Sí, vivir lo suficiente como para verlo todo, hasta lo que creíamos no alcanzaríamos a presenciar.
Presenciar, por ejemplo, a un presidente de EE.UU. llegar a La Habana sin manifiestas ínfulas imperiales, sino con el respeto que merecen la dignidad del gobierno de Cuba y de su pueblo.
Tener la oportunidad de ver que ese presidente, Barack Obama, se reunirá con el líder cubano, Raúl Castro, consciente de que Cuba no aceptará otro trato que el de igual a igual.
Contemplar con satisfacción que pese a casi 60 años de bloqueo, agresiones y dificultades los cubanos en la Isla no se han apocado ni acobardado, sino que continúan siendo el pueblo generoso y arrojado vive orgulloso de su historia.
Como lo describe Sarah Stephens, amiga de Cuba y directora del Centro para la Democracia en las Américas, radicado en Washington, “durante cinco décadas, toda nuestra política [de Estados Unidos] hacia Cuba consistió en hacer que la familia Castro tirara la toalla (“cry uncle” en inglés). Tratamos de matarlos y, cuando no lo logramos, buscamos provocar una insurrección entre cubanos a los que intentamos hacer que pasaran hambre y creciera su desesperación, haciéndoles daño con nuestras sanciones”.
Vivir para ver que el primer presidente negro de EE.UU. no va a desembarcar el 21 de marzo en un pobre paisito asustado y sumiso, sino en una nación soberana y orgullosa.
Vivir también para contar que la visita inminente de Barack Obama a Cuba no sucede por generación espontánea, como tampoco ocurrió por intervención divina el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y EE.UU. tras más de medio siglo de implacable hostilidad. Han sido años de diálogos, negociaciones, participación creciente de los más diversos factores entre los dos países y de labores sanadoras de líderes y personalidades de todo el mundo.
Vivir para constatar que los cambios que se anunciaron hace apenas unos meses, y que el viaje del mandatario norteamericano aceleran, reafirman y hacen irreversibles, son, en buena medida, el producto de más de 40 años del trabajo duro, constante y muchas veces peligroso, de grupos e individuos solidarios con el pueblo de Cuba. Entre ellos muchos cubanos que vivimos en Estados Unidos y muchos norteamericanos que han comprendido nuestra causa.
Las cosas han cambiado mucho y para bien, desde el asesinato en 1979 del joven Carlos Muñiz Varela, pionero del diálogo con Cuba, de los viajes a la Isla y militante por la independencia de Puerto Rico, donde residía, así como de tantos otros que perdieron la vida luchando porque Cuba se respetara. Ese asesinato todavía no ha sido reivindicado.
Es bueno vivir para poder recordar con dolor y también alegría a Francisco González Aruca, Lourdes Casal, Margarita Lejarza, Mauricio Gastón, Dolores Prida, Onessys Villarreal, Orlando Canales, compañeros muy queridos que ya no están con nosotros. Recordarlos para que todos sepan que el acercamiento, la normalización y el respeto sin condiciones entre Cuba y Estados Unidos que ha comenzado a ocurrir -y que ellos no pudieron contemplar- es también fruto de su coraje y su dedicación.
Vivir para recordar incluso a aquellos –pocos, muy pocos– que abandonaron la lucha por decepción, por cansancio, por miedo o por oportunismo. Para ellos no hay rencor, sino buena voluntad y el deseo de que, de alguna manera, también puedan participar de este momento crucial de esperanza y transformación en su patria.
*El autor nació en Cárdenas pero vive en Nueva York hace más de 30 años. Ha sido columnista o ha escrito para AlDíanews.com, Newsday, New York Daily News. Fue director de El Daily News, el primer periódico diario bilingüe en EE.UU. Fue editor internacional y de opinión, así como columnista en El Diario-La Prensa, el periódico en español más antiguo de EE.UU. Tiene edad suficiente como para poder mirar hacia atrás y hacer resúmenes.
Excelente artículo
Vivir para ver mucho mas de lo que autor quiere que se vea. Vivir para ver como ha surgido una nueva clase rica en Cuba a costa de la miseria de la mayoria, vivir para ver que esa misma clase rica ya esta apretada en el Viejo contexto cubano y ahora se desvive por ampliar sus horizontes hacia el enemigo del norte, vivir para ver el exodo masivo de tanta juventud que a pesar de los cantos del futuro luminoso no creen en el y se larga ha donde sea, vivir para ver que los gusanos de ayer hoy como comunidad emigrada, regresa a ayudar a crear prosperos negocios dentro de la isla, a donde jamas podrian regresar segun el Comandante en Jefe., Vivir para ver a cubanos de high class paseando en yates por el Mediterraneo mientras que hay que llevar sabanas y comida a los hospitals, hacer colas para cargar agua, luchar contra la basura, los mosquitos, el ruido y todo eso despues de mas de cincuenta años de sacrificios para tener una Cuba major. Es admirable el estoicismo del pueblo cubano, es cierto, pero es hora de dejarlo de ver con los ojos de la Guerra fria y no cegarse. Esto no es una Victoria del socialismo cubano. Mas bien es la aceptacion de que no funciono y que hay que cambiar. Y en hora Buena, pero sin fanfarrias.
Rey, es cierto todo lo que dices. Pero concuerdo completamente con el articulista.
Colas, escaseces, falta de horizontes, son productos directos de esos años de bloqueo (lo dice el autor, yo lo desmenuzo) que tantas cosas malas ha traído a la isla que me vio nacer y al pueblo al cual me siento orgullosa de pertenecer.
¿No es decepcionante acaso ver padecer a niños con tumores malignos solamente porque la medicina que podría ayudarlos a curar o a sufrir menos es de patente norteamericana y no se le vende a Cuba por aquella falaz ley de comercio con el enemigo que se esgrime cada vez que del bienestar y la prosperidad de Cuba se trata? Solo pongo este ejemplo entre tantísimos que pudiera esgrimir. Sarah Stephens, citada por el articulista, no podía haber sido más clara en su descripción de la política que los Estados Unidos han mantenido hacia Cuba desde hace más de cincuenta años. ¿Cuándo, antes de la debacle del socialismo real europeo, que era malo pero solidario, hizo falta llevar a los hospitales una sábana? El año 1990 nos trajo no solo desamparo económico: potenció las bajas pasiones, los reconcomios; afloraron los peores entresijos de la sociedad, personajes sin escrúpulos ni principios que, precisamente por eso, fueron capaces de tepar sobre las necesidades colectivas para asentarse en un buen vivir laserante y escandaloso. Solo que no es ni humano ni saludable rumiar odios epidérmicos ni dejar que nos gane el alma el prefijo “des” antepuesto a sustantivos engrandecedores. Necesitamos, los cubanos de acá y de allá, mirar nuestro país (que a la postre siempre va a ser nuestro país) con ojos limpios de prejuicios y buscar un idioma común para entendernos. Yo, personalmente, he vivido para ver lo que nunca creí: una nueva etapa donde, si nos esforzamos, podremos llegar a un entendimiento desde el respeto, la soberanía y la dignidad.
Que articulo tan malo… Le aconsejo al autor que se documente antws de hablar… Que con ser viejo no se es sabio… Primero hay que ser sabio… Puede empezar por leerse el articulo de hoy de Triana hablando de las cooperativas con convenio con los hoteles en Ciego de Avila… Para mi que la publicacion de estos articulos tiene que ser con una segunda intencion… Porque no puede ser que alguien entienda que esto asi plain sirve para algo
Articulo serio y coherente con la realidad ,duelale a quien le duela.
Mariela, le voy a contestar con los mismos ejemplos: sabe Usted que Fidel trae de
Italia productos y alimentos especiales para su dieta?. Como es posible que Hugo Chavez haya escojido Cuba para tratarse su cancer si alli no hay medicinas por el bloqueo?. El bloqueo nunca se aplico a la medicina y si asi hubiese sido los medicamentos , identicos, se podian comprar en la frontera mejico americana. Si yo , personalmente, consegui en la frontera unas hormonas especificas para investigaciones biologicas en Cuba como va a ser imposible conseguir las medicinas necesarias?. Yo estoy de acuerdo con Usted . Todos debemos dejar el pasado atras y tratar de contribuir a una Cuba mejor, pero para eso debemos guardar el falso triunfalismo en el closet. La via que esta tomando el pais nada tiene que ver con aquella revolucion que dijo ser de todos y para el bien de todos, asi que los aires de vencedores de este articulo sobran por completo. Si Cuba no estuviese en crisis hubiesemos seguido condenando al vecino del norte, nos hubiesen seguido llamando gusanos, escorias y aun los CDR estarian haciendole la vida un yogourt a la gente de la cuadra y si , hubiesemos tenido sabanas blancas en los hospitales, pero garantizadas por otra metropolis y no por nosotros mismos.
MUY LINDO,EMOTIVO Y OPORTUNO COMENTARIO DE UN PIONERO EN EN ESTA CAUSA DEL ACERCAMIENTO CON NUESTRO PUEBLO DESDE LOS REMOTOS 70’S DONDE SOLO MANIFESTAR UN DESEO DE BUENA VOLUNTAD CON CUBA NOS PODIA COSTAR LA VIDA. MUCHAS GRACIAS HERMANO POR ESTE ARTICULO.UN ABRAZO..VICENTE
Mientras la Patria sea de todos solo de boca para afuera, seguirán escribiéndose artículos mentirosos y desinformadores de la realidad cubana como lo es este, que solo sirve para justificar más de mkedio siglo de desgobierno de una trianía que hoy por hoy vive completamente de espaldas alpueblo, y sin sentirse obligada a rendirle cuentas, mientras el autor -desde lejos, por supuesto- la aplaude
Rey:
“Si Cuba no estuviese en crisis hubiesemos seguido condenando al vecino del norte, nos hubiesen seguido llamando gusanos, escorias y aun los CDR estarian haciendole la vida un yogourt a la gente de la cuadra y si , hubiesemos tenido sabanas blancas en los hospitales, pero garantizadas por otra metropolis y no por nosotros mismos.”
Esto debieran grabarlo en bronce. Más claro no canta un gallo.
Así mismo es… no sé cuál es el triunfalismo… lo que ha triunfado hasta ahora es la buena voluntad de Obama… que todavía no sé si traducirá en bien… porque eso de empezar a regalarle cosas al gobierno cubano para que la gente coma no es educativo… si alguien te dice que tiene hambre no le des $20… dale un trabajo donde se busque los $20… y además… sabido es que cuando Obama empiece a dar crédito y aquella gente a no pagar… porque no van a pagar nada… porque no tienen ni donde caerse muertos… porque ese sistema económico no sirve para nada… verás salir de nuevo la frasecita celebre de Fidel “la deuda eterna” haciendo alusión a que nunca iba a pagar nada… ni el principal de las deudas… una pregunta… por qué no publican cuanto le han condonado en deuda a Cuba a lo largo de todos estos años?… el caso del triunfalismo del señor Albor Ruiz se me parece al caso del “experimento de obediencia de Stanley Milgram”… con respecto a que se siente satisfecho de haber cumplido con lo que le mandaron sin reparar en si lo que estaba haciendo estaba bien o mal… en este caso sirviendo a un dictador (lo mismo que en el ejemplo: una autoridad, una persona que dicta lo que hay que hacer)… le sugiero que lo vea…
Aparte del triunfalismo que usted siente por el deber cumplido con lo que le encomendaron… cumplido como lo cumpliría un caballo con orejeras… no ha habido otra cosa que triunfe… porque el sistema económico y político de Cuba ha demostrado ser un TOTAL FRACASO… ni una sola de las metas del Moncada queda en pie… que tanto se esgrimieron para seguir la lucha… un país devastado después de 60 años… y no le vaya a echar la culpa al bloqueo… que el único bloqueo que hubo estuvo en la mente de los que se dejaron engañar con ese cuento… porque eso fue una mentira bien fabricada… porque Cuba tenía relaciones comerciales con casi todos los países del mundo… y en el mundo hay un montón de firmas que no son americanas… en Latinoamérica… por qué Cuba no trajo compañías venezolanas a hacer negocios en Cuba eh?
Cuál triunfalismo si para sostener ese sistema económico que no sirve para nada se han tenido que emplear a fondo los mas sórdidos métodos de ideologización y supresión de libertades de todo tipo, de que triunfalismo me habla el señor Albor si como se han pronunciado otros comentaristas de este escrito, sobran los ejemplos de maltrato, abuso, injusticia, tortura psicológica a que han sometido al pueblo cubano.
Sr. Albor, lo que tiene que hacer es pedir que le den una libreta de abastecimiento y recoger sus matules e irse pa Cuba a gozar con su triunfo.
Muy buen recordatorio a esos compañeros que no llegaron a verlo. Gracias.