La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos exhortó este martes al gobierno de Joe Biden a eliminar a Cuba de la lista de países supuestamente patrocinadores del terrorismo e iniciar el camino del entendimiento mutuo.
En una carta dirigida al secretario de Estado, Antony Blinken, el presidente del Comité de Justicia y Paz, obispo Elías Zaidan, reafirmó la posición de la Conferencia que, de conjunto con la Santa Sede y gobiernos y organizaciones internacionales, han reclamado también el levantamiento del embargo/bloqueo de Washington sobre la nación caribeña, reseña la agencia Prensa Latina (PL).
El comunicado episcopal recordó que en 2021, cuando la administración Trump designó a Cuba como estado patrocinador del terrorismo, los obispos estadounidenses expresaron su profundo desacuerdo y recalcaron su apoyo “de larga data a favor de una fuerte cooperación bilateral para el bien del pueblo estadounidense y cubano”.
“Durante décadas, en conjunción con la Santa Sede y la mayoría de la comunidad internacional. La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos ha instado a la colaboración y el beneficio mutuo”, enfatizó el texto.
“Le insto, señor Secretario, a que retire la designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo y maximizar el compromiso de nuestro país por el bien del pueblo cubano”, concluyó la misiva firmada por el obispo Zaidan.
Este pronunciamiento se une al amplio reclamo de líderes religiosos, iglesias y organizaciones basadas en la fe que ven en la inclusión de Cuba en la lista de países terroristas, una medida coercitiva contraria a la ética de sus confesiones religiosas, refirió PL.
Fundada en 1966, la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) es una asamblea de la jerarquía de la Iglesia Católica en el país y las Islas Vírgenes estadounidenses, encabezada por el arzobispo Timothy P. Broglio.
Pertenecen a la USCCB todos los obispos diocesanos, activos y retirados, los obispos coadjutores, los obispos auxiliares y otros obispos que ejercen un cargo especial por mandato de la Sede Apostólica.
Según el Censo de Religión de Estados Unidos, realizado por la Asociación de Estadísticos de Organismos Religiosos Estadounidenses cada 10 años, para 2020 había 61,9 millones de católicos en Estados Unidos. Esto representa a un 18,7 % de la población.
Días antes de concluir su mandato, en enero de 2021, Trump reintrodujo a Cuba en la unilateral lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo, de la cual había sido sacada en 2015, durante la administración de Barack Obama, como parte del histórico “deshielo” entre ambos países.
Pese a los llamados tanto desde dentro como desde fuera del territorio estadounidense para excluir a Cuba de esa nómina, la Administración Biden no ha modificado el status quo y la medida, con fuertes implicaciones comerciales y financieras para la isla, sigue en pie.
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WOLA, observaciones
La lista SSOT (por sus siglas en inglés) puede ser una herramienta importante para contrarrestar el terrorismo global, pero su aplicación en el caso de Cuba es —en el mejor de los casos— cuestionable”, evaluó el pasado año WOLA, una organización líder en investigación e incidencia que promueve los derechos humanos en las Américas con sede en Washington.
“Más allá de servir como caballo de batalla en la arena política, la designación también tiene efectos tangibles que hacen más difícil la vida de las personas de Cuba, tanto dentro como fuera de la isla”, cosideró WOLA, siglas de Washington Office on Latin America.
“La administración Biden debería cumplir su promesa de retirar a Cuba de la lista, a medida que el costo humano de la designación se continúa haciendo más evidente”, añadió.
De acuerdo con la entidad, la inclusión de Cuba en la lista excede en mucho las pretensiones de aislar a las fuerzas armadas de la isla, y tachar al país de adversario.
“Las consecuencias más atroces se derivan del mayor riesgo asociado a cualquier tipo de ayuda humanitaria, negocio, inversión y comercio que implique a Cuba y, por extensión, a los ciudadanos cubanos,” afirmó WOLA, en sintonía con declaraciones de las propias autoridades de la isla.