Más de 80 países han expresado interés en adquirir Interferón Alfa 2b Humano Recombinante, un producto cubano que ha ganado fama por sus resultados en la terapia de pacientes positivos con coronavirus.
El 93,4 % de los enfermos de la Covid-19 en la Isla había sido tratado con Heberón —nombre comercial del Interferón Alfa 2b—, de acuerdo con datos revelados por el Ministerio de Salud Publica (Minsap) cubano citados por el diario oficial Granma.
Las cifras oficiales citadas indican que de los pacientes tratados con el medicamento hasta mediados de abril, solo el 5,5 % llegó al estado de gravedad, y entre ellos la tasa de letalidad resultó de apenas el 0,9 %, índices muy por debajo de los registrados en el resto del mundo.
El protocolo de atención de establecido por el Minsap para enfrentar la pandemia prevé la utilización del interferón, junto a otros fármacos, en pacientes confirmados con el virus, pero no en aquellos que desarrollan estados grave o crítico de la enfermedad.
El Dr. Eulogio Pimentel, director general del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Cuba, aseguró que “los datos muestran que el protocolo en nuestro país es efectivo, y el interferón desempeña un rol en los resultados”.
El científico se refirió también a un artículo que muestra los resultados de un estudio clínico sobre el fármaco realizado en la ciudad china de Wuhan, donde se originó el brote de coronavirus.
Como parte de la investigación 2.944 individuos fueron tratados con el Interferon Alfa 2 b, mientras que otros 3.387 sujetos no recibieron el medicamento.
El 50% de las personas no tratadas contrajeron la enfermedad, en tanto no se reportaron enfermos en el grupo beneficiado por el producto de la biotecnología cubana, según Pimentel.
A finales de marzo ya 45 países de diferentes regiones geográficas habían manifestado su deseo de adquirir el Heberon, con el objetivo de incorporarlo al protocolo de pacientes contagiados con el nuevo coronavirus.
Más de 45 naciones han pedido a Cuba el interferón para combatir la COVID-19
Debido a su probada capacidad antiviral, el interés por el producto cubano casi se ha duplicado desde entonces.
En Cuba se emplea desde hace más de tres décadas en la terapia de enfermedades virales como las Hepatitis b y c, Herpes zóster y el VIH/SIDA, y ahora se amplica también en el tratamiento de la Covid-19, así como en su prevención en grupos de riesgo.
no van a decir nada del estudio del MIT ??