Michael Madsen, uno de los tipos duros más conocidos de Hollywood en las últimas décadas, murió este jueves en California, Estados Unidos. Tenía 67 años.
El actor, nacido en Chicago en 1957, fue hallado inconsciente en su casa de Malibú y declarado muerto en el lugar. Su representante, Ron Smith, informó que un paro cardíaco fue la causa de su fallecimiento, según diversos reportes de prensa.
Madsen desarrolló una prolífera carrera en el cine desde su debut en los años 80 y tras vincularse al teatro de la mano de John Malkovich. En la gran pantalla se consagró en papeles de antihéroe, ya fuera como detective o delincuente, y rodó “más películas de serie B de las que le habría gustado mencionar”, reseña The New York Times.
No obstante, aun sin grandes protagónicos brilló especialmente en filmes de Quentin Tarantino y se involucró también en conocidos títulos de los años 90 y las primeras décadas de este siglo.
D.E.P. Michael Madsen Una voz rota, una mirada de plomo, un aura inconfundible. Michael Madsen ha fallecido y con él se va una de las presencias más magnéticas del cine estadounidense de las últimas décadas. Fue Mr. Blonde en ‘Reservoir Dogs’, el hombre que bailaba antes de… pic.twitter.com/EWzZlobV77
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Junto a Tarantino filmó películas como Reservoir Dogs —en la que interpretó a Mr. Blonde, uno de sus personajes más celebrados—, Kill Bill, The Hateful Eight (Los odiosos ocho) y Once Upon a Time in Hollywood (Érase una vez en Hollywood), con lo que se convirtió en uno de los actores fetiches del célebre director.
Otras recordadas cintas en su trayectoria son Thelma & Louise, The Doors, Donnie Brasco —junto a Al Pacino y Johny Depp—, Free Willy (Liberen a Willy), el oeste Wyatt Earp, Sin City y el drama deportivo Strength and Honour (Fuerza y Honor).
Además, también trabajó en la televisión, prestó su voz a videojuegos y publicó libros de poesía.

Madsen “tenía el aire de un villano atemporal de Hollywood que parecía haber salido de una película de cine negro de los años cuarenta”, apunta el Times en su obituario.
Esa imagen de tipo duro se fraguó dentro y también fuera de las pantallas, donde incluso protagonizó algunos incidentes de violencia, de los que luego se desmarcó.
“Creo que la gente realmente me tiene miedo”, dijo en una entrevista de 2018. “Pero yo no soy ese tipo. Solo soy un actor”, señaló entonces.