Un Chaplin cubano transita las calles y alguno de los eventos más populares de La Habana. Casi treinta años debajo del bombín, con el bastón en la mano y las botas cansadas, Eddy Almirante va por la ciudad generando sonrisas. Cree que eso es lo que más falta le hace a los cubanos. Pero también a él: el espíritu de Chaplin lo hace superar sus propias tristezas.
Es un personaje interesante, miembro de una familia de actores y directores de televisión donde él quizás sea el de la sensibilidad más especial. Me lo encontraba a cada rato en el Pabellón Cuba, y si mal no recuerdo, incluso, en las Romerías de Mayo. Es una presencia casi constante en el Vedado habanero. Se merece que le hagan un documental.
Este Chaplin siempre anda en el Huron Azul de la Uneac o en cualquier inauguración de exposiciones de artes plásticas tomando y payaseando. He visto también como a veces viene algún muchachón, le quita el sombrero y se va corriendo y atrás va el Chaplin a buscar su sombrero y a esa hora pierde su caminado de saltimbanqui. Patetico
Buena entrevista, un hombre noble sin duda, no sabia q era hijo de Enrique Almirante.
Eduardito es el menor, estaba Enriquito y la niña Virgiinia, hijos de mi tia Cachela, en su segundo matrimonio tuvo a Carlos Enrique, que ahora vive en Miami