Prohíben en condado de Florida divulgar cifras de contaminación de la COVID-19 en distrito escolar

La orden parece ser un intento de no ampliar la preocupación por una pandemia que es grave, no tiene cura a la vista y puede llevar a los padres a no mandar sus hijos a la escuela en contra de los esfuerzos de la Casa Blanca y del gobernador del estado.

Un grupo de personas hacen cola para el test de COVID-19 por parte de la Guardia Nacional de Florida, en North Miami. Foto: CRISTOBAL HERRERA / EFE.

Los empleados del distrito de educación del condado de Broward, fronterizo con el de Miami-Dade, han recibido órdenes estrictas de no hablar con nadie sobre el impacto de la COVID-19 en el sistema, sean profesores, estudiantes o trabajadores administrativos. 

El lunes el jefe de seguridad del distrito, Brian Katz, envió un memorando llamado “Confidencialidad del empleado y la COVID-19”, donde se les instruye a “respetar los derechos médicos de otros empleados y no revelar quién puede estar contaminado con la pandemia”. 

“Como representantes del distrito, los empleados también deben abstenerse de revelar su propia situación, tanto en su centro de trabajo como en las redes sociales”, precisa el documento.

La reacción de los maestros y el sindicato fue inmediata. Consideran se trata de una violación de los derechos de los trabajadores. “Es muy difícil de entender. Si puedo decirle a cualquiera que soy diabética o que tengo un resfriado, ¿por qué no podría decirle a otros que estoy contaminada con el coronavirus?”, se preguntó Sonja Lacourciere, maestra de Forest Hills Elementary, en la ciudad de Coral Springs. “Al fin y al cabo, el distrito escolar  no puede controlar mis derechos de la Primera Enmienda [que garantiza la libertad de expresión] solo porque trabajo para ellos”.

Anna Fusco, presidenta del Sindicato de Maestros de Broward, comentó a la filial local de la cadena Fox: “si un empleado no se lo dice a nadie, puede morir porque no tendrá quien lo ayude. Es una orden absurda, por imprudente e incorrecta”.

La orden del memorando es tan absurda que ni siquiera dentro del sistema escolar existe un consenso sobre el asunto, y la decisión no está clara. La directora de comunicaciones del distrito, Kathy Koch, comentó a Fox que el texto no le dice específicamente a los empleados que no informen a amigos o lo anuncien en las redes sociales, sino que “no se espera que lo hagan”. Sin embargo “se espera que informen al distrito escolar si dan positivo en las pruebas”.

“La intención de esta nota es que las personas mantengan en privado su salud. Si alguien quiere compartir su estado de salud es un asunto personal y no debe hacerlo como representante del distrito”, precisa el comunicado de Katz. O sea, el distrito escolar parece no querer que se sepan detalles del estado de salud de sus empleados a fin de que el público no tenga noción de que al divulgarlos se están pronunciando en nombre del distrito escolar de Broward.

Según Brian Swider, profesor asistente de administración en la Universidad de Florida, la razón subyacente sería  evitar que un empleado utilice su caso para “hacer comentarios despectivos sobre su enfermedad y sobre su empleador. De todos modos, al no haber una política gubernamental que lo prohíba, los empleados deberían poder divulgar detalles de su estado de salud. ¿Será que no se lo pueden decir a sus familiares y a sus amigos? Es absurdo.  ¿En qué se diferencia esto de alguien que padece de cáncer?”, dijo Swider.

La abogada Cynthia Barnett Hibnick, con oficinas en Miami y especialista en asuntos médicos, especula que una de las razones de la existencia del memorando sería que la pandemia es una enfermedad que atemoriza, altamente contagiosa y sin cura a a la vista. “Creo que están solicitando que sus empleados no vayan a las redes sociales para revelar esto porque no quieren causar pánico en todo el distrito escolar. Me imagino que no quieren el retroceso”, aventuró al diario Sun Sentinel.

También habría otra razón de más peso. En estos momentos la Casa Blanca está presionando fuertemente al gobernador de Florida, Ron DeSantis, para reabrir las escuelas en la primera semana de agosto. Pero el superintendente del condado Miami-Dade, Alberto Carvalho, se ha opuesto y su opinión tiene gran influencia entre sus colegas. 

No está claro cuántos casos de coronavirus hay en Broward.  Hace dos semanas el superintendente Robert Runcie informó a la Junta Escolar que se documentaron 107 casos entre empleados y contratistas. Desde entonces su oficina no ha respondido a múltiples solicitudes para actualizar esas cifras. Según el Departamento de Salud de Florida, en Broward se han registrado 51.657 casos de coronavirus y 607 fallecidos desde que comenzaron a contars en marzo pasado. El promedio de crecimiento de la pandemia en ese condado va de 8.500 a 12.000 casos.

Pese a todo, la abogada Barnett Hibnick duda que el memo de Katz sea legal. Dice que los empleados “deben abstenerse” de compartir su estado de salud como una obligatoriedad, no que “deberían” como una sugerencia. “Es suficiente para terminar en los tribunales” subrayó.

La nota solo admite una excepción: los funcionarios administrativos del distrito deben ser informados del posible contagio para poder procesar la baja médica y asegurar que la escuela en cuestión sea descontaminada.

 

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