A partir del 1ro de diciembre de este año los agricultores pequeños “propietarios y usufructuarios de tierra” estarán autorizados a vender una amplia gama de productos de manera directa al sector turístico del país, sin necesidad de mediación de una empresa estatal.
Según informa el diario Granma el próximo 21 de octubre se pondrán en vigor resoluciones de los ministerios de la Agricultura, Turismo, y Finanzas y Precios con las cuales se amplían las posibilidades de la comercialización directa entre ambos sectores, hecho que anteriormente solo podían hacer a través de las Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS).
Desde diciembre del 2011, se había autorizado la comercialización directa de productos agrícolas entre las formas productivas y las entidades turísticas del país. Luego de una larga espera, a la lista de productos aprobados hace dos años – indican fuentes consultadas- se suman ahora flores frescas, plantas ornamentales, especies y condimentos secos, huevos de gallina y de codorniz, arreglos florales y servicios de jardinería. Anteriormente solo podían comercializarse productos agrícolas no industrializados, arroz y carbón vegetal, destaca de forma similar en su sitio web el diario Juventud Rebelde.
Las nuevas opciones, publicadas este lunes en la Gaceta Oficial Extraordinaria no. 24, contribuyen a la transformación del sistema de acopio y la comercialización de las producciones agropecuarias mediante mecanismos de gestión cada vez más ágiles que simplifiquen los vínculos entre la producción primaria y el consumidor final.
Para garantizar los vínculos directos entre las entidades turísticas y los agricultores pequeños, de acuerdo a lo legislado por el Banco Central de Cuba, estos podrán abrir cuentas corrientes en pesos cubanos (CUP) en los bancos comerciales.
En su resolución, el Ministerio de Finanzas y Precios establece que la Casa Financiera del Ministerio del Turismo o las instituciones bancarias, según corresponda, retendrán en estos casos el 5 por ciento del valor de las ventas en pesos cubanos, operación que actualmente se realiza por las entidades acopiadoras. Según aclara Granma, ello responde al importe mínimo del Impuesto sobre los Ingresos Personales a que están obligados los productores según el Sistema Tributario cubano.
Este es otro paso en las reformas económicas de Raúl Castro, luego de la autorización de la compraventa de casas y automóviles, y la ampliación del trabajo privado.