El abogado y productor estadounidense Bill Martínez es una figura clave en los intercambios culturales entre Cuba y Estados Unidos que se han organizado en las últimas décadas. Su trabajo ha sido cardinal en la organización de las giras y conciertos de músicos cubanos en escenarios norteamericanos y en las presentaciones de bandas y artistas estadounidenses en Cuba. Martínez ha logrado llevar a Estados Unidos a grandes grupos y artistas cubanos como Irakere, Los Van Van y Silvio Rodríguez. Ha intervenido en hitos en las relaciones culturales entre ambos países como los conciertos Music Bridges y de la banda Audioslave en La Habana.
Radicado en San Francisco, este abogado espera que se retomen los intercambios con la próxima llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, tras ser eliminados o complejizados por el gobierno de Donald Trump.
Martínez adelanta a OnCuba que está colaborando en la preparación de los conciertos que podría ofrecer un grupo importante de jazzistas de la ciudad de Chicago, en el Festival Jazz Plaza, en enero, así como en otros proyectos que podrían tener un notable impacto en el futuro de los intercambios entre Cuba y Estados Unidos.
¿Cuántos proyectos culturales entre Estados Unidos y Cuba, en los que usted estuvo involucrado, fueron cancelados o pospuestos durante la administración de Donald Trump?
Es muy difícil decir exactamente cuántos proyectos fueron afectados por la administración de Trump. Muchos intercambios culturales importantes, así como las visitas de grupos cubanos a los EE. UU. continuaron a pesar de la administración de Trump, pero a un costo mucho más alto y con dificultades para los artistas cubanos invitados a recorrer los EE. UU., así como para los artistas estadounidenses que desean actuar en Cuba.
Con el cierre de la Embajada de Estados Unidos en La Habana, existieron consecuencias para las giras de artistas cubanos por Estados Unidos. El costo adicional de tener que ser entrevistados en un tercer país (principalmente México), hizo que muchos productores estadounidenses reconsideraran si una gira era económicamente viable. No permitir entradas múltiples a los artistas hizo que esto fuera aún más complejo. A un artista o grupo se le puede aprobar su solicitud de visa, que es válida por varios meses (hasta 3 años), pero con cada visita, tiene que ir a ese tercer país, y permanecer en él después de su entrevista hasta que se completen las autorizaciones de seguridad adicionales y se imprima el visado. Si vive en ese tercer país, no hay problema. Pero los cubanos tienen que viajar y permanecer en ese tercer país con costos de hotel, viajes, viáticos y logística que muchos promotores estadounidenses no pueden incluir en sus presupuestos.
Casi todos los grupos con los que he tratado han tenido problemas con este asunto, sin saber si la gira vale el estrés y el costo. Algunos de los patrocinadores escuchan los mensajes negativos de los artistas o políticos que están en contra del intercambio y optan por evitarlo. Prefieren invertir su dinero en proyectos seguros comercialmente.
Para los artistas estadounidenses que actúan en Cuba, también existen obstáculos económicos, ya que en el pasado, los récord de ventas y el financiamiento de fuentes multimedia se volvieron más difíciles. No hay fondos suficientes para apoyar sus presentaciones en Cuba. Los artistas tienen que pagarlo todo de sus propios bolsillos o mediante los exiguos recursos de sus representantes. Simplemente no existen otras fuentes de financiamiento.
Durante muchos años, ha organizado conciertos en Cuba de grandes figuras como la banda Audioslave y ha comprobado que importantes músicos estadounidenses quieren actuar en Cuba. ¿Está al tanto del clima que existe entre los músicos y artistas estadounidenses con respecto a la Isla o a posibles conciertos en ella?
Hay muchos artistas estadounidenses, tanto locales como muy conocidos, que quieren actuar en Cuba. Encontrar un artista que quiera ir Cuba, incluidas las superestrellas, es fácil. La tarea casi imposible es encontrar los fondos para cubrir su viaje y los gastos logísticos.
Para dificultar aún más la actuación de los músicos estadounidenses en Cuba, el 24 de septiembre de 2020, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro eliminó la autorización general de viajes bajo la categoría “presentaciones públicas, clínicas, talleres, exhibiciones…”. Esto significa que un artista debe presentar una solicitud para una licencia específica de la OFAC que lo autorice a viajar y actuar en Cuba. La demora y la probable negación de esa solicitud esencialmente cierran la puerta a los artistas estadounidenses que desean actuar en la Isla.
¿Cómo cree que el gobierno de Biden puede influir en las relaciones culturales entre los dos países?
Creo que pronto veremos un regreso a las relaciones normalizadas entre los Estados Unidos y Cuba, incluido el regreso de las categorías de licencias generales de viaje a Cuba para presentaciones públicas y actividades de intercambio pueblo a pueblo. Varios de estos cambios son posibles mediante una orden ejecutiva; no requieren la aprobación del Congreso.
Esto permitiría a los artistas estadounidenses viajar legalmente a Cuba. Asimismo, regresar a la tramitación normalizada de las visas en la Embajada de Estados Unidos en La Habana ayudaría a los artistas cubanos que quieran viajar a los Estados Unidos.
Biden debería traer a artistas de todo el mundo a visitar la Casa Blanca, restaurando el acogedor ambiente cultural que Obama alentó cuando se presentó allí el Buena Vista Social Club.
¿Hay algún proyecto específico que le gustaría realizar en Cuba?
Sería maravilloso presentar en Cuba homenajes a nuestra amistad y a honrosas personalidades como Harry Belafonte, Dolores Huerta y los Brigadistas Henry Reeve. También más eventos como Music Bridges, Havana Jam y del tipo de los que hemos estado haciendo a través de Internet, que muestran la diversidad de estilos musicales de ambos países. Un festival de música de los pueblos indígenas, un concierto de son cubano/salsa. Mucho de esto ya se ha hecho antes de la COVID-19 y también durante la pandemia, a través de Internet, pero podría tener más impacto con mejores condiciones de apoyo y financiamiento.
¿Qué leyes o reglamentos deberían relajar las autoridades cubanas para mejorar el flujo de los lazos culturales entre los dos países?
Los cubanos han apoyado mucho los lazos culturales. Su velocidad y eficiencia para garantizar que cualquier procesamiento se realice sin demoras indebidas es siempre un trabajo en progreso, un desafío en ambos países.
¿Hay alguna ley aprobada por Trump que deba eliminarse para que los lazos académicos o culturales establecidos durante la administración de Obama se restablezcan ahora con la posible llegada de Biden a la Casa Blanca?
A esto me referí antes, cuando hablaba de las entradas múltiples y el retorno del procesamiento normal de visas en una embajada estadounidense reabierta en La Habana.
¿Cuáles son sus puntos de vista sobre la posición que podría adoptar la administración de Biden hacia Cuba?
Debemos ser realistas sobre lo que es inmediatamente posible. Hay que tener cuidado al pensar que habrá un cambio instantáneo bajo la administración de Biden. Es necesario seguir firmes en la defensa de mejores relaciones, frente a la oposición histórica. No debe subestimarse el apoyo de grupos de solidaridad durante décadas. Somos fuertes en la lucha constante, pero necesitamos que Biden y otros políticos más moderados vean que, sin abordar las raíces de los problemas entre Estados Unidos y Cuba, no estamos logrando realmente el progreso que se necesita a largo plazo.
¿Cree que, con las leyes que podría aprobar el gobierno de Biden, los artistas cubanos podrían volver a tocar en Estados Unidos con más frecuencia?
Sí. En teoría, incluso si la Embajada de Estados Unidos en La Habana permanece cerrada, los artistas cubanos podrían al menos volver a la posibilidad de obtener sus visas en un tercer país. Eso sería mucho mejor, más asequible y logísticamente posible con la reapertura de la Embajada de los Estados Unidos y el procesamiento normal de visas. Si la pandemia permite reabrir teatros/lugares para presentaciones en vivo, podemos regresar inmediatamente a los tiempos en que los artistas cubanos podían presentarse en los EE. UU.
La mala noticia es que, en este momento, el coronavirus impide el trámite de visas para artistas de todas partes, no solo cubanos. El procesamiento normal de visas no se está desarrollando en ningún lugar. No se puede obtener una visa de artista sin contratos para presentarse en vivo en espacios que sean lo suficientemente seguros. La petición no sería aprobada por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos e, incluso si lo fuera, la mayoría de los consulados aún no están abiertos para el procesamiento normal y las entrevistas.
¿Cómo realizaron el Concierto por Cuba, que reunió a grandes músicos cubanos y estadounidenses en medio de las restricciones y barreras impuestas por la pandemia del coronavirus?
El Concierto por Cuba fue ofrecido por HotHouse Global, bajo la dirección de Marguerite Horberg. Tuve el honor de ser parte del equipo de producción junto con ella, Raúl Cuza y muchos técnicos de apoyo, activistas y otros expertos. Colectivamente, trabajamos para honrar a los brigadistas Henry Reeve, utilizando nuestros contactos con artistas y oradores que hicieron presentaciones impactantes. El Instituto Cubano de la Música (ICM) fue crucial para que esta colaboración fuera un éxito.
El evento nos permitió darnos cuenta de que ese formato de presentación todavía era relativamente nuevo para muchos de nosotros, sobre todo para algo tan ambicioso. Como productores, artistas y oradores, nos vimos obligados por la pandemia a aprender nuevas formas de presentar nuestro trabajo cultural. Hubo momentos de mucha intensidad y algunas dudas, pero avanzamos.
Desde el éxito del Concierto por Cuba, nuestro equipo de HotHouse Global ayudó en el tributo a Silvio, el 50/50, Get Out the Vote Project (con 50 artistas/oradores de 50 estados, que alentaron a participar en el proceso de votación en Estados Unidos). También colaboramos con el concierto de la National Network on Cuba. Ese concierto y conferencia estuvieron muy bien hechos, gracias a sus organizadores y al ICM.
¿Puede mencionar algún proyecto inmediato en el que esté trabajando para promover los lazos culturales entre los dos países?
El equipo de HotHouse Global está trabajando en la participación en el Jazz Plaza, en enero, a través de Internet, de algunos jazzistas legendarios de Chicago.
Estoy trabajando también en un proyecto con Dionne Warwick, para una grabación a dúo con un conocido artista cubano, que se sintió inspirado por los dos Conciertos por Cuba que hicimos en julio.
Hay otros proyectos, pero no puedo comentarlos hasta que se desarrollen más. Hasta que la pandemia nos permita reanudar las presentaciones en directo, todos estos proyectos se desarrollan en línea.
Hace décadas logró sortear el embargo para llevar la música de Silvio Rodríguez a Estados Unidos. ¿Cómo recuerda ese proceso de insertar la música del trovador cubano en el circuito norteamericano? ¿Mantiene relaciones con Silvio?
No tengo comunicación directa con Silvio. Aparte de ayudar con sus últimas visas a los Estados Unidos, incluida la reunión con Pete Seeger, colaboré en el Tributo a Silvio de septiembre, presentado por HotHouse Global en Internet, y con el documental de Catherine Murphy “Mi primera tarea”, sobre la participación de Silvio en las brigadas de alfabetización, durante su juventud.
Inicialmente, solicitamos la visa de Silvio en un momento en que la administración de Obama recién comenzaba. Tan pronto como asumió la presidencia, se presentaron muchas solicitudes de visa para artistas cubanos. Fue un momento muy positivo para que los artistas cubanos fueran invitados a recorrer los Estados Unidos.
El procesamiento de la visa de Silvio tomó mucho más tiempo de lo que hubiéramos querido, debido a las autorizaciones de seguridad adicionales. Queríamos que él fuera parte de un tributo a Pete Seeger en el Carnegie Hall. Desafortunadamente, su visa no fue aprobada a tiempo para ese homenaje especial a su viejo amigo. Repetimos el procesamiento del visado, que finalmente permitió que Silvio y Pete se reuniesen.
estoy de acuerdo con la linea editorial.
Me ha apasioando este artioculo y motovado a compartir mis impresiones como miembro de Lasa y estudioso sobre las relaciones academicas entre Cuba y EE.UU ademas de otros temas afines considero que con la entrada de la admisnitracion del presidente Joe Biden y como Vicepresidente por primera vez una mujer Kamela Harris son muchas las espectativas que surgen entre los academicos cubanos de la isla yh aquellos que radican en la diaspora incluyendo a los estadounidenses de modo que debera haber una continuidad de las estrategias de intercambio cultural entre amnos paises que se construyeron con la admonistracion de Obama, claves para estimular los cambios que Cuba necesita desde el dialogo. La etapa de Trumpo constituyó un retroceso total en la politica de intercambio cultural y academico, con Biden nuevos puentes surgira, ambas naciones lo necesitan pues tenemos muchas raices y un pasado cultural comun, las cinco decadas de Republica dejaron un legado de la cultura estadounidense quie no borrara jamas, por otra parte Cuba continua siendo un miesterio para la sociedda norteamericana deseosa de redescubrirla porque existe una Cuba en el imaginario social en EE.UU diferente a la Cuba real, por tanto los puentes culturales que se abran desmontaran esos estereotipos sobre la isla, las fundaciones en EE.UU podran jugar un rol trascedental en ese sentido, ojala Cuba este preparada para ese dialogo en esta nueva etapa y deje de mirar con desconfinza ese puente que resulta vital e impostergable.