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La hostilidad del presidente argentino Javier Milei hacia la prensa crece en los albores de una nueva campaña electoral.
Desde el principio de su gestión, Milei ha provocado un creciente enfrentamiento con la prensa argentina. Primero estableció requisitos más estrictos para la acreditación de periodistas en la Casa Rosada como la evaluación de su nivel profesional y el alcance del medio para el cual trabajan.
Luego limitó el número de periodistas con acceso a las salas de prensa en la sede gubernamental “para evitar aglomeraciones y “garantizar las condiciones de seguridad”.
El medio solicitante de la acreditación para un periodista deberá presentar, entre otras cosas, una declaración jurada con datos de su nivel de audiencia elaborados a partir de “fuentes verificables”.
El periodista, por su parte, deberá firmar una declaración jurada comprometiéndose a “respetar las normas de convivencia y condiciones de permanencia” en la sede gubernamental.
Después de 180 días de concedida la acreditacion, los medios deberán declarar nuevamente su índice de audiencia.
Si esa información muestra que dejaron de tener alcance masivo, la acreditación podrá ser suspendida temporalmente.
Diputados opositores salieron al paso de esas medidas en defensa de la libertad de prensa entre distintos sectores de la sociedad.
“Los legisladores habían cuestionado a Milei por las denuncias penales por “calumnias e injurias” que presentó días atrás contra tres periodistas, en una de ellas por considerar que había sido comparado con el dictador alemán Adolf Hitler.
En una entrevista con uno de sus mayores simpatizantes en redes sociales, Milei calificó a los periodistas de “prostitutas” de los políticos.
Sus opositores señalaron que “esta retórica, cada vez más agresiva…pone en cuestión el grado de tolerancia del Gobierno hacia la crítica y la sátira política, elementos esenciales en una sociedad democrática”.
El Sindicato de Prensa de Buenos Aires y otras agrupaciones que representan al sector vienen denunciando hace tiempo que Milei pretende silenciar la información periodística, “vital para la vida democrática”.
“Mierdas”, “basuras humanas”, “mandriles”…son algunos de los insultos que Milei le dedicó en las últimas semanas a periodistas en discursos, entrevistas y en sus redes sociales, donde fueron amplificados por sus seguidores.
Una investigación del diario La Nación contabilizó 410 ataques a la prensa en discursos y entrevistas durante el primer año de presidencia de Milei, con más de 60 periodistas señalados por su nombres.