Ale, un bebé rinoceronte blanco, crece saludable y activo al cumplir un mes de nacido en el Zoológico Nacional de La Habana, el mayor de Cuba, que alberga más de 120 especies de animales.
De la evolución del nuevo habitante de la instalación da fe uno de sus cuidadores, el joven técnico de fauna exótica y silvestre Armando Pérez, quien asegura que es “un orgullo” para ellos.
“Ha tenido un buen desarrollo y se ha mezclado con la manada súper bien”, dijo Pérez durante una visita de reporteros de EFE al Parque Zoológico de Cuba —uno de los dos que tiene la capital de la Isla— donde los animales viven en condiciones que imitan a las de su hábitat natural.
El joven Ale y su familia
Pérez señala que el joven Ale ha mostrado un desarrollo más rápido que su hermana, Mel. También es “más activo y mantiene un contacto más cercano con los otros rinocerontes”, aunque sigue dependiendo de su madre.
En este momento, el pequeño pesa alrededor de 100 kilogramos y junto a la leche materna —que será la base de su alimentación durante 18 meses— come viandas, frutas, forrajes y pienso.
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— EFE Noticias (@EFEnoticias) July 15, 2022
Además de pasear en compañía de su madre, el bebé rinoceronte socializa con otras especies que habitan en las extensas áreas de la llamada “pradera africana” del parque, como jirafas, cebras, antílopes, avestruces e hipopótamos.
La nueva cría integra una familia de 8 ejemplares de rinoceronte blanco en la que figuran sus padres Alexander y Katherine, una pareja que llegó al zoológico en noviembre de 2013 como parte de una donación de animales de la fauna africana realizada por el Gobierno de Namibia.
“Es una esperanza para nosotros que el camino de la protección de una especie en extinción continúe”, señaló el especialista en manejo de fauna exótica Alexander Arango, con 20 años de experiencia en el zoológico.
Recuerda que la reproducción de estos animales se mantuvo estable hasta 2001 y que hace tres años nació Mel, hermana de Ale por parte materna, quien marcó el primer alumbramiento de su especie en este zoológico después de 18 años.
Sobre esta especie, el experto explicó a EFE que nacen con unos 50 kilos de peso y deben ir aumentando a razón de un kilogramo por día hasta alcanzar unas tres toneladas y tres metros de largo cuando son adultos, lo que los clasifica como el tercer mamífero terrestre más pesado del mundo.
El mayor zoológico de Cuba
El Parque Zoológico Nacional de Cuba, situado en terrenos del municipio de Boyeros, en una zona apartada de La Habana, abrió sus puertas en 1984 y es uno de los 23 zoológicos en diversas provincias de la Isla.
Esta instalación ocupa un área de 342 hectáreas con una cerca perimetral de 10,6 kilómetros y solamente su espacio denominado “La pradera africana” abarca una extensión de 42 hectáreas.
En la actualidad, su colección reúne un total de 1.428 ejemplares de mamíferos, herbívoros, aves, primates y reptiles que viven con un estilo de vida lo más cercano posible a su hábitat original, en el que disfrutan de cierta libertad.
La directora de Bienestar Animal del zoológico, Arner Fumero Hernández, rememoró que la primera colección de animales llegó desde Tanzania y la segunda trajo de Namibia a través de la operación “Arca de Noé II” un total de 146 animales, de 23 especies.
Ese donativo incluyó antílopes, elefantes, rinocerontes, buitres, avestruces, hienas, leones, leopardos, puercoespines y zorros de oreja de murciélago, entre otros animales.
Este lugar tiene entre sus objetivos enriquecer las colecciones de las que existen en varias provincias de la isla, explicó la directiva de la instalación —de capital estatal— que actualmente opta por su ingreso a la Asociación Latinoamericana de Parques Zoológicos y Acuarios (ALPZA).
Otro grupo de 42 animales de 13 especies llegó a la Isla en 2018 como parte de un intercambio con el Zoológico La Aurora, de Guatemala, con tigres de bengala, antílopes mono araña, mono capuchino y babuino anubis, ejemplares del cisne negro y varias especies de loros, entre ellos el conocido como frente blanca, hasta ese momento inexistente en Cuba.
El público que llega a estas instalaciones puede observar a los animales, tanto en praderas, fosos como amplios recintos, desde autobuses que circulan por sus vías internas y también desde varios miradores en alturas.