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El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lanzó este jueves una amenaza: Israel reanudará sus operaciones militares en Gaza si Hamás no acepta las condiciones impuestas por su Gobierno al término de la tregua de 60 días que se negocia en Qatar.
Las exigencias israelíes incluyen el desarme total de Hamás, la desmilitarización de Gaza y la exclusión del grupo de cualquier capacidad de gobierno o influencia militar en el enclave palestino.
Netanyahu, desde Washington, subrayó que “si no se logra mediante las negociaciones en 60 días, lo lograremos de otras maneras: usando la fuerza, la fuerza de nuestro heroico ejército”.
Condiciones israelíes y presión internacional
Netanyahu enfatizó que el objetivo de Israel es garantizar que Gaza “no vuelva a representar una amenaza”, insistiendo en que la única vía para un alto al fuego permanente es el cumplimiento estricto de sus demandas.
También extendió la advertencia a Irán, asegurando que si no se alcanza un acuerdo en las negociaciones entre Estados Unidos e Irán, Israel actuará por su cuenta.
La presión internacional se intensifica mientras Estados Unidos y los mediadores en Catar intentan consolidar una tregua que permita la liberación de rehenes y el ingreso de ayuda humanitaria. Sin embargo, Hamás exige la retirada total de las tropas israelíes y garantías de un alto al fuego permanente, condiciones que Israel considera inaceptables.
Exilio para los líderes de Hamás
En paralelo, el ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, propuso el jueves ofrecer “libre tránsito al exilio” para los líderes de Hamás como parte de una solución diplomática para poner fin a la guerra, evocando el precedente de la salida de la OLP de Beirut en 1982.
Esta iniciativa, discutida en reuniones con sus homólogos europeos, busca facilitar un acuerdo de cese al fuego y la liberación progresiva de rehenes, a cambio de la excarcelación de prisioneros palestinos.
A su vez, Saar descartó la transferencia del poder a la Autoridad Nacional Palestina y negó cualquier plan para la expulsión forzosa de la población civil gazatí, insistiendo en que cualquier salida debe ser voluntaria y con la aceptación de terceros países.
Niños asesinados en ataques israelíes y crisis humanitaria
Mientras tanto, la violencia continúa cobrando un alto precio entre la población civil. Un ataque aéreo israelí alcanzó el jueves un centro médico en Deir al-Balah, en el centro de Gaza, matando al menos a diez niños y seis adultos, según autoridades sanitarias locales.
Imágenes verificadas muestran los cuerpos de mujeres y niños entre charcos de sangre, mientras familiares desesperados buscan a sus seres queridos.
El Ministerio de Salud de Gaza reportó que el ataque ocurrió cuando decenas de niños y mujeres esperaban recibir suplementos nutricionales.
Testigos relatan escenas de horror y dolor, con cuerpos de niños alineados en el suelo y familiares llorando desconsolados.
Este episodio se suma a una serie de ataques recientes que han dejado decenas de víctimas infantiles, agravando la ya crítica situación humanitaria en la Franja.
Recientemente, el Ministerio de Salud de Gaza publicó una lista oficial con los nombres de 16 506 niños palestinos asesinados por el ejército israelí en el enclave, cifra que incluye bebés y menores de hasta 17 años y que probablemente subestima la realidad debido a dificultades para el registro completo de las víctimas.
Según datos de las autoridades gazatíes, la ofensiva israelí ha dejado cerca de 57 800 muertos desde octubre de 2023, aunque se teme que la cifra real sea aún mayor.
Primer cargamento de combustible en 130 días es insuficiente para la supervivencia
La ONU anunció este jueves la entrada de unos 75 000 litros de combustible en Gaza, el primer cargamento de este tipo en 130 días.
Sin embargo, Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general António Guterres, advirtió que esta cantidad “no es suficiente para cubrir ni siquiera un día de exigencias energéticas”.
La escasez de combustible amenaza con paralizar servicios esenciales como el suministro de agua potable para decenas de miles de niños y aumentar el riesgo de brotes de enfermedades como el cólera y la disentería.
Dujarric alertó que si no se permite el ingreso inmediato de mayores volúmenes de combustible, servicios cruciales tendrán que cerrar, lo cual agravaría la crisis humanitaria en el enclave.
Protesta de la ONU por sanciones a relatora y tensiones diplomáticas
La tensión diplomática escaló tras la decisión de Estados Unidos de imponer sanciones a Francesca Albanese, relatora especial de la ONU para los Territorios Palestinos, por sus críticas a la política estadounidense e israelí en Gaza.
El secretario general de la ONU calificó las sanciones de “inaceptables” y “peligroso precedente”, defendiendo la independencia de los relatores de derechos humanos.
Organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch condenaron la medida, mientras Albanese denunció “técnicas de intimidación mafiosa” y reafirmó su compromiso con la rendición de cuentas internacional.
Por su parte, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, instó a Estados Unidos a levantar rápidamente las sanciones, subrayando la importancia del trabajo de los relatores para la arquitectura de derechos humanos global.
Francia y Reino Unido impulsan reconocimiento del Estado palestino
En el plano diplomático, el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro británico Keir Starmer reiteraron su compromiso de avanzar hacia el reconocimiento conjunto del Estado de Palestina.
Macron defendió la solución de dos Estados como única vía para una paz duradera y llamó a “unir voces en París, Londres y en todas partes para reconocer un Estado de Palestina e iniciar esta dinámica política”.
Starmer, por su parte, enfatizó que el foco inmediato debe ser lograr un alto el fuego que permita la llegada de ayuda humanitaria y la liberación de rehenes.
La iniciativa se suma al reconocimiento de Palestina ya efectuado por España, Noruega, Irlanda y Eslovenia, mientras Estados Unidos e Israel mantienen su oposición firme a tal reconocimiento.