Una cubano-americana que en 2011 fue condenada a 35 años de cárcel por estafar al Gobierno Federal, acaba de ser indultada por el presidente Donald Trump por su “buen comportamiento en la cárcel”.
Judith Negrón, de 48 años, cumplió apenas ocho años de prisión por haber participado en una estafa valorada en 200 millones de dólares al Medicare, un subsidio gubernamental de salud concedido a los más ancianos, cuando era vicepresidenta de la subsidiaria del consorcio Miami American Therapeutic Corp., donde se pagaba a intermediarios para que reclutaran a falsos pacientes que sobornaban para firmar pedidos de subsidios de tratamientos nunca llevados a cabo. Negrón fue la única acusada que rehusó llegar a un acuerdo con la fiscalía. Muchos amigos suyos, incrédulos por el caso, llegaron a abrir una cuenta de firmas pidiendo a la Casa Blanca su liberación.
El fraude al Medicare es uno de los delitos no letales más populares en el sur de Florida, considerada la capital del fraude al Medicare, con un valor total de 205 millones anuales estafados al gobierno.
El indulto de Negrón se llevó a cabo junto a otros once casos que el presidente Trump decidió dar a conocer a escasos nueve meses de unas elecciones presidenciales en las que pretende ser reelecto. La mujer resulta conocida en los círculos sociales de Florida, pero no es muy popular en los políticos, por lo cual su liberación ha levantado suspicacias.
“Lo que llama la atención en este caso es que normalmente los presidentes solamente perdonan a alguien después que cumple dos tercios de la sentencia. Me atrevo a decir que puede haber un motivo ulterior que puede estar relacionado con las elecciones”, comentó el abogado Nelson Castaño, especializado en delitos de cuello blanco.
Negrón es además conocida por dedicarse a actividades filantrópicas antes de ser sentenciada, participando en recogidas de fondos para cuestiones caritativas. Sin embargo, no aparece en los listados federales como contribuyente a campañas políticas. Esto no significa que no haya participado en la organización de reuniones y en la recogida de contribuciones financieras para candidatos a cargos electos.
Cuando fue liberada el martes por la tarde, su esposo, Héctor Negrón, dijo a la agencia Associated Press que la pareja y sus hijos estaban muy agradecidos al presidente Trump por el gesto. Reveló que fue contactado personalmente por Pam Bondi, la ex secretaria de Justicia de Florida, quien trabaja actualmente en la Casa Blanca.
Otro abogado del sur de Florida, George Watson, dijo este miércoles a la cadena NBC que puede haber un fondo político en la decisión del mandatario. “Todavía no sabemos la cantidad de fondos que el presidente ha recaudado en el estado [Florida] , pero si la liberó para que ella lo ayuda a recaudar más, me parece que no ha logrado recaudar lo que espera”, sostuvo.
La idea no es descabellada. Otro indultado, el ex gobernador demócrata de Illinois, Rod Blagojevich, sentenciado a catorce años de cárcel en 2011 por intentar sortear al mejor postor la adjudicación del puesto de senador dejado vacante por el entonces electo presidente Barack Obama –una responsabilidad de los gobernadores–, dijo este miércoles a la cadena CNN que se pasaba a los republicanos y se consideró a partir de ahora un “trumpócrata”. Cuando salió el martes de la cárcel, el ex gobernador apareció en público con la gorra oficial de la campaña de Trump: “Make America Great Again” [Hagamos de nuevo un Estados Unidos grande].
En el comunicado anunciando el indulto a Negrón, la Casa Blanca dijo que el gesto fue recomendado por los servicios sociales de la cárcel por su trabajo de ayuda a otros presos. “La señora Negrón, ha mostrado siempre ser una detenida modelo que trabaja muy bien con otros y estableció una buena relación de trabajo con los trabajadores y los presos”.
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