Cuba envió a Venezuela una nueva partida de vacunas contra la COVID-19, con más de un millón de dosis, dentro del acuerdo alcanzado entre los dos países.
Según informó este domingo el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), institución estatal de productos biotecnológicos y farmacéuticos, el lote es de la fórmula Abdala, una de las tres que ha elaborado Cuba contra el coronavirus.
“Un nuevo envío de más de un millón de dosis de la primera vacuna anti-COVID-19 de Latinoamérica permitirá continuar la inmunización de nuestros hermanos venezolanos a partir de 2 años de edad”, indicó el CIGB en Twitter.
Otro vuelo cargado con #Abdala viajó de La Habana a Caracas. Un nuevo envío de más de un millón de dosis de la primera vacuna anti-COVID-19 de Latinoamérica permitirá continuar la inmunización de nuestros hermanos venezolanos a partir de 2 años de edad. #CubaEsSolidadridad pic.twitter.com/yl47DTBdBj
— CIGBCuba (@CIGBCuba) November 28, 2021
El envío es parte del acuerdo alcanzado entre La Habana y Caracas por el que Venezuela recibirá hasta final de año 16 millones de dosis de la vacuna Abdala, según explicó el presidente venezolano, Nicolás Maduro. Hasta el momento se han enviado alrededor de ocho millones de dosis.
El envío anterior, de cerca de 1,5 millones de dosis, tuvo lugar el 19 de noviembre, y el primero, con 900.000, se efectuó el 3 de octubre.
Abdala, la primera vacuna contra la COVID-19 desarrollada en Latinoamérica, es una fórmula de subunidad basada en el sitio de unión al receptor (RBD) de la proteína S del virus –el tipo de plataforma en el que los científicos cubanos tienen mayor experiencia– y tiene un esquema de administración intramuscular de tres inyecciones en 28 días.
El Centro para el Control Estatal de Medicamentos (CECMED) cubano autorizó el uso de emergencia de este fármaco el pasado julio. Los ensayos clínicos de la vacuna creada por el CIGB mostraron una eficacia del 92,2 %.
Venezuela es, junto a Irán, Vietnam y Nicaragua, uno de los países que han recibido vacunas de facturación cubana.
Cuba no integra el mecanismo Covax, creado por la Organización Mundial de la Salud para que los países de bajos y medios ingresos accedan a las vacunas, ni tampoco las compró en el mercado internacional para inmunizar a su población y, en cambio, apostó a su desarrollo en la propia Isla, donde ya la mayor parte de la población mayor de dos años ha sido inmunizada y ya comenzó la aplicación de dosis de refuerzo.