Años que valen la pena
Hace cinco años comenzamos OnCuba. Opto por no mencionar nombres, pero puedo decir con total convicción que lo conquistado ha sido gracias a un esfuerzo colectivo; todos los que están y han estado en OnCuba se han enamorado de su trabajo, cada quien ha dejado huella y camino.
Trabajamos un buen tiempo en “oficinas itinerantes”, en las casas de personas del equipo (algunas se convirtieron en verdaderas comunas), hasta en cafeterías que abríamos y cerrábamos consumiendo solo agua y café. Con una conexión a Internet que multiplicaba los tiempos al infinito; imprimíamos en negocios particulares, haciendo coberturas mirando la televisión y dictando por teléfono… Los tiempos de fundación tienen un encanto especial.
No imaginamos el alcance que íbamos a tener en tan poco tiempo, así que hemos ido reiventándonos constantemente, siempre pienso que somos algo en construcción y que no tenemos metas finales, siempre las corremos, como los límites.
Muchísimos nos agradecen, otros nos acusan: en Cuba algunos nos etiquetan de disidentes, y en Estados Unidos de estar al servicio del gobierno cubano. Y es que nuestra Isla despierta pasiones encontradas y suele ser vista desde posiciones terminantes.
Nosotros tenemos motivos para celebrar: cientos de miles de personas se informan de Cuba a través de nosotros; miles de norteamericanos han entrado en contacto con información sobre la Isla gracias a una distribución sin precedentes en el territorio norteamericano; cientos de miles de cubanos nos siguen desde todas partes del mundo, felices de encontrar por fin no la caricatura de la Isla, sino su riqueza cultural, humana y belleza impresionantes; un país que, en medio de un período de transformaciones, tiene tanto de qué alegrarse como de qué lamentarse.
Cientos de colaboradores, jóvenes y consagrados, han hallado en OnCuba un espacio para compartir su manera de ver y vivir la Isla (desde el amor, que puede ser tan implacable como sublime).
Gracias siempre a quienes iniciaron el camino, a quienes lo continúan, a quienes nos han apoyado, a quienes nos siguen y son parte… Y, claro está, gracias también a la crítica que nos obliga a cuestionarnos e intentar ser mejores.