En un campo donde antaño radicó un batallón del Ejército Argentino, desde 2011 abre sus puertas de junio a noviembre y con entrada libre y gratuita la mayor feria de ciencia, tecnología, industria y cultura de América Latina.
Se trata de una mini ciudad llamada Tecnópolis donde confluyen decenas de actividades, conciertos, juegos didácticos y exposiciones permanentes y otras itinerantes de acuerdo a la temática escogida en cada temporada.
Los visitantes pueden disfrutar de diversos espectáculos y muestras interactivas; galpones acondicionados para recitales; un acuario; la pista de skate más grande del país con 2.400 metros cuadrados; una gran muestra con los inventos, dibujos y pinturas de Leonardo Da Vinci, el más polifacético artista del Renacimiento italiano; una zona con videojuegos; una pantalla de cine al aire libre; un espacio llamado “Kermés de la Ciencia”; un hangar con forma de planetario para “exploraciones” espaciales; un parque temático con personajes de Pakapaka, el canal de televisión abierta argentino dedicado al público infanto juvenil y hasta de pasear por Tierra de Dinos; un bosque prehistórico con dinosaurios animatrónicos de tamaño real.
El predio donde radica Tecnópolis forma parte del Parque del Bicentenario, que surgió luego de una disputa política. Tras los festejos en 2010 por los 200 años de la Revolución de Mayo (hecho histórico que marca la independencia de Argentina sobre la metrópoli española), el gobierno nacional, liderado por entonces por Cristina Fernández de Kirchner, proyectó una muestra de ciencia y tecnología en la capital del país como cierre de las celebraciones patrias. La jurisdicción de la ciudad, que compete al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en ese momento al mando de Mauricio Macri, opositor del gobierno nacional, no aprobó las habilitaciones.
Ante la negativa, la presidenta redobló la apuesta. Con un grupo de asesores y la intervención de varios entes del estado como el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y el Ministerio de Obras Públicas entre otros, ideó un parque gigante para exhibir, de forma libre y gratuita, el desarrollo de la ciencia y la tecnología.
El sitio escogido fue Villa Martelli, un predio colindante con la avenida General Paz, franja limítrofe entre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la provincia de igual nombre, famoso por ser la sede del Batallón 601 del Ejército, uno de los regimientos que se sublevó en 1988 contra el gobierno constitucional de Raúl Alfonsín.
El 14 de julio de 2011 la propia Cristina Fernández de Kirchner inauguraba Tecnópolis. La fiesta fue histórica. En su discurso la mandataria resaltó el carácter popular del parque temático, los esfuerzos del estado y de varias empresas privadas que colaboraron en la construcción de la feria “más importante de la historia de la industria y de la innovación. ¡A disfrutar de Tecnópolis, a disfrutar del futuro, que ya ha llegado!”, cerró enfática la actual Vicepresidenta.
La primera temporada contó con más de 100 stands organizados en cinco continentes: Agua, Tierra, Aire, Fuego e Imaginación. A esa edición asistieron más de cuatro millones de personas.
El cineasta Tristán Bauer, actual ministro de Cultura argentino, fue uno de los gestores de ese sueño.
“Para mí representa una emoción muy profunda, como ministro sé de la importancia de este lugar para la cultura argentina ya que lo conozco desde su génesis, cuando sobrevolando el área con un helicóptero para buscar un espacio después que Mauricio Macri negara el permiso para hacerlo en la Ciudad, aterrizamos aquí y nos pusimos a trabajar muy intensamente para que en 2011 se abrieran las puertas por primera vez. Tecnópolis fue concebido como un espacio para el encuentro, para las familias, para la ciencia, la cultura y la tecnología; también un espacio de regocijo y fiesta para todos los argentinos”, rememora Bauer emocionado, muy cerca del arco que da la bienvenida al parque donde, de un lado se alza un muñeco gigante del libertador San Martín y, del otro, un gigante tiranosaurio rex.
En las elecciones presidenciales de 2015 Mauricio Macri, representando a una coalición política denominada Cambiemos, ganó y fue elegido Presidente de la República Argentina. Entre los cientos de decretos firmados, uno fue degradar a Secretaría el ente de Cultura y pasar a Tecnópolis bajo la égida del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos. Conclusión: menos presupuesto.
Como si fuera un reflejo de lo que sucedía en el país en materia social y económica, lo que ya era un símbolo y vidriera de lo público, del desarrollo de la ciencia y la cultura argentina, comenzó a eclipsarse.
Fueron desmanteladas varias áreas del predio y, con ello, despidieron a decenas de trabajadores. Solo quedó en funcionamiento una parte para las ediciones de las ferias de Tecnópolis mientras que otras instalaciones fueron rentadas para actividades y shows musicales de productoras privadas.
La desidia y el mal tiempo duraron cuatro años. Llegaron nuevamente las elecciones presidenciales y la fórmula de la coalición Frente de Todos, liderada por Alberto Fernández como presidente y Cristina Fernández de Kirchner como vicepresidenta, ganaron.
Cultura volvió a ser Ministerio y Tecnópolis a estar bajo su órbita.
A dos meses de haber asumido el nuevo gobierno y tras arduas jornadas de trabajo, el 15 de febrero se lanzó la edición 2020 de la megaferia argentina donde confluyen las ciencias, la tecnología y la cultura.
“Queremos que vuelva a ser un lugar de encuentro y aprendizaje en donde se vea reflejado lo que los argentinos somos capaces de hacer, sumándole al arte, a la ciencia, a la tecnología y la innovación, la idea de que todo eso es parte de una cultura amplia, que muestre toda nuestra potencialidad”, explicó María Rosenfeldt, la nueva directora del predio (junto a Ricardo Ferraro) en una entrevista con el diario Tiempo Argentino donde también enfatizó que “la idea es que la nueva Tecnópolis tenga, entre otras, esa impronta que hoy atraviesa la sociedad, que es la agenda del movimiento de mujeres y la perspectiva de género”.
Tan solo en el primer día de la reapertura del parque asistieron 55 mil personas. Este solo fue el preámbulo y un buen augurio. Por lo pronto está abierto un ciclo de diez encuentros (los fines de semana y días feriados hasta el 1 de marzo) que han dado en llamar Tarde de Tecnópolis y donde es posible disfrutar de una nueva etapa, de un renacimiento desde que cae el sol y hasta la media noche de un sinfín de expresiones culturales en el sentido más amplio y diverso del concepto.