Cuba prevé en un 40 por ciento la probabilidad de impacto de un ciclón tropical en su territorio durante la temporada que comienza este sábado con un pronóstico que estima la formación de 11 tormentas tropicales y seis con posibilidad de convertirse en huracán.
Especialistas del Instituto de Meteorología (INSMET) de la isla indicaron que se espera en la actual temporada de ciclones que concluye el próximo 30 de noviembre un comportamiento cercano a lo normal debido a la influencia del evento El Niño-Oscilación del Sur, según citan hoy medios estatales.
Pero advirtieron que al margen del número de organismos ciclónicos tropicales que se originen en la Cuenca Atlántica, lo más importante es estar preparados con el objetivo de “eliminar y disminuir vulnerabilidades”, a fin de proteger la vida, así como los bienes de la economía y personales.
En ese sentido, la jefa del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología, Miriam Teresita Yanes, alertó sobre la necesidad de estar alertas también sobre otros fenómenos hidrometeorológicos peligrosos como las tormentas locales severas, las lluvias intensas, los tornados, las tormentas eléctricas o las inundaciones súbitas.
La especialista explicó que los pronósticos se basan en las estadísticas y los modelos numéricos, y recalcó que lo realmente “vital” es estar “preparados y atentos” a los avisos del Instituto de Meteorología y el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil.
“Nadie sabe dónde ni cuándo se forma un ciclón, y una sola afectación para el país ya causaría daños”, sentenció la meteoróloga.
En 2018 Cuba sufrió el azote del huracán Michael, de categoría 1, que causó daños en la provincia occidental Pinar del Río, y de la tormenta subtropical Alberto en las regiones oeste y centro de la isla, donde golpeó con lluvias intensas y fuertes vientos.
En esa etapa el 53,3 por ciento de las tormentas estuvieron relacionadas con ondas tropicales, cifra por debajo del indicador medio de la Cuenca Atlántica, mientras que siete de ellas alcanzaron la categoría de subtropicales, que constituyen un récord desde 1969, cuando se registraron cinco.
Un año antes, el país caribeño había recibido el impacto del poderoso huracán Irma, que dejó 10 muertos y pérdidas cuantificadas en 13.185 millones de dólares en viviendas, infraestructuras y el sector agrícola y ganadero tras barrer el litoral norte de la isla, según datos oficiales.
Hace dos semanas se desarrolló en Cuba el ejercicio “Meteoro”, destinado a preparar al país para la temporada de ciclones en el Atlántico, los aseguramientos para situaciones de catástrofes y de cara a otras situaciones provocadas por eventos climatológicos.