Nueva hipótesis sobre misterio sónico: una interferencia

Turistas se desplazan frente a la embajada de Estados Unidos en La Habana. Foto: Ramón Espinosa / AP.

Turistas se desplazan frente a la embajada de Estados Unidos en La Habana. Foto: Ramón Espinosa / AP.

“Finalmente” una explicación con sentido a propósito del “arma sónica”. Así se refiere la revista Spectrum al reporte de un grupo de investigadores de la Universidad de Michigan, Estados Unidos.
La nueva hipótesis sobre los “ataques a la salud” sufridos por 24 oficiales de inteligencia, diplomáticos y sus familiares estadounidenses en La Habana, apunta a un fallo de ingeniería.
El informático Kevin Fu notó algunas ondulaciones inusuales en el clip de audio revelado en octubre por The Associated Press de lo que habría escuchado el staff en la embajada. Su experiencia en un laboratorio especializado en ciberseguridad le ha permitido comprobar que los dispositivos electrónicos modernos a veces se comportan de formas impredecibles y que pueden ser manipulables –intencionalmente o no– usando interferencia acústica o de radio cuidadosamente diseñada.
Para Fu, las ondas en la lectura espectral sugieren eso: algún tipo de interferencia.


Un efecto conocido como distorsión de intermodulación podría haber producido el sonido. Ocurre cuando dos señales con diferentes frecuencias se combinan y producen señales que sintetizan la diferencia, suma o múltiplos de las frecuencias originales.
Dangerous Sound?
Fu estudió el clip de la AP con su colega Wenyuan Xu, profesor en la Universidad de Zhejiang, China, y su doctorante Chen Yan. “Lo vimos como un interesante rompecabezas,” dice Xu, cuyo laboratorio trabaja en seguridad integrada, incluyendo uso de ultrasonido y ondas de radio para burlar sistemas de reconocimiento de voz.
Cuando equipos de procesamiento de señales se comportan de un modo no lineal, puede causar este tipo de distorsión. “Como las ondas acústicas de múltiples frecuencias viajan a través de un sistema no lineal, puedes obtener estas ondas extrañas en el espectro de la señal,” detalla Fu.
“A la vez, las ondas ultrasónicas inaudibles que atraviesan el aire pueden producir subproductos audibles”, afirma el especialista.
Como parte de los experimentos, Yan incluso fue capaz de insertar una versión ultrasónica de la canción de Rick Astley “Never Gonna Give You Up”, que se hizo audible en el punto donde se cruzaron dos señales provenientes de diferentes fuentes.

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¿Qué pasó en La Habana?

Existen fuentes de ultrasonido en ambientes de oficina, como sensores de habitación ocupada. “Quizás había también un bloqueador ultrasónico en la habitación y un transmisor ultrasónico”,  sugiere el reporte. “Cada dispositivo puede haber sido situado ahí por una parte diferente, completamente desconocedora de la otra”, arriesga Fu.
Desde que se conocieron los síntomas en funcionarios de las embajadas de EE.UU. y Canadá, las especulaciones apuntaron a un arma sónica desconocida. Sin embargo, los expertos en acústica y otros especialistas han señalado la inverosimilitud de esta hipótesis.
Entre otras razones, porque las frecuencias ultrasónicas –de 20 a 200 kilohertz– no se propagan bien en el aire y no causan dolor de oído o cabeza, mareo, y otros síntomas reportados. Además, algunas víctimas recuerdan haber escuchado ruidos, y los ultrasonidos son inaudibles para los humanos.

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Fallo electrónico vs arma sónica

Algo que la investigación de Michigan no explora es si fue el audio revelado por la AP el que produjo  los síntomas, incluyendo daño cerebral, que afectó a los trabajadores de la embajada. “Sabemos que señales audibles pueden provocar dolor, pero no contemplamos los efectos sicológicos más allá de eso”, dice Fu.
Fadel Adib, profesor del MIT especializado en tecnología inalámbrica de sensores y comunicaciones, califica este estudio como “una visión creativa sobre lo que puede haber pasado”.
Adib no participó de la investigación pero revisó los resultados, y agrega que las señales inalámbricas pueden, y de hecho interactúan entre sí. “Si eso sucede, escucharás señales que no esperarías oír”, dice. “Dadas todas las posibles explicaciones, esto definitivamente parece lo más plausible, y lo más factible técnicamente”.
Fu ha tenido el cuidado de dar una advertencia: “Por supuesto, no sabemos con certeza si esta fue la causa. Pero un error de ingeniería parece mucho más posible que un arma sónica.”
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