El vertimiento de aguas residuales desde un hotel de Trinidad sobre un ecosistema de manglar activó las alarmas de especialistas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) en Sancti Spíritus.
Las aguas contaminadas brotan desde uno de los registros, “al parecer obstruido”, del Sistema de tratamiento que gestiona los residuales del Hotel Meliá Trinidad Península a la laguna de oxidación situada en la zona de Las Piñas, apunta Radio Sancti Spíritus desde su perfil en Facebook.
Dicho derrame fue detectado “hace aproximadamente un mes” y genera daños al ecosistema de manglar y su biodiversidad, compuesta por jaibas, cangrejos, peces y aves acuáticas, según la nota.
“En un tramo de la carretera que une al poblado de Casilda con las playas sureñas a conductores y vacacionistas, les asalta la pestilencia de aguas contaminadas”, apunta.
Los directivos del CITMA ya habrían actualizado a la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos, que tuvo a su cargo la ejecución de la obra, “apenas de un año de explotación”.
Los especialistas advierten sobre el “impacto negativo en dicha vegetación costera, así como en la flora y fauna del entorno”.
Importancia de los manglares
Los manglares desempeñan un papel fundamental en la conservación de diversas especies vegetales y animales y ayudan a frenar el desgaste o erosión de los suelos.
De hecho, las costas espirituanas se han beneficiado del “Proyecto Internacional Resiliencia Costera”, que, promovido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha contribuido a mitigar las afectaciones sobre los manglares.
En 2017, Cuba también lanzó un plan de enfrentamiento al cambio climático conocido como Tarea Vida. El proyecto Mi Costa es uno de sus mecanismos de implementación a lo largo de 1300 km de la costa sur de Cuba.
Península de Ancón
El Hotel Meliá Trinidad Península se encuentra a la entrada de la península de Ancón, “uno de los ecosistemas costeros más notables en el centro de Cuba, a poco más de 12 kilómetros de la ciudad de Trinidad y complemento natural de este destino”, apuntaba un reporte de Escambray.
La zona cuenta con una “exuberante vegetación de mangle rojo y mangle prieto”, además de otras especies autóctonas que conforman ese entorno natural.
Cocodrilo y manglares cubanos en el centro de un premio de fotografía
A fines del año pasado, la zona fue centro de una campaña de “limpieza, poda y restauración de la vegetación” cuyo propósito es la “recuperación de un área que posee valores florísticos” peculiares.
La Unidad Empresarial de Base (UEB) Forestal Sancti Spíritus se encargó de esa restauración que, como parte de la Tarea Vida, implicó asegurar semillas para producir posturas de uvas caleta, almácigo y otras variedades endémicas a fin de reforestar la zona costera que, según el periódico local, comprende alrededor de 64 hectáreas.
Se entiende la denuncia. Pero no se explica si fue un error de la inversión como tal, fue negligencia de los inversores para ahorrar dinero, fue una estrategia económica, o hubo realmente un accidente o rotura. Lleva un mes y sigue la pudrición, si se sigue alargando en el tiempo la toma de decisiones y el propósito real de reparación horita no existirá nada natural o una gran fosa apestosa y ya sin solución como muchas áreas naturales y residenciales que existen hoy. Dejemos la muela y que se resuelva el problema.