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Cuba cerró 2024 con una contracción del 1,1 % en su Producto Interno Bruto (PIB), marcando el segundo año consecutivo de retroceso económico, de acuerdo con cifras oficiales dadas este lunes por el ministro de Economía y Planificación, Joaquín Alonso Vázquez.
El dato, que contrasta con la previsión oficial de un crecimiento del 2 %, profundiza la crisis que atraviesa la isla y mantiene la actividad económica un 11 % por debajo de los niveles previos a la pandemia, acumulando un lustro de retrocesos.
Un quinquenio en reversa
La economía cubana no lograba encadenar dos años consecutivos de contracción desde la década de los 90, cuando colapsó el llamado socialismo real en Europa del Este y la Unión Soviética.
Tras la caída del 10,9% en el 2020, el primer año pandémico, el país registró leves crecimientos, por efecto rebote, de 1,3 % y 1,8 % en 2021 y 2022, respectivamente, pero volvió a retroceder 1,9 % en 2023 y ahora suma un nuevo descenso en 2024.
“En los últimos cinco años la actividad económica ha registrado una caída del 11 %”, reconoció este lunes el ministro ante la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento.
El funcionario explicó que el retroceso afecta a todos los sectores, con caídas del 53 % en las producciones primarias (agricultura, ganadería y minería), 23 % en la industria manufacturera y azucarera, y 6 % en los servicios sociales y no sociales.
Factores detrás del declive
El funcionario atribuyó la crisis a una combinación de factores internos y externos, preponderancia y alcance de los segundos. Entre ellos, destacó el “impacto recrudecido” de las sanciones estadounidenses, la “férrea persecución a los flujos financieros” y las “trabas a las transacciones internacionales”, que han dificultado el pago a proveedores y el acceso a insumos fundamentales.
Además, la imposibilidad de adquirir combustibles suficientes para operar el sistema eléctrico nacional, sumada a la caída en los ingresos por turismo y las afectaciones climáticas, han agravado la situación.
“Nos ha faltado energía y nos falta combustible: y sin energía y sin combustible es muy difícil desarrollarnos”, enfatizó Alonso Vázquez, quien también subrayó que el país carece de acceso a créditos internacionales para el desarrollo y enfrenta un “alto endeudamiento externo que se viene atendiendo, se viene gestionando, pero también pesa en el funcionamiento normal de la economía”.
Emergencia energética y desastres naturales
El año 2024 estuvo marcado por dos apagones nacionales, dos huracanes y dos sismos de gran magnitud, fenómenos que obligaron a redirigir los escasos recursos nacionales a la asistencia de los damnificados y la recuperación de infraestructuras críticas. Entretanto, la permanente crisis energética, con prolongados cortes de electricidad, afectó la producción industrial, la agricultura y los servicios esenciales.
Exportaciones e ingresos en divisas
El titular de Economía detalló que al cierre del primer semestre de 2025, los ingresos en divisas por exportaciones se cumplieron al 91% del plan, un 7 % menos que en igual período del año anterior.
El plan de exportaciones de bienes solo se cumplió al 62 %, con caídas en la minería, la miel, el carbón y los biofarmacéuticos, afectadas por el déficit de insumos, energía y combustibles, así como por la disminución de precios internacionales y problemas logísticos.
Aunque algunos rubros como el tabaco, la langosta y los productos pesqueros mostraron cierta recuperación, estos crecimientos resultaron insuficientes para compensar la contracción de otros sectores.
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Medidas de ajuste y planes de recuperación
Ante la crisis, el gobierno implementó un plan de choque a finales de 2023, que incluyó fuertes recortes en el gasto público, aumentos en servicios y una dolarización parcial de la economía.
El ministro Alonso Vázquez no descartó la postergación de “importaciones no prioritarias” para evitar el aumento de impagos a proveedores.
En materia de exportaciones, se aprobaron 29 esquemas de autofinanciamiento en divisas para estimular la productividad, eliminar intermediarios y garantizar la sostenibilidad de las empresas exportadoras.
“Tales esquemas permitirán la recuperación de las empresas exportadoras, y que con ello el incremento de los aportes al país”, sostuvo el ministro.
En el sector energético, los mayores financiamientos se destinaron a los portadores energéticos, aunque persisten “considerables limitaciones por el déficit de combustibles para la generación y en la disponibilidad de recursos para los mantenimientos capitales a las unidades termoeléctricas que constituyen la base del sistema”.
Impacto social y respuesta estatal
La crisis económica se traduce en escasez de productos básicos —alimentos, medicinas, combustible—, inflación galopante, prolongados apagones y una ola migratoria sin precedentes.
A pesar de las restricciones, el Gobierno asegura que mantiene la política de que “nadie quede atrás” con acciones de protección social para familias vulnerables, madres de hijos con discapacidad severa y pensionados con ingresos mínimos.
“Se identificaron y atienden 2 828 nuevas familias en situación de vulnerabilidad económica; se entregaron recursos a 18 506 familias por un valor de 273 millones de pesos”, enumeró Alonso Vázquez.
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2025, perspectivas
De cara al segundo semestre de 2025, el ministro de Economía señaló como prioridades avanzar en la implementación del Programa de Estabilización Macroeconómica, potenciar el ingreso de divisas, impulsar la producción nacional de alimentos y fortalecer la recuperación del sistema eléctrico nacional. También destacó la necesidad de perfeccionar los mecanismos de atención social y de integración entre los actores económicos.
Pese a las dificultades, Alonso Vázquez llamó a la confianza y el trabajo colectivo: “Sí se puede y sí se podrá”, afirmó ante la Asamblea Nacional, subrayando la importancia de “trabajar con creatividad para construir la Cuba que soñamos”.
Ante este panorama y de cara a los meses más peligrosos de la temporada ciclónica, el gobierno proyecta un crecimiento del 1 % para 2025, fundamentado en la recuperación del turismo, el aumento de exportaciones clave y la revitalización de la agricultura y la industria.
Sin embargo, el propio ministro reconoció que la estabilización del sistema electroenergético y la mejora en el balance de combustibles serán factores esenciales para alcanzar ese objetivo.
Acotaciones al discurso oficial
“La CEPAL ha pronosticado un decrecimiento de 0,1% del PIB de Cuba en 2025 (en vez del +1% planificado oficialmente por el gobierno cubano”, acotó en su nicho en X el economista cubano Pedro Monreal.
El Gobierno insiste en que las reformas y los planes de ajuste permitirán revertir la tendencia, aunque los expertos advierten que el camino será largo.
“Estamos al límite de default y eso es fatal para los inversores extranjeros que no quieran colocar su dinero en el país, porque es tremendamente riesgosa la capacidad de pago”, alertó, por su parte, la doctora la doctora Carola Salas, directora del Centro de Investigaciones de Economía Internacional (CIEI) de la Universidad de La Habana.
En una de sus intervenciones en un reciente programa Cuadrando la caja, de la televisión nacional, la experta dijo que “hay que darles señales positivas a los inversores y eso se logra en buena medida con un correcto manejo de la deuda externa”, que “hay que pagarla”.
“Los problemas no se resuelven en la esfera de la circulación…se resuelven en la producción… Los problemas no se resuelven poniendo trabas y poniendo límites o topando precios. Los problemas de la inflación, ¿dónde se resuelve? En la producción […]. Son temas medulares que el país tiene que resolver porque además de que no hay tiempo, el pueblo cubano está sufriendo y eso es algo que hay que resolver, pero inmediatamente y los decisores de política lo saben”, afirmó la economista en el programa, cuyo fragmento se viralizó inmediatamente en las redes.