En medio del colapso del sistema electroenergético en la isla por una "desonexión total", la capital cubana sufrió este viernes, como toda Cuba, un apagón general.
La Habana tuvo este viernes un día inusual, más oscuro de lo habitual.
Aunque los apagones han venido siendo cada vez más largos y frecuentes en la capital —en especial en los últimos días de récords negativos en el déficit de generación en la isla—, el impacto de la crisis eléctrica siempre había sido menos severo en la mayor urbe cubana.
Hasta ayer.
Una “desconexión total”, provocada por una avería imprevista en la termoeléctrica Antonio Guiteras, dejó a todo el país en “cero cobertura energética” y La Habana toda, como toda Cuba, se sumió en la oscuridad de un apagón general.
El colapso del sistema eléctrico, justo unas horas después de que el Gobierno hubiese anunciado una “emergencia energética nacional”, convirtió en un anacronismo la planificación oficial de apagones, y multiplicó las penumbras en una ciudad ya de por sí oscura, nublada.
El apagón total cayó como un chaparrón de incertidumbre y molestia sobre La Habana y su gente, un escenario ya tristemente cotidiano para muchos cubanos en otras partes de la isla, pero no para la mayoría de los habaneros.
La oscuridad se cernió sobre una urbe empapada por las lluvias de los últimos días, encharcada y maloliente, con sus esquinas desbordadas de basura y sus carencias y dificultades, que aún así no se detuvo por completo y siguió con su vida lo mejor que pudo.
Aun en apagón, alguna gente siguió en lo suyo, allí donde las plantas de combustible permitían el lujo de la luz y también donde no, en la calle, los mercados, las paradas de guagua, los negocios privados. Otros se sentaron a esperar, a maldecir, resignados, impotentes, preocupados.
Poco a poco, en algunas zonas y lugares, la electricidad empezó a llegar. En otros, en cambio, el apagón fue el signo de la noche y la madrugada. Sin embargo, una nueva desconexión esta mañana volvió a oscurecer toda la ciudad.
Con el fin de semana por delante, mientras se trabaja por restaurar el sistema eléctrico en todo el país, quedan estas imágenes de Otmaro Rodríguez como testimonio de un viernes inusual, empapado y oscuro en La Habana.
En la Habana es donde menos se va la corriente en Cuba. Eso si, es donde mas basura regada en mas calles hay. Lo cual no tiene nada que ver con los apagones.
En la Habana es donde menos se va la corriente en Cuba. Eso si, es donde mas basura regada en mas calles hay. Lo cual no tiene nada que ver con los apagones.