Al calor de la distención post 17D, acaba de desembarcar en La Habana la mayor delegación de empresarios provenientes de Australia que ha arribado a estas costas caribeñas en toda la historia de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
“A pesar de la gigantesca distancia geográfica existe una empatía mutua y, por nuestra parte, siempre hemos admirado a este pueblo por su capacidad para valerse por sí mismo en cualquier circunstancia”, afirmó en un foro de negocios en el Hotel Nacional el enviado especial del gobierno de Australia y ex ministro de Comercio, Andrew Robb.
Cuando termine el viaje los hombres y mujeres de negocio habrán adelantado la tarea, pues ya se anuncian principios de acuerdos y cartas de intención en tan diversas áreas como la minería, energía, infraestructura, agricultura, turismo, deporte, servicios médicos y biotecnología.
Al parecer el interés por Cuba en la Isla continente es un fenómeno notable. Solo en 2015, y sin conexiones aéreas directas, llegaron al archipiélago 15 mil turistas del principal país de Oceanía, un crecimiento de un 60 por ciento con respecto al año anterior.
El proceso de normalización de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos ha sido la voz de arrancada para centenares de empresarios de muy diversos países, que de tan interesados casi se solapan unos a otros en La Habana, y han cargado de citas de conocimiento y presentación a la agenda del Ministerio de Comercio Exterior cubano.
Todo ocurre a solo días que llegue otra vez el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, como paso previo al arribo del presidente Obama. Cada día parece traer nuevas noticias del acercamiento entre los hasta hace poco enemigos, pues este martes 23 de febrero concluyó en la capital cubana una reunión técnica entre Cuba y EE.UU. sobre asuntos de ciberseguridad. En el trasfondo resuena la visita de Daniel Sepúlveda, subsecretario adjunto de Estado y coordinador para la Política Internacional de las Comunicaciones y la Información de EE. UU., principal vocero de la necesidad de un cable de fibra óptica entre Miami y La Habana.
Australianos y estadounidenses no son los únicos inscritos en la carrera por ver quién logra mayores y mejores nexos comerciales con Cuba: este miércoles 24 de febrero fue anunciada la séptima ronda de negociaciones sobre el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre la Unión Europea y Cuba, con fecha tres y cuatro de marzo.
Semanas atrás se anunció que antes del verano deberá estar listo un documento que pondrá fin, de facto, a la Posición Común europea, que condiciona cualquier diálogo, inversión o transferencia de fondos para programas de desarrollo en el archipiélago caribeño al cumplimiento por Cuba de estándares europeos de Derechos Humanos.
El toque de rebato para el acercamiento empresarial (de cualquier continente) lo han dado las intenciones públicas del gobierno cubano de no concentrar su comercio exterior con un solo país. Durante la visita del Presidente cubano a Francia, el ministro Rodrigo Malmierca aseguró que el gobierno cubano tiene una fuerte vocación de diversificación de sus relaciones económicas. “No queremos volver a depender de un solo mercado en el futuro”, afirmó.
No obstante, y por muchos deseos que traigan los empresarios australianos o buena voluntad que demuestre John Kerry en su paso dentro de dos semanas, cualquier intención de negocios estará mediada por las leyes del bloqueo.
Precisamente este martes, la Oficina de Control de Activos Extranjeros, OFAC, del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, penalizó al grupo petrolero francés CGG Services S.A. por violaciones a las regulaciones del embargo. La multa asciende a 614 mil 250 dólares y se aplica en virtud de que varias de sus subsidiarias proveyeron servicios, piezas de repuesto y equipamiento de origen estadounidense para exploración de gas y petróleo a embarcaciones que operaban en aguas territoriales cubanas en 2010 y 2011.
!Todo en marcha y a toda popa! Ojo, que se avecina la temporada ciclónica. No hay peor sordo que el que no quiere oír.