La segunda reunión de este año entre Cuba y Estados Unidos sobre temas migratorios se concentró hoy martes en “garantizar una migración segura, regular y humana”, anunció un comunicado del Departamento de Estado.
En el encuentro, que se realizó en la capital cubana, la delegación estadounidense destacó áreas de cooperación exitosa en materia migratoria, y al mismo tiempo identificó cuestiones que han representado obstáculos al cumplimiento de los objetivos establecidos en los acuerdos bilaterales suscritos entre Estados Unidos y Cuba en 1984, 1994, 1995 y 2017.
La nota subraya que “participar en estas conversaciones pone de manifiesto nuestro compromiso de entablar diálogos constructivos con el gobierno de Cuba, cuando resulte pertinente, para promover los intereses estadounidenses. Estados Unidos también abordó los servicios consulares en la embajada en La Habana, que incluirán los servicios de visas y servicios para ciudadanos estadounidenses”, que comenzarán a funcionar a partir del 4 de enero entrante.
De acuerdo con la parte estadounidesne, el objetivo del encuentro fue “facilitar la reunificación familiar y promover un mayor respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba”.
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En la reunión participaron, entre otros, la subsecretaria adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, Emily Mendrala, quien encabezó la delegación, compuesta por funcionarios de todos los organismos relacionados con inmigración y recepción de personas.
Por la parte cubana, como es habitual, estuvo al frente el viceministro de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, quien en una rueda de prensa al final de la tarde reveló que uno de los puntos abordados fue el inicio de los vuelos de deportación de cubanos, incluidos algunos atrapados en la frontera.
“Ambas partes aspiramos a que tengan regularidad“ los vuelos de deportación, señaló el viceministro y precisó que todavía hay que acordar algunos detalles.
Cossío dijo a los periodistas que a pesar de los pasos en la dirección correcta, Estados Unidos aún debe abordar la raíz del problema: la continuación de la Ley de Ajuste Cubano. “Reiteramos nuestra preocupación por las medidas [de Estados Unidos] que fomentan la emigración ilegal“, subrayó. Además, mencionó que un obstáculo clave es el bloqueo estadounidense de la era de la Guerra Fría, una red de leyes y regulaciones estadounidenses que complican las transacciones comerciales y financieras con Cuba.
“No hay dudas de que una política dirigida a reprimir el nivel de vida de la población constituye un estímulo directo a la migración“, dijo.
De todos modos, el viceministro aseguró que “es importante haber retomado el ejercicio de discutir, analizar y evaluar los acuerdos migratorios“ bilaterales, que tienen un “papel importante“ en asegurar que la migración sea “regular, ordenada y segura“, como ambos países quieren.
Agregó, asimismo que aunque no dependa de la evolución de las conversaciones sobre migración, “no debe descartarse que haya diálogo en otros temas“ que involucren a los dos países, una “necesidad evidente“ de dos naciones geográficamente cercanas que, pese a sus diferencias, tienen “muchos temas en común“.
En su opinión, es “lógico“ que en el futuro se produzcan más contactos bilaterales en áreas como protección de fronteras, seguridad y asuntos exteriores.
Durante el año fiscal finalizado el pasado 30 de septiembre, las autoridades estadounidenses detuvieron a 221 000 cubanos en la frontera sur, un aumento del 471% respecto al año anterior, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos. Solo en septiembre, ante las autoridades estadounidenses se presentaron más de 26 000 cubanos en distintos puntos de la frontera con México, según las últimas cifras disponibles.
La semana pasada también estuvieron en La Habana la directora del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, Ur Mendoza Jaddou, y la secretaria de Estado Adjunta para Asuntos Consulares, Rena Bitter, para discutir con funcionarios cubanos temas consulares y migratorios.
Por otro lado este mismo lunes, durante la inauguración de la 38 Feria Internacional de La Habana (Fihav), el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, reafirmó la voluntad de su gobierno de mantener diálogos con Estados Unidos que conduzcan a un acercamiento entre ambos países sobre la base de la “igualdad de condiciones“. “Estamos planteando la voluntad, para con todo el respeto y con toda la capacidad de estar en igualdad de condiciones, poder tener diálogos que vayan acercando a ambos países“.
“Lo importante es encontrar los caminos y las modalidades de negocios por las que podamos ir avanzando en ese sentido“, reafirmó al apuntar que Cuba lleva tiempo “insistiendo en que está abierta la inversión extranjera también para las empresas norteamericanas y para los cubanoamericanos“.