Más lluvias han vuelto a tensar la situación en varios territorios del oriente cubano a solo dos semanas del devastador paso del huracán Melissa.
Las precipitaciones, asociadas al frente frío llegado este lunes a la isla, han dejado hasta el momento inundaciones en los municipios de Moa y Sagua de Tánamo, en Holguín, y han llevado a aumentar el vertimiento de las presas y reforzar la vigilancia hidrológica en Granma.
Con el terreno todavía saturado por las lluvias e inundaciones causadas por Melissa, varias comunidades y localidades se mantienen alertas a la evolución de estas lluvias, en tanto las autoridades advierten de tomar precauciones y no cruzar o acercarse a los ríos en estas zonas.
En Moa hasta la medianoche de este martes habían caída 116 milímetros, lo que obligó a un “manejo acelerado” de las compuertas de la derivadora de la localidad, “para desembalsar agua y evitar accidentes en la obra hidráulica y aguas abajo”, según la periodista Yulieska Hernández.
Ello hizo crecer el río Cabaña más de tres metros sobre su cauce e inundó el barrio ECRIN, por lo que las autoridades debieron evacuar con rapidez a un centenar de personas a un centro de protección estatal y otras zonas seguras.
De acuerdo con la comunicadora, el pronóstico es que continúen las lluvias y se mantenga el riesgo de inundación, por lo que se pide a los pobladores del lugar cumplir con las medidas de protección ante este tipo de eventos.
En Sagua de Tánamo y Granma
Por su parte, en el también municipio holguinero de Sagua de Tánamo, las autoridades debieron avisar con prontitud a los vecinos de las zonas bajas por la crecida del río Sagua debido a las lluvias prolongadas en ese territorio, informó la periodista Yulianela Bárzaga.
Según precisó en una segunda publicación, los niveles de agua no habían sido esta vez tan altos como en la creciente por Melissa, pero llegaron a penetrar en varias viviendas, mientras unos 2500 pobladores “efectuaron la autoevacuación protegiendo por encima de todo sus vidas”.
Aunque horas después las aguas iban en descenso, aún llovía a intervalos y se mantenía la vigilancia por parte de las autoridades, mientras se pedía disciplina y precaución a los sagüeros.
Mientras, en Granma varias presas que ya se encontraban aliviando tras el huracán debieron aumentar el ritmo de vertimiento, entre ellas Corojo, Paso Malo y la Derivadora Yao.
Ante esta situación, los Consejos de Defensa de varios municipios fueron alertados para tomar medidas preventivas y monitorear la situación, según reportes de la prensa provincial. Entre los territorios en esta situación se hallan Yara, Manzanillo, Guisa y Bayamo.
Especial atención motiva el municipio de Yara, hacia donde derivan las aguas de las zonas montañosas y que se encuentra saturado por el azote de Melissa. Allí, como prevención, se evacuaron unos 50 pobladores de la comunidad de Los Rivero, según explicó Yudelkis Ortiz, presidenta del Consejo de Defensa Provincial.
No obstante, según las autoridades y medios oficiales hasta el momento no existía peligro de inundaciones en ese territorio, aunque se vigilaba el escenario hidrológico para la toma de las medidas que fuesen necesarias.










