Al escribir este artículo, la prensa está repleta de noticias sobre el viaje del presidente Obama a Cuba y sobre las últimas medidas tomadas por la Casa Blanca para aliviar el oneroso peso de las sanciones norteamericanas sobre la economía cubana.
No hay duda de que la visita del presidente Obama a Cuba marcará un hito histórico y trascendental en las relaciones entre los dos países. Sin especular demasiado en los detalles de la visita, el viaje cementará el legado del presidente que al fin ha logrado romper con una política injusta, inútil y fracasada de más de 55 años de duración.
Sin embargo, las políticas viejas y artríticas no se limitan a este lado del Estrecho. Cuba acaba de anunciar otra zafra desastrosa e improductiva. El modelo económico cubano necesita mucho más que una actualización: necesita cambiarse.
Quedan sectores de la sociedad cubana que ven los cambios introducidos por Obama con enorme recelo, sospechas, y hasta consternación. En parte es de esperar. Primero la relación entre los dos países nunca ha sido normal, ni siquiera en la época pre-revolucionaria. Por otra parte, estamos saliendo de casi 58 años de hostilidad y desconfianza.
Tal reticencia es además producto de la percepción y temores sobre los procesos de cambio. A fin de cuentas, los procesos de cambio son incontrolables, indetenibles e impredecibles. El cambio es parte de nuestra naturaleza humana. En el ámbito de la naturaleza es el único constante, y sus secuelas se ven en todas las especies.
En las sociedades abiertas como los EE.UU., los cambios ocurren todo el tiempo, y los gobiernos y sus instituciones se adaptan a ellos. En sociedades más cerradas los cambios vienen (o se permiten) desde arriba hacia abajo; con una trayectoria menos lineal, más escalonada. El gobierno actúa y la sociedad reacciona.
Es de esperar que algunos vean en las políticas de Obama una encerrona, una especie de caballo de Troya. Pero hago notar que en este caso el caballo es de cristal y a nadie ha de sorprender.
Obama cree en la apertura y en las fuerzas de cambio que ésta augura. Lo ve como algo bueno y deseable que a la larga mejora al mundo y a nuestras sociedades. Ha sido claro en que hay que respetar la soberanía de Cuba. En gran medida, le ha puesto fin a esas ideas injerencistas que tratan de cocer desde Washington una democracia para Cuba. Cree en la democracia, pero sabe que le corresponde a los cubanos procurarla.
A pesar de toda la exuberancia sobre Cuba que predomina en los medios, me preocupa seriamente que tras la visita presidencial, todo se reduzca a un ligero murmullo. Es posible que todo el interés empresarial que ha surgido termine en desencanto y cansancio cuando se imponga el realismo de la economía cubana, las condiciones inhóspitas para las empresas y el muro burocrático y obtuso con el que inevitablemente chocarán.
Es por eso que a pesar de todo lo sucedido en los últimos quince meses, aun queda mucho por hacer para facilitar los cambios que Cuba tanto necesita. A Obama solo le quedan unos meses en su presidencia y ya tiene casi agotado su arsenal de medidas ejecutivas que pudiera tomar durante el resto de su mandato.
El embargo sigue siendo el gran obstáculo que desde el exterior entorpece que Cuba cambie más y con mayor profundidad su modelo económico. Es necesario derogarlo de una vez por todas. Para eso será necesario la continuidad del enorme esfuerzo que la diáspora cubana en los EE.UU. ha desplazado hasta ahora para conseguir los cambios logrados.
La incertidumbre política de este extraño ciclo electoral ofrece retos y oportunidades. No hay que olvidar que todavía los cambios de la política norteamericana hacia Cuba tienen que pasar de alguna manera por Miami.
Teniendo en cuenta los obstáculos que persisten como resultado del embargo, las medidas tomadas por el presidente Obama le ofrecen a Cuba grandes oportunidades para mejorar su economía.
De forma alegórica pudiéramos decir que estas medidas, y el anticipado levantamiento del embargo, solo sirven para electrificar el tomacorriente. Para mejorar su economía y beneficiarse de estas medidas y del levantamiento del embargo, Cuba tiene que enchufarse en el tomacorriente.
No todos los obstáculos para el desarrollo económico de Cuba provienen del exterior. Mucho ha de hacerse desde dentro. Cuba cuenta con un arma secreta para lograrlo: los cubanos. Liberar el espíritu emprendedor de los cubanos será la manera más segura de energizar la economía cubana. Las inversiones billonarias de extranjeros, son buenas y deseables, pero totalmente insuficientes para obtener un desarrollo económico sostenible y un mercado interno creciente y pujante.
Es menester aceptar que solo la pequeña y la mediana empresas tienen esa capacidad de transformar un economía anémica en una creciente, pujante y creadora de plazas laborales.
Tras la visita de Obama se celebrará en Cuba el Congreso del Partido. Será una magnifica oportunidad para posicionar a Cuba para beneficiarse plenamente de la conclusión de la transformación de la relación con los EE.UU. de un acérrimo enemigo a un socio constructivo y rico que posee el mercado más idóneo para una Cuba productiva.
Hay mucho que puede lograr este Congreso que se reúne en un momento histórico para asegurar para Cuba un camino seguro hacia la prosperidad, la paz interna y la reconciliación entre todos los cubanos.
El modelo de Cuba está tan visiado, que muchas personas, lejos de querer cambiar el socialismo por otro modelo (cualquiera sea) lo rechazan para poder seguir viviendo como están:
* unos con poder,
* otros chupando de la teta a los poderosos que les ofertan migajas para mantener el poder (generalmente campesinos analfabetos con uniforme verde o azul),
* otros robando al Estado,
* otros viviendo en la calle aprovechando todas las coyunturas que ofrece el modelo caótico y mediocre que reina desde hace varios años a Cuba,
* y así sucesivamente.
No hay producción porque lo que menos importa es el trabajo, lo importante es mantener el socialismo a toda costa.
muy lindo articulo, pero para que cuba se conecte tiene que cambiar el sistema, y eso no lo van a permitir. si asi fuera estariamos hablando de un pais normal, pero ya esta mas que probado que lo que hay en cuba es una dictadura. Lo unico que le queda al pueblo despues que se vaya obama es RECLAMAR SUS DERECHOS! para que esos cambios ocurran!
Si la sociedad cubana ve con recelo y sospecha los cambios introducidos por Obama, no creo que sea sólo por temor al cambio. Una cosa sí sé, los cubanos tienen un nivel de discernimiento muy alto gracias a que toda la población tiene acceso a educación escolar de alto nivel, además de que les gusta estar informados no sólo a nivel nacional, también a nivel internacional. Así que no puede argumentar el recelo a un simple temor al cambio. Históricamente EUA, nunca ha hecho nada por ningún país, aún que firmen tratados o manden ejercitos por la paz del mundo, siempre encuentran la forma de ser ellos los beneficiados, sin importa qué se lleven entre las patas. Es asombrosamente inocente que piense que Obama cree en la apertura como algo que mejora al mundo y a la sociedad y por ende sus políticas internacionales. Cuba no se cerro al mundo, el mundo se cerro a Cuba. El único acto de buena voluntad y de agallas es el desbloqueo. Pero bueno, tampoco se puede demeritar y negar la posibilidad de limar asperezas con EEUU, esté podría ser sólo el primer paso. Ojala y lo poco o mucho que haga EUA en relación a su país, lo sepan manejar con suficiente inteligencia y cuidado para que la población cubana sea más prospera y haya menos limitaciones. Saludos afectuosos.
Carlos Saladrigas escribiendo en OnCuba? Preparen urgente al mejor equipo del Pando, que a Iroel se le revienta La Pupila!
El senor Saladrigas- aunque no le guste algunos- ha dado en un clavo caliente, pero Quien le pone el cascabel al gato?. Cuando Obama decidio empezar a romper el embargo(mal llamado bloqueo), lo primero que hizo fue reconocer que era una politica equivocada, y que mantener esa actitud, no conduciria a nada.
Para poder transformar la economia cubana, y enpoderar economicamente al ciudadano cubano de a pie, hay que reconocer primero, que el sistema economico comunista, ha fracasado, algo que ha sido mas que evidente en los ultimos 25 anos, The manera extraoficial, el mismisimo Fidel Castro, en un arranque de lucidez y honestidad, le confeso a un periodista extranjero que el modelo economico socialista, no le sirve,ni siquiera a Cuba. Podriamos empezar con eliminar todos los “eufemismos”, que han plagado la sociedad en los ultimos anos, lenguaje digno del Ministerio del pensamiento del famoso libro 1984, entonces, “periodo especial” empezaria a llamarse crisis economica, “actualizacion” deberia llamarse transformacin, “trabajadores por cuenta propia” pasaria a ser Sector Privado, “paladares” pasarian a ser Restaurantes, “Propiedad estatal de todo el pueblo” pasaria a ser propiedad gubernamental de unos pocos privilegiados, “Desvio de Recursos”, pasaria a ser Robo al erario publico, y asi ad infinitud. Tanbiem , los trabajadores por… perdon el Sector privado deberia tener las mismas facilidades de impuesto, importacion de bienes y accesos a recursos, que el inversionista extranjeros, y tal vez, descubramos dentro de cinco anos que no hacian falta los diez mil millones de inversion extranjera, que teniamos un tesoro escondido dentro del mismo pueblo de Cuba, escondido en el pueblo, pero dudo que una gerontocracia que promedia mas de 80 anos, pueda entender esto.
¡Amen! ( Así sea )
Felicitaciones a “el órgano oficioso de #ObamaenCuba y su teórico favorito”!, dice Iroel en su Facebook. Ya se nota que le va subiendo la presión ocular.
Se debe alertar al SIUM de La Habana y al equipo del Pando.
Vergonzosa la posición y el discurso de este excubano. Qué época de infamia nos está tocando vivir.
Pánfilo ya pudo hablar con Obama… y todavía no ha podido hablar con nadie de la Empresa del Pan…”es que está reunido con la gente del Ministerio”, dice la secretaria del director.
Iroel acaba de ser ingresado en el CIMEQ. En el Pando no dan pie con bola con su problema!
El cambio en Cuba ,solo está en manos de su pueblo!!!!,que más da si va el Papa,Obama….es el pueblo quien tiene que unirse y hacer que todo cambie y no esperar como los pollos con la boca abierta a que venga otro a hacerlo por ti
Del señor Saladrigas muchos cubanos no conocen su linaje. Es un exitoso hombre de negocios de origen cubano, que residente en EE.UU viene adelantándose para aprovechar el inminente futuro de apertura al comercio entre ambos países.
Seguro no ignora que, tal como lo ha manifestado el propio Presidente Obama, Ee.UU ha cambiado la táctica pero no la estrategia. Estrategia de doblegar el Socialismo en Cuba, ya no con la táctica de hacerlo desde afuera, sino ahora desde adentro. Para ello será necesario romper la unidad entre el pueblo y el gobierno cubano y la única manera de lograrlo, es apoyando a la emergente y pequeña burguesía que genera el cuentapropismo, a la que apuestan por su imaginaria capacidad de presionar por cambios políticos internos, en un futuro mediato.
Parece que estos 55 años trascurridos no han demostrado la real capacidad cubana de resistir cualquier tipo de amenazas y hostilidades. “Aún vestido de Caperucita el lobo sigue siendo lobo” y eso lo tienen claro la inmensa mayoría de cubanos.
Saladrigas no ignora que la batalla actual es fundamentalmente ideológica y no económica. Bien tontas serían las autoridades cubanas si abrieran los brazos a las iniciativas norteamericanas de negocios, dando la espalda a los inversionistas de otras latitudes, que también resistieron la política extraterritorial del Bloqueo, en sus momentos más crueles.
Si a Saladrigas le parecen artríticas las políticas adoptadas por Cuba antes las primeras medidas económicas impuestas por EE.UU. A mí realmente me parece reactivas, que solo se limitaron a defender al país de la eliminación de la cuota azucarera, el suministro de petróleo y la prohibición de refinar petróleo de otros suministradores, por solo citar medidas que pretendían asfixiar económicamente al nuevo gobierno cubano.
Si pretende que en vez de actualizar el modelo económico cubano este sea cambiado, no va por buen camino como hombre de negocios, porque esa es ya una pretensión política. Es cierto que hay dificultades, pero ese modelo es el que ha propiciado los índices de educación salud y seguridad que hoy Cuba exhibe al mundo. También es cierto que nuestra deuda externa es relativamente alta, pero apunto que está totalmente renegociada y honrándose según los acuerdos, cosas que muchos países del tercer mundo no pueden hacer en las circunstancias actuales.
Si creo que después de la visita las cosas no cambiarán mucho, porque si ya ha sido agotado el arsenal de posibilidades de que disponía el Presidente Obama, lo hasta ahora adelantado es bastante bien poco desde el punto de vista económico.
¿Cómo se imagina el Sr. Saladrigas que se normalice el comercio EEUU-Cuba? ¿De manera unidireccional o en ambos sentidos? Recordándole que no es Cuba quien ha discriminado al empresariado norteamericano, sino su propio gobierno.
El realismo de la económica cubana es el que es, y no cambiará con cuatro iniciativas que quizás no interesen a la parte cubana o no encajen en la estrategia de desarrollo económico de los cubanos. La velocidad de este proceso necesariamente la impondrán los cubanos y si se cansan algunos empresarios norteamericanos -incluido el Sr. Saladrigas- ese es su problema, ellos se lo pierden.
Creo que en lo único en que coincidimos es que la economía cubana puede alcanzar una mejor dinámica si dentro de la actualización se diera protagonismo a las pequeñas y medianas empresas, privadas, cooperativas y estatales o, modalidades combinadas de ellas. Sobre este particular detalle del modelo económico, de seguro se pronunciará el VII Congreso del PCC.
Esperemos que el futuro sea mejor para ambos países y especialmente para el nuestro, que vive un momento excepcional de justicia, al verse EE.UU forzado a reconocer al gobierno cubano y tratar a Cuba como la comunidad internacional le ha exigido: de igual a igual.
Así que si alguien tiene que cambiar en esta partida, es Miami.