Autoridades sanitarias estimaron este martes que el país podría entrar en breve en “una etapa de control” de la epidemia doble de chikungunya y dengue, que suma ya cerca de 70 mil infectados.
La viceministra de Salud Pública, Carilda Peña, hizo estas declaraciones en la televisión cubana, donde indicó que el mantenimiento de la tendencia bajista de las nuevas infecciones en las últimas semanas lleva a pensar que el brote podría controlarse en el corto plazo.
“El país continúa con igual tendencia, por lo que parece que vamos a entrar en más breve tiempo en una etapa de control” de la epidemia, explicó.
Peña informó que en la jornada previa se diagnosticaron 2069 nuevos casos de síndrome febril inespecífico. La fiebre alta es el primer síntoma tanto del dengue como del chikungunya y sólo es después que se puede definir la enfermedad con precisión.
Esta cifra de casos de síndrome febril inespecífico es claramente inferior a los registros de la semana previa, 1000 menos, dijo la funcionaria.
Además, se diagnosticaron 324 nuevos casos de chikungunya, con lo que el total de infectados por esta enfermedad en el actual brote en Cuba se eleva a 42 339.
Peña volvió a no ofrecer los datos de casos de dengue. No obstante, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que emplea cifras oficiales cubanas, indicó este lunes que el número de casos de esta enfermedad en lo que va de año en Cuba ascendía a finales de noviembre a 25 995.
El Gobierno cubano ha explicado en repetidas ocasiones que estas cifras de infectados son un subregistro porque muchos enfermos no acuden a los centros médicos.
La viceministra de Salud Pública señaló asimismo que 71 personas permanecen en cuidados intensivos por dengue o chikungunya (una más que la jornada previa). De ellos, diez se encuentran en estado crítico, pero estable (nueve son menores de edad).
El Gobierno cubano reconoció el 12 de noviembre que el país sufría una epidemia de chikungunya y dengue, pese a que los primeros casos se diagnosticaron en junio y a los miles de casos registrados en septiembre y octubre.
La epidemia ha encontrado en Cuba un terreno fértil para extenderse debido a la grave crisis económica que padece el país, hecho que limita la capacidad de prevención y control, y la atención a los enfermos por falta de medicamentos y otros insumos sanitarios.
Efe/OnCuba.









