Cinco periodistas que cubrían la guerra en Gaza, incluyendo corresponsales de Al Jazeera, Reuters y AP, murieron este lunes tras un doble bombardeo israelí contra el Hospital Nasser, en Jan Yunis, al sur del enclave palestino.
Organismos internacionales y gobiernos denuncian una ofensiva que busca silenciar a la prensa y exigen justicia y protección para los profesionales que arriesgan su vida para informar desde el terreno de guerra, signado por las atrocidades cotidianas de los ocupantes.
El ataque, calificado de “accidente trágico” por el primer ministro Benjamin Netanyahu, se enmarca en un patrón sistemático que ha llevado a la muerte de cerca de 245 periodistas en casi dos años de conflicto, que, a su vez, ha provocado el asesinato en masa de palestinos, con cifras que superan las 62 mil víctimas.
Otro hospital como escenario de muerte y silencio forzado
El bombardeo israelí alcanzó la última planta del hospital, un lugar frecuentemente utilizado por periodistas para hacer conexiones en vivo.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, hubo un primer ataque con un dron explosivo, y cuando se intentaba evacuar a los heridos se produjo un segundo bombardeo que acabó con la vida de cinco periodistas y otras 15 personas, entre ellas un rescatista y un estudiante de medicina.
Esta táctica, conocida como “doble impacto”, es considerada ilegal según el Derecho internacional al atacar a quienes acuden a socorrer a las víctimas.
Testimonios y registros gráficos de la agencia AFP mostraron la escena de sangre, escombros y desesperación.
La cámara ensangrentada de Mariam Abu Daqqa, fotorreportera de 33 años colaboradora de la agencia estadounidense AP desde el inicio del conflicto, quedó como símbolo del brutal momento.
Una campaña sistemática para silenciar a la verdad
La cadena catarí Al Jazeera condenó el ataque en los términos “más enérgicos posibles” y lo calificó como parte de una “campaña sistemática para silenciar la verdad”.
La británica agencia Reuters confirmó la muerte de su camarógrafo Husam al Masri cuando transmitía imágenes en vivo, y las lesiones de otro de sus reporteros, Hatem Jaled. Periodistas independientes como Moaz Abu Taha y Ahmed Abu Aziz también fallecieron en el ataque.
La Asociación de la Prensa Extranjera en Jerusalén (FPA) denunció que se trata de uno de los ataques “más letales contra periodistas que trabajan para medios internacionales” desde el inicio de la guerra y demandó explicaciones inmediatas al gobierno de Netanyahu y al ejército israelí.
Las restricciones severas impuestas por Tel Aviv a la cobertura mediática en Gaza dificultan la verificación independiente de los hechos, pero la tendencia a la violencia contra los periodistas está documentada, según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), que registra al menos 192 fallecimientos, mientras que el gobierno de Gaza eleva esa cifra a 245.
Denuncias y llamados internacionales
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó “enérgicamente” el doble ataque y solicitó una investigación imparcial “para hacer justicia”.
Subrayó los peligros extremos que enfrentan los profesionales en zonas de conflicto y reiteró la obligación internacional de proteger a periodistas y personal sanitario.
En paralelo, Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, recordó que tanto los periodistas como los hospitales son “objetivos protegidos por el Derecho internacional humanitario” y deploró que sean blanco de ataques.
Philippe Lazzarini, director de la agencia de la ONU para refugiados palestinos (UNRWA), calificó el bombardeo como un intento de “callar las últimas voces que denuncian la muerte silenciosa de niños por hambruna”.
Igualmente, la ONG Médicos Sin Fronteras expresó su “indignación” y “desconsuelo” por la continuidad de los ataques a profesionales de la salud y periodistas: “En 22 meses hemos visto cómo fuerzas israelíes han arrasado centros sanitarios y silenciado a quienes documentan esta catástrofe”, afirmó Jerome Grimaud, coordinador de emergencias en Gaza.
En Europa, el presidente francés Emmanuel Macron tachó el ataque de “intolerable” y exigió a Israel respetar el Derecho internacional.
Por su parte, el ministro británico de Exteriores, David Lammy, expresó estar “horrorizado” y pidió un alto el fuego inmediato, en tanto España condenó la agresión, calificándola de “flagrante e inaceptable violación del Derecho internacional humanitario”.
Ramala exige a la ONU acción urgente para proteger a civiles y periodistas
Desde Ramala, la Cancillería palestina lanzó un fuerte llamado al Consejo de Seguridad de la ONU para que entre en sesión permanente y asuma la responsabilidad de proteger a los civiles y profesionales de la prensa en los territorios ocupados.
En un comunicado oficial, recogido por la agencia Prensa Latina, responsabilizó directamente al gobierno de Netanyahu por “crímenes de genocidio, desplazamiento, hambruna y anexión” y criticó a la comunidad internacional por su incapacidad para detener dichas acciones y hacer valer la Carta de Naciones Unidas.
El Ministerio de Asuntos Exteriores palestino denunció que mientras en Gaza se imponen bloqueos y ataques sistemáticos contra la población civil, en Cisjordania se avala la violencia de colonos extremistas que actúan con impunidad, aumentando la crisis humanitaria y de derechos humanos.
Además, alertó sobre la inminente reocupación de Gaza promovida por el gobierno israelí, que profundizaría la violencia y el sufrimiento en una decisión que tachó de “ilegal” y que “ no tiene legitimidad alguna”.
Desde el 7 de octubre de 2023 hasta enero de 2025, al menos mil palestinos han muerto en Cisjordania, incluidos 213 niños, como resultado de redadas, ataques militares israelíes y violencia de colonos judíos extremistas.
El comunicado instó a “una acción global decisiva para proteger la solución de dos Estados y poner fin a los crímenes de genocidio y desplazamiento forzado” y llamó a la comunidad internacional a intervenir “de inmediato para detener estos crímenes y garantizar el acceso humanitario sin restricciones”.