La Empresa Provincial de Transporte de La Habana denunció la ocurrencia de varios “hechos vandálicos” contra guaguas de la capital cubana este sábado.
En una publicación en redes replicada por el gobierno de la ciudad, la entidad habanera confirmó “la ocurrencia de tres hechos de apedreamientos contra ómnibus del transporte público”.
Las guaguas afectadas en estos sucesos cubrían las rutas A27, A62 y 55 y sufrieron daños como consecuencia del impacto de las piedras.
En el primer caso (A 27) el apedreamiento fue resultado de una riña iniciada en el interior del ómnibus, y en los otros dos casos las guaguas fueran apedreadas mientras cubrían su trayecto.
En dos últimos hechos, los agresores se dieron a la fuga, de acuerdo con la publicación.
Las autoridades habaneras condenaron “enérgicamente” lo sucedido y consideraron que se trata de hechos “repudiables” que conspiran contra “la mejora de la calidad de vida” de los habaneros y los servicios que brinda la empresa de transporte.
La publicación oficial no explica si existe una investigación policial en curso relacionada con estos apedreamientos, ni la posible motivación de los mismos.
Tampoco, si ocurrieron daños físicos en pasajeros o choferes como consecuencia de estos hechos, aunque en uno de los casos reconoce que ocurrió una agresión contra el chofer.
Baja el número de pasajeros en el transporte público de Cuba
No es primera vez que ocurren agresiones de este tipo contra guaguas de La Habana u otras ciudades del país.
Cuba atraviesa una severa crisis que tiene en el transporte uno de los sectores más afectados. La falta de combustible, piezas e insumos golpea a las guaguas y otros medios estatales y privados, y hace más complejo el necesario movimiento de los cubanos.
Datos oficiales dan cuenta de que, solo en La Habana, de los poco menos de 900 ómnibus con que cuenta la Empresa Provincial de Transporte solo han funcionado en los últimos años menos de la mitad, y en los períodos más críticos incluso apenas alrededor de un tercio de los mismos.
Saludos, una sociedad humana sin control ciudadano está condenada a enfermarse. El mayor vandalismo es que haya personas que dicen dirigir el orden ciudadano y permitan estos desmanes ciudadanos.
Los enemigos de este país no conocen el daño que pueden hacer por la incompetencia de las autoridades, que tienen las leyes en las manos.