conocer de cerca los desafíos y oportunidades de la Iglesia en la región.
En su primer mensaje como papa, reafirmó su compromiso con los valores de inclusión y cooperación, señalando que “América Latina es el corazón vibrante de la Iglesia, donde la fe y la comunidad se entrelazan con la esperanza”.
En enero de este año, firmó un acuerdo con la Organización de Estados Iberoamericanos para impulsar proyectos de educación y transformación digital en Iberoamérica, reflejando su interés por el desarrollo integral de la región.