Cuando se habla de avenidas de La Habana vienen a la mente célebres arterias de la mayor urbe de Cuba: la siempre concurrida Carlos III, la icónica avenida Malecón, 23 y la Avenida de los Presidentes en el Vedado, la Quinta Avenida de Miramar, Santa Catalina y sus flamboyanes…
Sin embargo, entre todas ellas —y algunas más que gozan de semejante reputación y son céntricas— habría que incluir también alguna que otra quizá de menor renombre, más periférica por su ubicación, pero no por ello menos importante en sus respectivos entornos y en el entramado citadino de la capital.
Este es el caso de la avenida María Auxiliadora.
Situada en Víbora Park, en el hoy municipio de Arroyo Naranjo, esta arteria habanera es fruto del desarrollo urbanístico de la ciudad en la primera mitad del siglo XX. Entonces, en plena expansión de los asentamientos en aquella zona, se hizo necesario remodelar las vías existentes, lo que convirtió una estrecha calle, conocida hasta entonces como Marimón, en la actual avenida.
La misma debe su nombre al Colegio María Auxiliadora, de la congregación católica salesiana y enclavado en la intersección de esa propia vía y la avenida Porvenir. La prominencia de esa institución ya a la altura de 1950 y el propio crecimiento urbano en sus alrededores sirvieron de catalizador para la transformación de la avenida.
Tras terminarse los trabajos de remodelación, en abril de 1954, la Cámara Municipal de La Habana decidió por unanimidad nombrar la calle como María Auxiliadora y autorizó el emplazamiento en la misma de una imagen de la virgen. El 24 de mayo de ese propio año, la escultura fue situada en la intersección de la nueva avenida y la Calzada de Diez de Octubre.
La escultura, única imagen pública de su tipo en la capital cubana, se ha mantenido ya por 71 años en ese lugar, convertida en un símbolo de la comunidad y también un lugar al que llegan mujeres a colocar ofrendas y pedir por la protección de sus hijos nacidos o por nacer. En 2019 fue restaurada en el contexto de las celebraciones por el aniversario 500 de La Habana.
La avenida María Auxiliadora, en particular el tramo entre 10 de Octubre y Porvenir, es una zona tranquila, mayormente residencial, con viviendas e instituciones como la escuela secundaria Rafael Carini y la Biblioteca municipal Manuel Cofiño, que ocupa una antigua iglesia. Otra edificación emblemática es la Casa de la Cultura Justo Vega, donde otrora estuvo la funeraria Mauline.
Aunque lejos del Vedado, Miramar o del centro histórico de la ciudad, María Auxiliadora es también testigo de la cotidianidad habanera, de los efectos de la crisis y el paso del tiempo. A esta avenida, sus lugares y su gente, nos acerca este domingo a través de sus fotografías nuestro corresponsal Otmaro Rodríguez.