Viajar por Italia supone enamorarse de una paleta de colores única que se revela en sus campos, en el trazado de sus pintorescos pueblos, en las imponentes construcciones centenarias —y hasta milenarias— de Roma o en la fascinante combinación de mar, arquitectura y montañas en sus costas. Sin embargo, esta percepción cromática cambió para mí después de ver Ripley, miniserie de Netflix estrenada en las últimas semanas que está cosechando excelentes críticas de especialistas y aficionados en especial por su extraordinaria factura.
La trama se centra en un estafador de poca monta en Nueva York, Tom Ripley, que se sumerge en un mundo de riqueza y privilegio después de aceptar un trabajo en Italia. Sin embargo, para alcanzar la vida que anhela, debe tejer una red de mentiras.
La serie de suspenso de ocho capítulos está basada en la novela policial de 1955 de la escritora estadounidense Patricia Highsmith (1921-1995), titulada The Talented Mr. Ripley. El libro inspiró en 1999 la película homónima dirigida por Anthony Minghella y protagonizada por Matt Damon, Jude Law y Gwyneth Paltrow, que obtuvo cinco nominaciones a los premios Oscar.
Ripley es una auténtica joya audiovisual, filmada íntegramente en blanco y negro. Con un elenco encabezado por Andrew Scott, y con la participación de Dakota Fanning y Johnny Flynn, sobresale tanto por las actuaciones como por el guión, además del alto nivel técnico y cinematográfico. La fotografía, a cargo de Robert Elswit, ganador del Oscar por Pozos de ambición (There Will Be Blood, 2007), es muy llamativa y resalta en cada plano como una verdadera obra de arte.
Steven Zaillian, su director y guionista, reveló a Vanity Fair que la decisión de filmar en clave monocromática surgió al ver un ejemplar de la novela original de Patricia Highsmith. “La edición del libro de Ripley que tenía sobre mi escritorio tenía una evocadora fotografía en blanco y negro en la portada. Mientras escribía, mantuve esa imagen en mi mente. El blanco y negro encaja perfectamente con esta historia, y es magnífico”.
La serie me llevó a revivir un viaje por varias regiones de Italia hace unos años. Recordé haber visitado muchos de los lugares mostrados en Ripley, como Roma, Nápoles y los encantadores pueblos de la costa amalfitana. Inspirado por la estética monocromática de la serie, decidí desempolvar mis fotos en color y convertirlas en escalas de grises, buscando recrear los altos contrastes en blanco y negro que caracterizan la serie.
El resultado fue que las imágenes adquirieron una atmósfera de atemporalidad. El blanco y negro no solo evoca lo dramático y el pasado, sino que además puede capturar la belleza y la elegancia de una manera sorprendente.
Así, me embarqué en otro viaje a través de mis propias fotografías, redescubriendo lugares bajo una escala de grises. Las calles empedradas de Roma, Nápoles y los acantilados escarpados de la costa amalfitana cobraron vida de una manera nueva y emocionante.
Italia tiene una belleza atemporal que trasciende el color. Las texturas de la piedra antigua, las sombras profundas y los contrastes vívidos se destacaron de una manera que nunca antes había apreciado.
La belleza resurge en todas partes, de manera inimaginada. Incluso en aquellos lugares que creíamos haber archivado en la memoria. Italia, con su encanto eterno, continúa siendo una fuente inagotable de inspiración, sea en blanco y negro como en Ripley, o en mis propias fotografías a color, transformadas ahora en tonos monocromáticos.