Para tomar el pulso de los votantes cubano-americanos en Miami hay que visitar Hialeah un Día de Elecciones.
En la biblioteca Kennedy un grupo de cubanos seguidores de Trump repartían sueltos con propaganda republicana y se tomaban fotos con una figura de cartón del propio Presidente.
Banderas cubanas y americanas, y otras con armas de fuego en ellas, ondeaban a pocos pasos del centro electoral.
Mientras el grupo (de edad avanzada en su mayoría) cantaban, gritaban y maldecían a los que no seguían sus ideas, otros cubano-americanos ejercían su voto de manera más discreta. Una joven ciudadana estadounidense, de padre cubano, lo hacía por primera vez.
Las opiniones de los jóvenes se contrapone, en su mayoría, con los análisis políticos de sus mayores. Tal y como días antes ocurrió en la Torre de la Libertad, en Miami, luego del discurso del Secretario de Defensa John Bolton, quien anunció nuevas medidas contra Cuba.