Cisjordania, más muerte y detenciones desde que estalló la guerra

La tensión en Cisjordania no es nueva, la región está sumida en una creciente espiral de violencia desde hace dos años; y los bombardeos en Gaza han acelerado el baño de sangre.

A pesar de las incursiones del ejército de Israel y los ataques de colonos, la vida intenta seguir su cauce en el campo de refugiados palestinos de Nur Shams, en Cisjordania ocupada. Foto: Alejandro Ernesto.

A pesar de las incursiones del ejército de Israel y los ataques de colonos, la vida intenta seguir su cauce en el campo de refugiados palestinos de Nur Shams, en Cisjordania ocupada. Foto: Alejandro Ernesto.

El cementerio del campo de refugiados de Nur Shams, en Tulkarem, es pequeño. Cae la tarde y, bajo una luz dorada, varios jóvenes rezan junto a tumbas cubiertas por banderas palestinas o de la Yihad Islámica. En ellas están enterradas las trece víctimas fatales de la más reciente incursión del ejército de Israel, el pasado jueves, en esta localidad del norte de Cisjordania ocupada.

Fueron 27 horas de enfrentamientos armados: fuego y proyectiles lanzados desde helicópteros Apache e incluso disparos desde un dron, que convirtieron en escombros el club social de Nur Shams. Fue un combate poco frecuente en Cisjordania, en el que también falleció un policía de fronteras israelí.

Palestinos rezan en el cementerio del campo de refugiados de Nur Shams, junto a las tumbas de sus compañeros muertos en combate contra el ejército de Israel. Foto: Alejandro Ernesto.
Palestinos rezan en el cementerio del campo de refugiados de Nur Shams, junto a las tumbas de sus compañeros muertos en combate contra el ejército de Israel. Foto: Alejandro Ernesto.

Nahida, una residente del campo, cuenta que aunque era pleno día “estaba dormida, escuché ruidos afuera y Taha [su hijo] salió a la calle”. Fue la última vez que esta mujer palestina de 53 años vio a su hijo. Lo siguiente que supo es que lo habían herido, según le contaron unos vecinos, pero en realidad los israelíes lo habían matado. Taha tenía 15 años.

Nahida, madre de Taha. Foto: Alejandro Ernesto.
Nahida, madre de Taha. Foto: Alejandro Ernesto.

Para los palestinos sus muertos son mártires; para Israel, terroristas. Las paredes del campo de refugiados de Nur Shams están llenas de pósteres con las fotos de los milicianos muertos en combate contra Israel.

El ejército de Israel entró al campo a detener “sospechosos de terrorismo”, pues Nur Shams es uno de los bastiones de la Brigada Tulkarem, milicia local surgida en el último año copiando un modelo de levantamiento en armas que se repite en otros puntos de Cisjordania y que convoca a cada vez más jóvenes palestinos, algunos adolescentes.

El ejército de Israel entró al campo de refugiados a detener “sospechosos de terrorismo”. Foto: Alejandro Ernesto.
El ejército de Israel entró al campo de refugiados a detener “sospechosos de terrorismo”. Foto: Alejandro Ernesto.

Los integrantes de la Brigada Tulkarem, milicianos muy jóvenes armados con fusiles y pistolas, recorren las calles del campo. Otros, agrupados en un callejón, enseñan a futuros combatientes cómo usar un fusil automático.  

Milicianos de la Brigada Tulkarem posan con sus armas, protegiendo su identidad, en el campo de refugiados palestinos de Nur Shams, en Cisjordania ocupada. Foto: Alejandro Ernesto.
Milicianos de la Brigada Tulkarem posan con sus armas, protegiendo su identidad, en el campo de refugiados palestinos de Nur Shams, en Cisjordania ocupada. Foto: Alejandro Ernesto.
Milicianos de la Brigada Tulkarem patrullan las calles del campo de refugiados palestinos de Nur Shams, en Cisjordania ocupada. Foto: Alejandro Ernesto.
Milicianos de la Brigada Tulkarem patrullan las calles del campo de refugiados palestinos de Nur Shams, en Cisjordania ocupada. Foto: Alejandro Ernesto.
Miliciano de la Brigada Tulkarem muestra la herida recibida durante la última incursión del ejército de Israel en el campo de refugiados palestinos de Nur Shams, hace apenas cinco días. Foto: Alejandro Ernesto.
Miliciano de la Brigada Tulkarem muestra la herida recibida durante la última incursión del ejército de Israel en el campo de refugiados palestinos de Nur Shams, hace apenas cinco días. Foto: Alejandro Ernesto.

Mientras, decenas de niños corretean y juegan en las calles, acostumbrados al movimiento de armas a su alrededor. O regresan tranquilamente a sus casas después de clases. En el centro del campo, junto a la mezquita, un niño corre sobre los escombros del club social destruido por el dron israelí. Los vecinos de Nur Shams lavan sus autos, hacen la compra, conversas en las calles y toman litros de café árabe, mientras intentan llevar una vida lo más normal posible en medio de la más absoluta incertidumbre. Nadie sabe cuánto demorarán las balas en volver a silbar.

Niños en el campo de refugiados palestinos de Nur Shams, en Cisjordania ocupada. Foto: Alejandro Ernesto.
Niños en el campo de refugiados palestinos de Nur Shams, en Cisjordania ocupada. Foto: Alejandro Ernesto.

Aunque en el último año las redadas israelíes eran casi diarias en Cisjordania, desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamás se han intensificado. Más de 800 palestinos han sido detenidos, incluidos unos 500 supuestamente vinculados a Hamás, según Israel.

Niños en el campo de refugiados palestinos de Nur Shams, en Cisjordania ocupada. Foto: Alejandro Ernesto.
Niños en el campo de refugiados palestinos de Nur Shams, en Cisjordania ocupada. Foto: Alejandro Ernesto.

En lo que va de año han fallecido en Cisjordania al menos 330 palestinos, cifras que no se registraban desde hace casi dos décadas, durante la Segunda Intifada (2000-2005). La mayoría son jóvenes milicianos muertos en enfrentamientos armados con tropas israelíes, o atacantes palestinos abatidos. Y civiles, incluido medio centenar de niños y adolescentes.

Un grupo de niños posa en el cementerio del campo de refugiados palestinos de Nur Shams, en Cisjordania ocupada, junto a las tumbas de milicianos que murieron en los combates del 19 y 20 de octubre. Foto: Alejandro Ernesto.
Un grupo de niños posa en el cementerio del campo de refugiados palestinos de Nur Shams, en Cisjordania ocupada, junto a las tumbas de milicianos que murieron en los combates del 19 y 20 de octubre. Foto: Alejandro Ernesto.

La tensión en Cisjordania no es nueva, la región está sumida en una creciente espiral de violencia desde hace dos años; y los bombardeos en Gaza han acelerado el baño de sangre. Desde que empezó el conflicto, con los ataques de Hamás del pasado 7 de octubre, han muerto en Cisjordania ocupada 95 palestinos, la mayoría en choques con el Ejército israelí, y además contra colonos.

Campo de refugiados palestinos de Nur Shams, en Cisjordania ocupada. Foto: Alejandro Ernesto.
Campo de refugiados palestinos de Nur Shams, en Cisjordania ocupada. Foto: Alejandro Ernesto.
Barricadas hechas con sacos de tierra para defender el campo de refugiados palestinos de Nur Shams, en caso de ataques de colonos o del ejército de Israel. La tetera para preparar el café árabe no puede faltar. Foto: Alejandro Ernesto.
Barricadas hechas con sacos de tierra para defender el campo de refugiados palestinos de Nur Shams, en caso de ataques de colonos o del ejército de Israel. La tetera para preparar el café árabe no puede faltar. Foto: Alejandro Ernesto.
Un niño camina sobre los escombros de un centro recreativo destruido por un dron israelí hace pocos días en el campo de refugiados palestinos de Nur Shams. Foto: Alejandro Ernesto.
Un niño camina sobre los escombros de un centro recreativo destruido por un dron israelí hace pocos días en el campo de refugiados palestinos de Nur Shams. Foto: Alejandro Ernesto.
A pesar de las incursiones del ejército de Israel y los ataques de colonos, la vida intenta seguir su cauce en el campo de refugiados palestinos de Nur Shams, en Cisjordania ocupada. Foto: Alejandro Ernesto.
A pesar de las incursiones del ejército de Israel y los ataques de colonos, la vida intenta seguir su cauce en el campo de refugiados palestinos de Nur Shams, en Cisjordania ocupada. Foto: Alejandro Ernesto.
Retrato de un miliciano muerto en combate contra tropas israelíes en una vivienda del campo de refugiados palestinos de Nur Shams, en Cisjordania ocupada. Israel considera a estos jóvenes terroristas; los palestinos, mártires. Foto: Alejandro Ernesto.
Retrato de un miliciano muerto en combate contra tropas israelíes en una vivienda del campo de refugiados palestinos de Nur Shams, en Cisjordania ocupada. Israel considera a estos jóvenes terroristas; los palestinos, mártires. Foto: Alejandro Ernesto.

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