El senador demócrata Patrick Leahy cree que la política de la administración Biden hacia Cuba no dará resultados y que debiera, por una cuestión de coherencia, ser extendida hacia los demás aliados con las mismas características del sistema cubano. La impugnación gira alrededor del respeto por los derechos humanos de la ciudadanía.
“La administración Biden dice que el apoyo a la democracia y los derechos humanos será el núcleo de su política hacia Cuba. Es un objetivo justo y espero que haga lo mismo con otros gobiernos represivos. Pero la pregunta es cómo lograrlo. Las sanciones unilaterales casi nunca funcionan y han fracasado estrepitosamente en Cuba”, dijo en una declaración.
“Si la administración Biden condiciona nuestro reencuentro con Cuba a pasos que sabemos que su gobierno no tomará y que no exigimos de los aliados de Estados Unidos que no sean menos y en algunos casos más represivos, perpetuaremos una política que ha perjudicado, no ayudado al pueblo cubano”.
Entre otras cosas, dijo, porque “durante más de medio siglo Estados Unidos ha impuesto un laberinto de sanciones económicas punitivas a Cuba, una isla empobrecida de 11 millones de habitantes, en un intento de presionar a su gobierno para que celebre elecciones democráticas. Comparto el objetivo de la democracia, pero Cuba no está más cerca de unas elecciones libres y justas que en cualquier otro momento de su historia”.
“El príncipe heredero de Arabia Saudita orquestó el espantoso asesinato de un respetado periodista. Egipto, una dictadura militar que recibe miles de millones de dólares en ayuda estadounidense, ha encarcelado a decenas de miles de personas por sus creencias políticas. Deberían rendir cuentas, pero nadie [en la administración] está sugiriendo que impongamos un embargo económico contra esos países o exigiendo que celebren elecciones libres y justas si quieren seguir siendo aliados de Estados Unidos”, precisó el senador demócrata, conocido por su defender la apertura hacia la isla caribeña.
Senador Patrick Leahy critica retrocesos en la política de EEUU hacia Cuba
Leahy recuerda los logros de la política de deshielo del expresidente Barack Obama y su compromiso constructivo. Fue así, recuerda, que los estadounidenses viajaron a Cuba en números récord, estimulando el alquiler privado de casas y habitaciones, restaurantes y pequeñas empresas. Ambos gobiernos firmaron casi dos docenas de acuerdos para discutir temas que iban desde reclamos de propiedad hasta cooperación policial. Florecieron los intercambios culturales y educativos.
Y entonces llegó Donald Trump, quien al declarar que “la política de Obama fue un fracaso para ganarse el favor de los votantes de Florida, restauró y endureció aún más las sanciones. Resultado: el derecho de los estadounidenses a viajar a Cuba fue negado por su propio gobierno. El derecho de los cubanoamericanos a enviar remesas a sus familiares se vio severamente restringido. Los empresarios cubanos cerraron. Los disidentes fueron arrestados y la vida empeoró para los cubanos”.
El senador Leahy admite que, pese a las sanciones estadounidenses, Cuba sigue siendo un estado de partido único, pero que “también está cambiando de manera positiva, en gran parte debido a la demografía e Internet”.
Pero todo esto no impide que Washington “pueda participar activamente” en la evolución de la sociedad. Caso contrario, “corre el riesgo de ver cómo nuestros competidores llenan ese vacío, como ya lo están haciendo. Solo hay una opción lógica”, concluye el senador que participó activamente el proceso de reanudación diplomática a nivel de embajadores.
Según dos miembros del entorno de Leahy y del Concilio Hispano, esta declaración (cuyo contenido no constituye propiamente una novedad) es un llamado de alerta a la actual administración por la incongruencia de su política externa actual y a la necesidad de que sea más abierta en relación con la Isla. “Hay que abrir el Consulado en La Habana. Tenemos miles de familias separadas. Ese no es el espíritu demócrata”, dijo una de las fuentes.
Hoy todos le piden a Biden mejorias para Cuba, antes, de igual forma le pidieron a Trump, Obama, Clinton, etc, etc, etc. Nadie le reclama a Cuba, nadie le exige a Raul que es el gran responsable.