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Mientras el hambre y la devastación arrasan Gaza, el presidente Donald Trump restó este viernes toda importancia a la histórica decisión de su par francés, Emmanuel Macron, de reconocer un Estado palestino.
Al ser consultado sobre el anuncio de Macron, se limitó a responder desde la Casa Blanca: “Es un buen tipo, me gusta, pero esa declaración no tiene peso. No cambiará nada”.
El desdén de Trump fue explícito y, para muchos, chocante en el contexto de una crisis humanitaria que ya ha cobrado la vida de casi 60 000 palestinos y dejado a más de dos millones de personas en Gaza al borde de la inanición.
La comunidad internacional asiste, aparentemente impotente, a la catástrofe. Las palabras del mandatario estadounidense reflejan el inmovilismo reinante en las altas esferas del poder occidental frente a una de las mayores tragedias contemporáneas.
El gesto francés: entre la indignación israelí y la indiferencia estadounidense
El jueves, Macron anunció en la red social X que formalizará el reconocimiento de Palestina en septiembre ante la Asamblea General de la ONU.
Francia será así el mayor país del G7 en dar ese paso, siguiendo a más de 140 naciones y a recientes adhesiones europeas como las de España, Irlanda, Noruega o Eslovenia.
“Lo urgente hoy es terminar la guerra en Gaza y salvar a la población civil”, declaró Macron. Además, remarcó que Hamás debe desmilitarizarse y Gaza, reconstruida.
La reacción israelí fue de condena. El primer ministro Benjamin Netanyahu acusó a Macron de “recompensar el terror” y convertir esa decisión en un “trampolín para aniquilar a Israel”.
Washington, por su parte, rechazó la iniciativa y en voz del jefe de la diplomacia, Marco Rubio, la tildó de “imprudente” y útil únicamente para “la propaganda de Hamás”.
Gaza: si no mueres por bombas, mueres por hambre
La situación sobre el terreno es dramática. Según los últimos informes de Naciones Unidas, uno de cada tres gazatíes pasa días enteros sin acceso a alimentos. La presencia de la hambruna no deja de aumentar, mientras hospitales y servicios esenciales se precipitan al colapso ante el bloqueo casi total de la entrada de combustibles y suministros.
“La búsqueda de comida nunca debe ser una sentencia de muerte”, advirtió el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, denunciando ataques a familias y niños que únicamente buscan alimento bajo bombas y disparos.
Más de mil palestinos han muerto solo intentando conseguir comida en las últimas semanas. La ONU habla de “niveles de muerte y destrucción sin paralelo en tiempos recientes”.
Las imágenes que llegan de escuelas y tiendas de campaña bombardeadas, de niños desnutridos y cuerpos calcinados, estremecen incluso a los veteranos trabajadores humanitarios.
“El sistema humanitario está siendo negado condiciones mínimas de funcionamiento, negado el espacio para actuar, negada su seguridad para salvar vidas”, resumió Guterres ante el Consejo de Seguridad.
Las autoridades sanitarias de Gaza informaron este viernes otras nueve muertes por hambre y desnutrición en las últimas 24 horas, con lo que el número total de decesos relacionados se eleva a 122 desde que comenzó el actual conflicto en octubre de 2023.
A su vez, la Defensa Civil en Gaza informó que al menos 23 personas murieron este viernes en nuevas operaciones militares israelíes en el territorio palestino y otras cinco fallecieron en un ataque aéreo nocturno.
Europa debate, Reino Unido duda
Mientras Francia toma la iniciativa, otros países europeos debaten el momento adecuado para seguir sus pasos.
Bajo la presión de más de un centenar de parlamentarios y enfrentado a una creciente indignación pública por lo que calificó como escenas “atroces” en Gaza, el primer ministro británico, Keir Starmer admitió que el reconocimiento del Estado palestino debe ser un “paso ineludible”, pero adscrito a un “plan más amplio” que garantice una solución duradera de dos Estados
Starmer, sin embargo, se ha negado a adoptar la decisión de manera unilateral, apostando por una salida de consenso junto a sus aliados más cercanos.
Por contraste, la mayoría laborista y liberal en el Parlamento británico considera que la estatalidad palestina es un “derecho inviolable” y exige su reconocimiento inmediato.
La comunidad internacional ante una crisis moral
La presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja, Mirjana Spoljaric, resumió en Nueva York el sentimiento dominante en las organizaciones humanitarias: “No hay excusa para lo que está ocurriendo. El sufrimiento y la pérdida de dignidad han superado todos los estándares aceptables, tanto legales como morales. Esta tragedia debe terminar ahora, de forma inmediata y decisiva”.
La ONU y sus agencias advierten que el bloqueo israelí se mantiene sobre la entrada de comida, combustible y ayuda esencial. “La ayuda que entra es apenas una gota en el océano,” lamentó Guterres, reclamando un cese inmediato al fuego, la liberación de los rehenes israelíes y el acceso humanitario sin restricciones.
Negociaciones inciertas
Las negociaciones intermitentes por un alto al fuego, mediadas por Egipto y Catar, han logrado pequeños avances, pero la violencia persiste.
Estados Unidos e Israel exploran alternativas para liberar a los rehenes, mientras Hamás insiste en su disposición a negociar si termina la ofensiva.
En paralelo, decenas de países reclaman una respuesta contundente al desastre humanitario, aunque, de momento, los gestos simbólicos como el de Macron parecen no alterar la posición estadounidense.