Irán respondió a Estados Unidos por el asesinato de un alto general y lanzó una serie de misiles tierra-tierra contra dos bases iraquíes donde hay tropas estadounidenses estacionadas, advirtiendo al gobierno estadounidense y a sus aliados en la región que se abstengan de represalias.
Los ataques iraníes representan una enorme escalada en las tensiones que han ido en aumento constante en todo Medio Oriente en los últimos meses después de la decisión del presidente Donald Trump de retirar unilateralmente a su país de un acuerdo nuclear entre Teherán y las potencias mundiales.
La televisión estatal de Irán señaló que el ataque fue en venganza por la muerte del general de la Guardia Revolucionaria Qassem Soleimani, cuyo funeral el martes dio pie a llamados a vengar su muerte.
La muerte de Soleimani y los ataques con misiles también representan la primera ocasión en los últimos años en que Washington y Teherán intercambian ataques directos en la región. La ofensiva incrementó la posibilidad de un conflicto abierto entre los dos países, que han sido enemigos desde los primeros días de la Revolución Islámica en Irán en 1979.
Funcionarios estadounidenses confirmaron los ataques, aunque Irán solo ha reconocido haber atacado una base. De momento no había reportes sobre víctimas.
La Guardia Revolucionaria de Irán le advirtió a Estados Unidos y a sus aliados regionales que no tomen represalias por el ataque con misiles contra la base aérea Ain Assad en la provincia iraquí de Anbar, en el oeste del país, según un comunicado difundido por la agencia noticiosa estatal IRNA.
“Les estamos advirtiendo a todos los aliados estadounidenses, que le dieron sus bases a su ejército terrorista, que cualquier territorio que sea el punto de inicio de actos agresivos contra Irán será atacado”, afirmó la Guardia Revolucionaria, que también amenazó a Israel.
Después del ataque, un exnegociador iraní publicó en Twitter la bandera de la República Islámica, aparentemente copiando lo hecho por Trump, quien tuiteó una imagen de la bandera de Estados Unidos poco después del abatimiento de Soleimani y de otras personas en un ataque con dron el viernes en Bagdad.
La base Ain Assad fue utilizada por las tropas de Estados Unidos por primera vez después de la invasión de 2003 en la que fue derrocado el dictador Saddam Hussein, y posteriormente volvieron allí para combatir al grupo Estado Islámico en Iraq y Siria. Hay unos 1.500 efectivos de la coalición estadounidense estacionados ahí.
Al operativo se le llamó “Mártir Soleimani”, añadió la televisora iraní. Agregó que la división aeroespacial de la Guardia Revolucionaria, que controla el programa de misiles de Irán, lanzó el ataque. Teherán señaló que divulgará más información posteriormente.
Estados Unidos también reconoció otro ataque con misiles contra una base en Irbil, en la región kurda de Iraq.
Alrededor de 70 soldados noruegos se encontraban en la base aérea, pero no se había reportado algún herido, comentó Brynjar Stordal, portavoz de las Fuerzas Armadas de Noruega, a The Associated Press durante una entrevista telefónica.