El actor cubano Abel Rodríguez falleció este viernes en Miami, Estados Unidos, a los 50 años de edad, según confirmaron colegas y familiares en redes sociales, entre quienes trasciende que el deceso se debe a complicaciones a causas de un accidente cerebrovascular.
En 2004 se radicó en Colombia, donde desarrolló su carrera en la televisión y donde algunos medios los recuerdan por sus “impecables papeles como villano”. En 2016 estableció residencia en Miami.
El programa Bravissimo citytv, uno de los espacios colombianos que lo tuvo como invitado, lo presentó alguna vez como: “un hombre alegre, apasionado por la actuación y la dirección de actores que su gran sueño es tener su propia productora. Un cubano enamorado de Colombia, un hombre sensible que puede llorar con facilidad”.
Nacido en una familia ligada al cine —su padre fue productor del Noticiero ICAIC Latinoamericano—, Rodríguez se identificó con la actuación desde su adolescencia, por lo que estudió la carrera en la Escuela Nacional de Arte.
Según sus datos biográficos, realizó su debut como actor con el grupo de teatro Rita Montaner, donde trabajó dos años, y más tarde se incorporó a la compañía El Público.
Llegó a la gran pantalla con buena aceptación del público y crítica, y ganó el premio a Mejor Actor de Reparto en el Festival de Cine de La Habana de 2003 gracias a la interpretación de uno de los personajes del filme Roble de olor.
Aunque el mayor reconocimiento del público cubano lo alcanzó gracias a su aparición en la telenovela Salir de noche, en la que interpretó un joven pintor, talentoso y de buenos sentimientos, tal como describen sus amigos al verdadero Abel Rodríguez.
Según una Nota publicada en El Espectador, el canal RCN lo llevó a Colombia en 2004 como protagonista de la novela La viuda de la mafia, uno de sus grandes éxitos nacionales. Con el canal firmó un contrato por 5 años.
En construcción…
EPD Abel, tremendo actorazo, mis condolencias a la familia y amigos, era muy joven aún, que lastima, los cubanos lo amamos mucho principalmente en la interpretación de la novela Salir de noche, que Dios te tenga en su gloria