La compañía Acosta Danza, bajo la tutela del prestigioso bailarín y coreógrafo cubano Carlos Acosta, celebra este fin de semana en La Habana una década de “sacrificios y entrega” en los escenarios con su fusión de técnicas clásica y contemporánea.
“Han sido diez años de sacrificio, de entrega, de acompañar a Carlos y hacer realidad sus sueños. Estamos felices también por lo logrado”, remarca en diálogo con EFE la directora artística de la compañía, Yaday Ponce.
Acosta (La Habana, 1973) fundó la compañía a finales de 2015, aunque debutó artísticamente en abril de 2016 en medio del boom cultural habanero que vino de la mano del acercamiento entre Cuba y Estados Unidos.

Para Ponce, “esos inicios fueron muy duros: lograr que la gente entendiera qué quería Carlos, un bailarín clásico, haciendo una compañía contemporánea”.
“Entender eso costó un poquito de trabajo, pero creo que se logró”, comenta en la sede de Acosta Danza, en el barrio habanero del Vedado, durante un ensayo previo al estreno de la temporada conmemorativa del aniversario, llamada ‘Una década en movimiento’, que tiene lugar en La Habana este viernes, sábado y domingo.
Un proyecto personal
Acosta, actual director del Royal Ballet de Birmingham, es considerado por los críticos como uno de los mayores referentes de la danza mundial.
Formado en la Escuela Nacional de Ballet de La Habana, consolidó desde muy joven una carrera avalada por numerosas distinciones, incluyendo el Prix De Lausanne de 1990. Se retiró de los escenarios en 2016 luego de 28 años bailando profesionalmente en prestigiosas compañías de Cuba y el mundo.

Fue entonces cuando fundó su propia compañía, dándole vida a un proyecto personal en el que se apropió de las técnicas del ballet clásico y las combinó, con habilidad e imaginación, a la libertad de movimiento propia del baile moderno.
Ponce, quien acompaña al prestigioso bailarán desde los inicios, destaca que “es un director presente todo el tiempo”, aun cuando actualmente resida en Reino Unido.
“Es una figura y un ejemplo para mí, no solo como bailarín, sino también como director. Es muy exigente: con la limpieza, el repertorio… con todo. Está en constante comunicación, presente todo el tiempo, aunque no esté con nosotros”, explica.
Temporada de aniversario
Cada uno de los 14 bailarines que conforman actualmente Acosta Danza -todos jóvenes formados en su propia academia- contagian energía y pasión al ensayar las cuatro piezas con las que celebrarán los diez años.

La velada abarca la interpretación de 98 días del coreógrafo hispano-venezolano Javier de Frutos, inspirado en la estancia del poeta español Federico García Lorca en Cuba; La Ecuación, del cubano Georges Céspedes; y Llamada, con coreografía de Goyo Montero.
El espectáculo cierra con De punta a cabo, de la propia Ponce, a partir de la pieza original del coreógrafo cubano Alexis Fernández, una obra nominada en 2022 al Premio Laurence Olivier de Reino Unido.
Sobre esta última pieza en particular, la joven maestra explica que forma parte del repertorio “desde que se fundó la compañía, y es un reflejo del cubano, una representación de lo que es Cuba, de cómo se siente el cubano, de su manera de moverse”.
“Es integradora porque incluye a los bailarines, músicos, materiales audiovisuales. Es lo que quiso Carlos al crear la compañía en Cuba: que todas las manifestaciones del arte estuvieran integradas en el espectáculo y dar a conocer todo ese talento cubano al mundo”, afirma.
Diversos reconocimientos avalan el trabajo de la compañía, entre ellos el Premio Nacional de Danza (2025) de Reino Unido como Mejor Compañía de Mediano Formato.
Para Ponce, su “mayor logro” personal ha sido la formación de sus propios bailarines: “contar con una unidad artístico-docente como relevo de la compañía con jóvenes de toda Cuba”.
Reportaje de Laura Bécquer.