El Gobierno cubano confirmó este lunes 33 muertos por chikungunya y dengue, 21 de ellos menores de edad, en la primera ocasión en la que se informa de fallecimientos por la epidemia de estas arbovirosis que sufre el país.
La viceministra de Salud, Carilda Peña, explicó en televisión nacional que 21 personas fallecieron por chikungunya (14 de ellos menores de edad) y 12 fallecieron por dengue (con 7 menores de edad).
Peña confirmó que, salvo Matanzas y la Isla de la Juventud, el resto de las provincias se encuentran en zona epidémica de fiebre, con un aumento sostenido en varios territorios, mientras el dengue y el chikungunya siguen activos en las 14 provincias, 43 municipios y 51 áreas de salud.
En la última semana, se notificaron 5717 casos nuevos de chikungunya, la mayoría por sospecha clínico-epidemiológica, lo que eleva el acumulado a 38 938 (37 678 sospechosos y 1 260 confirmados por PCR). El dengue permanece en todo el país sin excepción.
La viceministra explicó que, ante la situación epidémica, los casos con síntomas claros se consideran positivos aunque no tengan PCR confirmatorio, porque la prueba definitiva se reserva para situaciones específicas.
El índice de infestación por Aedes aegypti subió a 0,89, con Camagüey, Pinar del Río, Santiago de Cuba, Sancti Spíritus y La Habana como las provincias con mayores valores. Sin embargo, el tratamiento adulticida mejoró del 79 % al 90 % de lo planificado.
Durante una reunión el fin de semana, el Gobierno cubano analizó, entre otros asuntos, la situación epidemiológica. Allí se afirmó que las gestantes, los ancianos solos y menores de tres años, se atienden “de manera diferenciada”. En la capital están hospitalizados 148 adultos, 112 gestantes a término, y 162 niños pequeños.
De igual forma, se informó que van seis semanas de “fumigación intensiva con tratamiento adulticida”, con “un universo de 303 600 viviendas”, aunque no se aclaró cuántas de esas casas fueron realmente fumigadas en la última semana.
La epidemia, término usado por primera vez por el Gobierno cubano el pasado 12 de noviembre para caracterizar al actual brote de estas dos enfermedades, encontró en Cuba terreno fértil para extenderse meses después de detectados los primeros casos el pasado julio en Matanzas.
En los últimos días, las autoridades de Salud confirmaron que solo en noviembre se habían detectado ya más de 10 mil casos de chikungunya, con un promedio de más de 500 casos diarios, aunque los más recientes reportes oficiales superan e, incluso, casi duplican esa cifra.
La actual crisis económica de Cuba limita la capacidad de prevención, principalmente mediante la fumigación masiva contra los mosquitos. También las acciones de control, la aplicación de tests para confirmar el tipo de enfermedad y la atención a los enfermos.
En este escenario, las autoridades de Salud admiten que las cifras oficiales son un subregistro, porque un buen número de enfermos no acude a los hospitales. Por ello, el número de casos reales resulta seguramente superior a los que se reportan de manera oficial.
OnCuba/EFE.









