Apenas tres días antes de que Reino Unido se convirtiera en el primer país en abandonar la Unión Europea, el bloque accedió el lunes a demorar el Brexit hasta el 31 de enero de 2020.
Tras una reunión muy breve de diplomáticos en Bruselas, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo en Twitter que los otros 27 miembros del grupo aceptarían “la petición británica de una ‘flextensión’ del Brexit hasta el 31 de enero de 2020”.
The EU27 has agreed that it will accept the UK's request for a #Brexit flextension until 31 January 2020. The decision is expected to be formalised through a written procedure.
— Charles Michel (@eucopresident) October 28, 2019
En Londres, el vocero del primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que era culpa del Parlamento, y no del mandatario, que hiciera falta una nueva prórroga.
Johnson consiguió “un nuevo gran acuerdo, estableció un calendario que habría permitido a Reino Unido salir el 31 de octubre con ese acuerdo, y el Parlamento lo bloqueó”, afirmó el portavoz, James Slack.
Tusk añadió que se esperaba formalizar la decisión por escrito, lo que implicaría que probablemente no haría falta una cumbre extraordinaria de jefes de gobierno para aprobar la medida.
Dos diplomáticos dijeron a The Associated Press que el término “flextensión” alude a que Reinno Unido podría abandonar el grupo antes si el acuerdo de salida alcanzado este mes por Johnson y la UE se ratifica antes del 31 de enero. En ese caso, los británicos saldrían de la UE en el primer día del mes siguiente a la ratificación.
El acuerdo de salida del Brexit no puede renegociarse durante la prórroga, señaló un diplomático en declaraciones bajo condición de anonimato porque los detalles sobre la decisión aún no se habían hecho públicos.
Johnson no hizo comentarios en un primer momento sobre el anuncio de Tusk, pero según una ley aprobada por el Parlamento británico que le obligó a solicitar una extensión que no quería, Johnson debe notificar a Tusk que su país acepta el aplazamiento.
El mandatario había dicho que preferiría estar “muerto en una cuneta” antes de aceptar un retraso en el Brexit más allá del 31 de octubre. Desde que sucedió en el cargo a Theresa May, ha repetido que su objetivo era ejecutar el Brexit, y su aparente disposición a valorar un Brexit sin acuerdo de salida ha asustado a muchos parlamentarios de su país.
Los economistas dicen que un Brexit “duro” dañaría las economías británica y de la UE.
“Fue una reunión muy corta y eficiente y constructiva, y estoy contento de que se haya tomado la decisión”, dijo a su salida del encuentro el negociador de la UE para el Brexit, Michel Barnier, que declinó dar más detalles sobre las conversaciones.
Es la segunda vez que se retrasa la fecha desde el referendo en 2016 sobre la salida británica de la UE.
Mientras tanto, los políticos británicos estaban inmersos en disputas sobre qué hacer con el tiempo adicional.
Legisladores británicos tenían una votación sobre un adelanto electoral para intentar romper el bloqueo en torno al Brexit. Johnson quiere celebrar elecciones el 12 de diciembre, pero parece improbable que consiga el apoyo necesario, dos tercios de la cámara.
Dos partidos opositores querían proponer unos comicios el 9 de diciembre si la propuesta de Johnson no tenía éxito.
El gobernante Partido Conservador está muy interesado en adelantar las elecciones para ganar peso en el Parlamento, pero choca con la resistencia del principal grupo opositor, el Partido Laborista, que cree que el país podría verse envuelto en una artimaña para salir de la UE sin acuerdo.
Proponer elecciones el 9 de diciembre es un esfuerzo de obligar a Johnson a retrasar el debate parlamentario sobre su acuerdo de Brexit hasta después de las elecciones, lo que podría privarle de una posible victoria en su tema estrella. Hace que el gobierno de Johnson se vea obligado a elegir entre adelantar los comicios para ganar influencia en el Parlamento y su objetivo de aplicar el Brexit antes de esas elecciones.
En un principio, Francia era reacia a ampliar la fecha límite de salida más allá del 31 de octubre. Sin embargo, la ministra gala de Asuntos Europeos, Amélie de Montchalin, dijo que la perspectiva de nuevas elecciones en Reino Unido justificaba un nuevo aplazamiento.
Lo importante ahora, señaló, es que “los británicos y los europeos comprendan que, si hay más semanas o meses, no es para posponer decisiones difíciles sino para ponernos en posición de aclarar la situación”.
Montchalin también sugirió que Gran Bretaña aún puede dar marcha atrás en su decisión de abandonar el bloque y revocar el Artículo 50, lo que implicaría que el país permanece en la UE y cancela el Brexit.
“El primer ministro puede levantar el teléfono y llamar a Bruselas para decir: lo paro todo”, afirmó.