Los dos conciertos que la cantante, compositora y pianista estadounidense Norah Jones ofrecería como parte de un paquete turístico concentrado en La Habana y prometido para febrero de 2024 podrían encontrarse en veremos según un artículo de El Nuevo Herald.
El periódico de la Florida subrayó este martes que la empresa Dreamcatcher Events LLC retiró de su web las reservas y borró las referencias a las actuaciones de sus cuentas en las redes sociales. El video y el comunicado de la pianista y actriz de 44 años, anunciando el viaje, fueron eliminados también de su web oficial y de sus redes sociales.
Organizers appears to call off Norah Jones’ concerts in Havana, delete booking website https://t.co/M8wUqV9eHB
— Miami Herald (@MiamiHerald) November 28, 2023
“Ni el representante de Jones, John Silva, ni Dreamcatcher Events respondieron a los correos electrónicos en los que se les preguntaba si se habían cancelado el viaje y los conciertos”, apunta.
Según escribe la periodista Nora Gámez, esto sucede después que el propio periódico informara que el hotel ofrecido por la compañía estadounidense Dreamcatcher Events LLC, organizador del viaje, “es propiedad de los militares cubanos”.
Un término en el camino: Gaesa
El Herald informó la semana pasada que quienes adquirieran reservas para esta presentación en La Habana se alojarían en el Hotel Grand Aston, “propiedad de Gaviota, la mayor cadena hotelera de propiedad militar de Cuba, que está sometida a sanciones estadounidenses”.
“Gaviota figura en la Lista Restringida de Cuba del Departamento de Estado de EE.UU. porque es propiedad de GAESA, un conglomerado empresarial propiedad de militares cubanos”, explica el reportaje.
Y continúa: “Pero el Hotel Grand Aston, inaugurado en marzo de 2022, no aparece explícitamente en la lista, lo que, según las normas del Departamento de Estado, hace legal que los estadounidenses reserven una estancia”. Esta instalación es gestionada por el grupo indonesio Archipelago International.
La lista, que fue creada por el Departamento de Estado en 2017, tiene el propósito de prohibir transacciones con entidades cubanas vinculadas a las fuerzas militares y de seguridad de la isla. Pero, según un portavoz del Departamento de Estado a quien el periódico consultó, dicha “lista no se ha actualizado desde el 8 de enero de 2021”.
Pedido de Marco Rubio
Debido a que el Grand Aston no aparece en la lista, “es posible que personas, como Norah Jones, organicen supuestas ‘visitas educativas’ para que turistas estadounidenses paguen considerables sumas de dinero a Gaviota y financien así la represión en curso, la detención y la tortura de niños y presos políticos cubanos”, escribió el senador republicano Marco Rubio, quien pidió a Antony Blinken que actualizara dicha lista, según el Herald.
El periódico apunta que el senador se hizo eco de las críticas de los activistas cubanos ofendidos por el viaje, anunciado “en un momento en que el Gobierno mantiene detenidos a unos mil presos políticos, entre ellos menores de edad, según estimaciones de organizaciones de derechos humanos”.
Las presentaciones de la artista serían parte de un evento denominado Norah Jones: Vive en La Habana, en el que participarían músicos cubanos como Alain Pérez y el grupo Síntesis. La propia artista había comunicado desde Facebook que se sentía “emocionada por la oportunidad de presentarse por primera vez en Cuba como parte de un intercambio cultural y educativo”.
Dreamcatcher Events LLC comercializó el viaje, limitado a cien personas, con precios de entre 3.000 y 8.000 dólares por cuatro noches en el Grand Aston y entradas para dos conciertos privados en el Teatro Martí de La Habana Vieja, apunta el Herald.
Norah Jones nació en Nueva York y su carrera despegó con la publicación de su primer álbum, Come Away With Me, salido a la venta en febrero de 2002. Un año más tarde consiguió cinco premios Grammy. Desde entonces ha grabado otros seis discos de estudio que mezclan jazz, blues, soul, country y pop, de los que se han vendido más de 40 millones de copias.
Los organizadores alegaron que el viaje era parte de un “intercambio educativo y cultural” que cumple la normativa establecida por el Departamento del Tesoro; pero, apunta el Herald que dichas normativas exigen que estos sean hechos con el propósito de participar a tiempo completo en “actividades destinadas a mejorar el contacto con el pueblo cubano, apoyar a la sociedad civil en Cuba o promover la independencia del pueblo cubano frente a las autoridades”.
Pero además, quién hizo ese afiche? No es VIVE en LH, debiera ser EN VIVO en LH. Gente barata usando Google Translate y cobrando tanto x el billete. Menos mal q son amantes del proletariado.