El Gobierno cubano tachó de “burla” y “arrogancia” la decisión de Donald Trump de devolver este lunes a Cuba a la lista de países patrocinadores del terrorismo.
Trump retornó a la isla a ese listado como parte del amplio paquete de órdenes ejecutivas que firmó en las primeras horas de su segundo mandato y apenas seis días después de que Cuba fuese excluida por su predecesor, Joe Biden.
En reacción a la medida —que no pocos analistas consideraban altamente probable—, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel consideró a la misma como “un acto de arrogancia y desprecio por la verdad” y argumentó que el “objetivo” tras este paso es fortalecer “la cruel guerra económica contra Cuba con fines de dominación”.
En una serie de mensajes en la red social X poco después de conocerse la orden ejecutiva de Trump sobre la isla, Díaz-Canel apuntó que el resultado de las “medidas extremas de cerco económico” impuestas por Trump en su primer mandato y retomadas ahora ha sido “provocar carencias” a los cubanos y un “incremento significativo” del flujo migratorio hacia Estados Unidos
“Este acto de burla y abuso confirma el descrédito de los listados y mecanismos unilaterales de coerción del Gobierno de EE.UU. Prevalecerá la legítima y noble causa de nuestro pueblo que una vez más vencerá”, agregó.
Este acto de burla y abuso confirma el descrédito de los listados y mecanismos unilaterales de coerción del gobierno de EEUU.
Prevalecerá la legítima y noble causa de nuestro pueblo que una vez más vencerá.
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) January 21, 2025
Por su parte, el canciller Bruno Rodríguez afirmó en X que “ebrio de arrogancia”, Trump decidió “sin razones que Cuba patrocina el terrorismo”.
“Sabe que miente”, apostilló, al tiempo que, en sintonía con Díaz-Canel, señaló que “su empeño es incrementar el castigo y la guerra económica contra las familias cubanas” y dijo que si bien “causará daño”, “no doblegará la firme determinación de nuestro pueblo”.
Rodríguez, que tras la exclusión de la isla del listado por Biden había dicho que esa lista había “quedado demolida” y que a la nueva Administración estadounidense le tomaría “tiempo y trabajo revertirla”, señaló ahora que la decisión de Trump sobre Cuba se sumó a las “nuevas medidas medievales y de retroceso civilizatorio” tomadas por el republicano tras su vuelta a la presidencia.
Decisiones de #Trump sobre #Cuba se suman a nuevas medidas medievales y de retroceso civilizatorio: apoyar el genocidio palestino, abandonar el acuerdo de cambio climático, la OMS, cacería de emigrantes, conquistar territorios y cambiar el mapa del hemisferio a su antojo
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) January 21, 2025
Con la vuelta por decreto de Cuba a la lista de países patrocinadores del terrorismo, Trump retoma la medida que él mismo había establecido en los días finales de su primer mandato y que Biden tardó cuatro años en deshacer.
De esta forma, la decisión del demócrata —que en su momento La Habana consideró como una medida limitada, pero en la “dirección correcta”— apenas se mantuvo vigente menos de una semana y en la práctica no tuvo ningún efecto más allá de su simbolismo.
Al hacer ese anuncio, el Gobierno saliente también había suspendido la capacidad de los estadounidenses de demandar en tribunales de Estados Unidos la expropiación de sus propiedades en Cuba y había eliminado la lista negra de entidades cubanas restringidas —impuesta por Trump— con las que las ciudadanos de su país tenían prohibido mantener algún vinculo.
La permanencia en la lista de Estados que a juicio de las autoridades estadounidenses patrocinan el terrorismo a nivel internacional supone una serie de fuertes restricciones financieras y de otro orden para los países incluidos en ella.