Carnival aduce que demanda no cabe en la Ley Helms-Burton

Sus abogados argumentan que la concesión de explotación de Havana Docks caducó el año 2004 y el puerto de cruceros es ahora propiedad cubana.

Foto: mundoportuario.com

La naviera Carnival ha pedido a un juez en Miami que rechace una de las dos demandas que han sido interpuestas por el uso de instalaciones portuarias en Cuba para sus cruceros porque no tiene fundamento legal.

El pedido se refiere a la demanda de los herederos de la familia Behn, propietarios de Havana Docks, la actual terminal Sierra Maestra en La Habana, y argumenta que la querella abierta bajo el paraguas de la Ley Helms-Burton no tiene fundamento por dos razones: la controvertida ley no se aplica y la concesión por el uso de las instalaciones portuarias caducó el año 2004.

En la documentación que conforma la demanda, los herederos de Havana Docks, sostienen que a partir del momento en que dio inicio a los viajes a Cuba en mayo del 2016, Carnival “intencionalmente llevó a cabo y promovió sus negocios comerciales de cruceros a Cuba, recurriendo al uso de la propiedad en cuestión para embarcar y desembarcar regularmente sus pasajeros sin el permiso del demandante”.

Pero esta no parece ser la lectura de Carnival, para cuyos abogados la ley Helms-Burton no es aplicable porque no define “traficar” como el uso de los puertos “para viajes legales a Cuba, permitidos por el Departamento del Tesoro”, según el sitio Law 360.

La Ley Helms-Burton pretende castigar a las empresas extranjeras que tienen negocios en Cuba y usan propiedades, o tienen intereses en ellas, que fueron nacionalizadas a inicio de los años 1960. En su contenido define ese acto como un caso de “trafico con propiedades intervenidas” y sobre las cuales no hubo ninguna compensación.

En su argumentación, Carnival abre una página interesante en el caso y es que trata la posesión de las instalaciones portuarias habaneras en litigio como una “concesión del estado cubano” limitada en el tiempo. Havana Docks comenzó a operar el ahora también conocido como “el puerto de los cruceros” el año 1917 hasta que fue nacionalizado el 24 de octubre de 1960.

Dice la respuesta de la naviera que Havana Docks nunca tuvo mas que un interés provisional y propietario de las terminales hasta el año 2004, cuando el Gobierno volvió a detentar la propiedad.

“En otras palabras, al momento en que se llevó a cabo el presunto tráfico el 2016, la propiedad pertenecía al Gobierno cubano porque la concesión comercial ya había caducado. Por ende, aún sin la confiscación errónea por parte del gobierno cubano, la propiedad ya no pertenecería al demandante en el momento en que Carnival comenzó a usar las instalaciones para viajar legalmente a Cuba”.

Las demandas bajo la Helms-Burton aspiran al triple del valor nacionalizado

En la demanda, los herederos de Havana Docks pretenden ser resarcidos, en lo mínimo, con 9.2 millones de dólares, que es el valor determinado por la Comisión federal de certificación de reclamaciones. Pero realmente, aspiran que un juez les otorgue el triple de esa cifra como afirman en las conclusiones de la demanda.

Esta no es la única demanda contra Carnival. Los herederos de una familia de Santiago de Cuba también está demandando a la naviera por el uso de unas instalaciones portuarias en la ciudad oriental cubana.

Por otro lado, sucedió algo que era de esperar. Este caso estuvo inicialmente asignado al juez James L. King, quien había intervenido en el caso de las indemnizaciones de las avionetas de Hermanos al Rescate el año 1996. Al parecer dada su edad, 91 años, es el juez en ejercicio más anciano de Estados Unidos, la demanda ha sido traspasada a la juez Beth Bloom, de 56 años, nombrada por el presidente Barack Obama en febrero del 2014 como juez federal en el sur de Florida.

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