Dos cuadras de la calle 120 en el oeste habanero marcan otra de las medianías de la ciudad: aquí se cruzan caminos, ómnibus. Los taxis llegan y parten hacia casi todos los puntos de la urbe. Es el Paradero de Playa.
Desde los años 50, cuando la zona era conocida como Playas de Marianao, el sitio es una de las mecas del ahora maltrecho transporte urbano. Los transeúntes, cientos de pasajeros, vocean a los “almendrones” y aguardan con paciencia religiosa a que llegue la próxima guagua.
Alrededor del Paradero han surgido tantos negocios que el barrio rescata una esencia comercial. El principal aliado de las cafeterías y los vendedores de discos, de ropa y celulares, es la espera de tanta gente por un transporte en el Paradero.
ñoooo! la foto de la brujería y las pizzas está de puya! jejeje